ADAPTACIÓN
Las malas decisiones te llevan a cometer actos atroces pero... Siempre hay una luz al final del túnel.
-Historia original.
-Los personajes pertenecen a Gege Akutami
-Lenguaje y contenido explícito
-Historia desarrollada fuera del mundo d...
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Mitad de semana, si no fuera por la calefacción del auto de Choso seguramente me estaría congelando.
—Alice —me habló de repente—. ¿Puedo pedirte un favor?
—Depende de lo que sea —respondí dudosamente, puesto que se podía esperar cualquier cosa de él.
—¿Al rato puedes ayudarme a ponerme las vendas y gasas?.
—Sí ¿Cómo va tu herida? —le pregunté Interesada. Me respondió cuando se detuvo en un semáforo en rojo
—Mira, va mejor —alzó su camiseta y miré con horror las heridas sin nada que la cubriera.
—Choso ¿Dónde carajos dejaste las cosas? No puedes traer la herida expuesta así, se te va a infectar —regañé, todavía no terminaba de sanar y ya andaba con la piel a la intemperie.
—Es un fastidio tener que hacer cambios constantes de vendaje.
—Ayer me hubieras dicho —recalqué lo mencionado, un corte así no debería descuidarse. —Puedo ayudarte a cambiarlo diario si lo necesitas, no solo de vez en cuando.
No dijo más y siguió conduciendo hasta llegar a la Universidad.
—¿Estarás en casa hoy? —le pregunté antes de bajarme del carro.
—Sí —habló con cero ánimos. No quise preguntarle más por lo mismo.
—Saliendo de la escuela iré a ayudarte —asintió sin verme y bajé de su auto. Avancé unos pasos, los cuáles se vieron interrumpidos cuando Rebecca se cruzó en mi camino.
—Alice —me miró animada. —¿Vinieron a dejarte hoy otra vez?
—Eh... Sí... —contesté viendo hacia todos lados, menos a ella.
—Qué buen novio tienes, en verdad —se incorporó con mis pasos, caminando a mi lado para ir a clases.
—No es mi novio —Rebecca se detuvo al escucharme y me volteó a ver. Pensé otra cosa de inmediato—. Solo estamos saliendo... —expliqué restando importancia.
—¿O sea que no son novios? —una sonrisa suya amenazaba con salir.
—No —respondí franca y sonrió al momento—. Aún no —corregí en el momento que vi su reacción.
—Alice, es un hombre muy guapo, debes apurarte en volverlo tu novio —me sugirió a la vez que comenzaba a codearme—. No te lo vayan a ganar.
—¿Por qué me lo ganarían? —interrogué sin entender a qué quería llegar con sus comentarios.
—Los chicos de ese tipo se cansan rápido, si no les dan lo que quieren buscarán a alguien más que sí lo haga —pausó unos segundos—. Alguien que les caliente la cama —rió al terminar su oración.
—¿Insinuas que tengo que acostarme con él para que sea mi novio? —me frené a unos metros del salón.
