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Ocupé todo el día para avanzar lo más que pude de mi tarea, me asomé por la ventana para comprobar que era de noche.

Guardé mis cosas antes de caminar hacia el mueble y tomar la botella de agua junto con la caja de la pastilla que habíamos comprado ayer.

Deposité la pastilla en mi lengua antes de abrir la botella y darle un buen trago para que esta se deslizara por mi garganta. Ya tenía mi pijama puesta, así que no tardé en irme a la cama y después cubrirme con varias sábanas.

No era muy tarde que digamos, aún así... seguía pensando en el día de ayer.

***** Flashback *****

Estuvimos un rato acostados, después nos metimos a bañar por separado y salimos a comprar al supermercado.

—¿Has comido algo? —preguntó cuando aparcó el auto en el estacionamiento de la plaza, tratando de romper el silencio que había entre nosotros.

Desde que salimos de su casa, intenté evadirlo disimuladamente, me sentía incómoda con todo lo ocurrido.

—No —respondí rápido, traté de abrir la puerta pero esta tenía seguro—. Choso... —susurré sin mirarlo.

—¿Me vas a decir qué te pasa? —cuestionó irritado por mi contestación—. Después de acostarte conmigo parece que ni mi jodida cara quieres ver.

—No es eso.

—¿Entonces? —me tomó del rostro, obligándome a verlo.

—Es que... no puedo —me solté de su agarre, posando mis manos mi rostro—. Quiero verte, pero lo primero que se viene a mi mente es lo que hicimos —cerré los ojos con fuerza, queriendo dejar de lado eso y la imagen volvió a aparecer—. Qué tú hagas mención de ello no me ayuda —vi que se bajó del auto, rodeándolo con el objetivo de abrirme la puerta.

—Vamos —me ayudó a bajar, entrelazando su mano con la mia—. Tal vez esto te ayude a distraerte —comenzamos a caminar a la entrada del lugar.

—No me has dicho qué vas a comprar —mencioné bajo, a pesar de que no me viera.

—Pastillas anticonceptivas.

—Pero... —ni me dejó explicar porque se frenó de golpe y me miró.

—A menos que quieras un hijo mío —respondió sarcástico—. Mientras tanto las necesitamos.

Al ingresar, nos fuimos al fondo de los pasillos, ya que el área de farmacia se encontraba al final del lugar. Me solté del agarre de Choso en cuanto ví el pasillo de artículos y decoraciones de Halloween.

Él no entendió pero me siguió. Había muchas cosas llamativas que acaparon mi atención, agarré una máscara de dinosaurio y me la coloqué.

—¡Mira esto! —volteé a verlo emocionada.

—No veo la diferencia —dijo sin expresión alguna. Me quité la máscara para observarlo.

—¡Oye! —me quejé por su comentario. Una sonrisa ancha apareció en su rostro y comenzó a reírse.

—Es broma, mocosa —se acercó a mí con la intención de despeinarme—. Con la máscara te ves mejor —volvió a reír y pasó por mi lado con la intención de continuar caminando, sin darme tiempo de quejarme.

In The Shadows | Choso (Adapt.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora