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Desperté por inercia, la habitación estaba oscura

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Desperté por inercia, la habitación estaba oscura. Lo poco que había de luz era a causa de la lamparita de noche que se quedó prendida.

Miré el reloj de pared, apenas eran las 5:06am, odiaba despertar sin querer y ver que todavía faltaba tiempo para la hora en la que verdaderamente quería despertar.

El brazo de Choso rodeaba mi cintura, sentía su agarre muy cálido gracias al edredón y sábanas que nos cubrían. Con sumo cuidado moví su brazo de mi cuerpo y sin hacer ruido me levanté de la cama.

Comencé a buscar mis jeans en el piso hasta que los encontré, me los empecé a poner estando de pie, no quería que me escuchara.

—¿A dónde vas? —la voz de Choso detrás mío me hizo dar un brinco del susto. Caí de rodillas y los malditos pantalones los traía a la altura de estas. Mi cara casi toca el piso de no ser porque metí las manos—. Gracias por la vista.

Giré en el piso rápidamente para quedar sentada y no darle la espalda. Mis mejillas se estaban tiñendo de rojo debido a su comentario.

Alcé la mirada apenada por la situación, ví que estaba sentado en la cama, pero seguía cubierto de la mitad del cuerpo hacia abajo.

—No digas esas cosas —susurré avergonzada—. Por favor ¿Podrías voltearte para que me termine de cambiar? —le pedí sin mirarlo.

Choso se metió entre las sábanas, permitiendo que terminara de vestirme. No se cubrió el rostro, solo me dió la espalda.

—Son las cinco de la mañana ¿A dónde vas? —repitió alzando la voz, con el fin de que lo escuchara. Se me olvidó responderle la primera vez que preguntó.

—Tengo que alistarme para la escuela, además me falta ir a bañarme —contesté con obviedad, terminando de ponerme mis jeans.

—Puedes bañarte aquí... si quieres —estar mucho tiempo con Choso no era bueno para mí, así que lo mejor sería decirle que no.

—No, muchas gracias —contesté en cuánto acabé de abrochar mi blusa—. Nos... nos vemos después —caminé apresurada a la entrada de la habitación.

—Espera —me habló antes de que yo huyera. Dirigí mi vista a él, ahora se había girado en la cama para verme—. ¿A qué hora te llevo?

¡Cierto! Hoy me llevaría a la Universidad.

—A las siete en punto estaría bien — asintió con la cabeza ante mi contestación, corrí escaleras abajo.

Salí lo más pronto que pude de esa casa, crucé el césped para llegar a la mía y apurarme en preparar mis cosas.

.....

El haberme despertado más temprano hizo que me diera tiempo de todo, hasta de desayunar.

Ví la hora en mi celular: faltaban unos minutos para que dieran las 7am. Tomé mi mochila y salí de la casa, el auto de Choso ya se encontraba frente a la acera.

In The Shadows | Choso (Adapt.)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora