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Alice

2 días después

La semana de clases había terminado, el tiempo se me pasó tan lento gracias a que no tenía nada que hacer, además de adelantar tareas obviamente. Tenía casi una hora que había llegado a mi casa, desde que Choso se marchó, preferí regresar a mi vivienda.

Hace unos días le había mandado un mensaje para saber cómo estaba, pero jamás me respondió, por lo cual, no me sentía cómoda quedándome en la otra casa.

Mientras lavaba los trastes, escuché el sonido de un motor. Abrí un poco la cortina para ver si era quién yo creía.

El Mustang negro estaba estacionado fuera de su vivienda. Lavé mis manos con jabón, secándolas con una toalla pequeña.

Lo mejor era hablar con él y aclarar las cosas.

Caminé hacia la puerta de su casa, no muy segura de mi decisión. Me daba miedo la reacción que pudiese tener cuando le dijera el motivo de mi visita.

La puerta principal estaba entreabierta, iba a entrar a buscarlo, pero recordé que eso mismo fue lo que provocó que llegara a este punto. Me quedé parada afuera, prefiriendo tocar el timbre.

Miré al fondo de las escaleras, Choso venía bajando de ellas, portaba ropa deportiva además de una maleta de gimnasio, la cuál traía cruzada.

—¿Alice? —preguntó al verme. Terminó de bajar las escaleras, avanzando a la entrada—. ¿Qué haces afuera?

—Toqué el timbre —expliqué de modo breve—. No quiero interrumpir, pero necesitamos hablar.

Choso se detuvo delante mío, observándome con suma atencion e intentando descifrar que me estaba pasando. Se quitó la maleta deportiva que traía, dejándola a unos metros de nosotros.

Volvió a su posición actual, atrayéndome hacia él, en un fuerte abrazo. Mi cabeza quedó recargada en su pecho, mientras sus manos acariciaban mi espalda.

—Lo siento, mocosa —musitó sin separarse de mí—. Reaccioné mal y no debí haberte gritado esa vez —alejé mi cabeza un poco, con la intención de verlo al rostro.

—Perdón por revisar tus cosas —lo miré a los ojos, posando las palmas de mis manos en sus mejillas—. Entiendo el motivo de tu enfado, pero no lo hice a propósito —me disculpé con él.

—Ambos estuvimos mal —llevó sus brazos a la altura de mi cintura, dando leves caricias—. Lo importante aquí, es que nos demos cuenta de ello —terminó escondiendo su rostro en mi cuello con el fin de dejar varios besos—. No me gusta discutir contigo, Alice —se me hizo raro la forma en que hablaba, sonaba demasiado pacífico a como era él.

—A mí tampoco —susurré dándole la razón, mientras acariciaba sus mechones de cabello—. Hemos pasado muchas semanas juntos, estando bien. Sé que fue mi culpa lo de hace una semana, no volveré a hacerlo.

Choso se separó de mí, viéndome de nuevo a los ojos y brindándome una mirada más suave que de costumbre.

—Debes trabajar con esa curiosidad tuya, preciosa —acarició mi mejilla, pasando sus dedos por arriba de esta—. Me preocupa que hagas algo así, con la persona incorrecta —estoy casi segura que se refería a mi bienestar.

—No puedo evitarlo —agaché el rostro, algo afligida por lo que dijo, pero él llevo su mano a mi mentón para que lo siguiera viendo.

—Inténtalo —besó mis labios de manera casta—. Eso te evitará muchos problemas a futuro ¿De acuerdo?

In The Shadows | Choso (Adapt.)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz