Un trauma el cual superar

31 0 0
                                    

La joven adolescente de pelo castaño miraba con inquietud y miedo sus alrededores, contemplando a las decenas de niños que correteaban de un lado a otro haciendo cosas de niños; Comer pizza, jugar en las recreativas, o escuchar la música que cantaban los animatrónicos en el escenario. Sin embargo, de entre todas estas cosas, lo que más la inquietaba era esa maldita marioneta. Cada vez que entraba al local, una sensación de incomodidad y miedo inundaba todo su cuerpo, desde que introdujeron a ese nuevo robot cuya función era darle regalos a los niños, odiaba estar ahí... Sin embargo, y aún con sus miedos y fobias, la pobre chica se vio obligada a ingresar al local, por culpa de su hermano menor, que, al contrario de ella, amaba con todas sus ganas ese establecimiento. Durante un rato considerable, la castaña observaba todas las direcciones con inseguridad, como si una especie de peligro invisible la estuviera acechando tras las sombras. Hasta que eventualmente, no pudo soportar más y se levantó de la silla en la que estaba para intentar irse del local junto a su hermanito, ya no podía aguantar más ese sitio, necesitaba irse de ahí cuanto antes

"Gerald, nos tenemos que ir, rápido"

Explicó la mayor agarrando del brazo al infante para llevárselo antes de que sus miedos se intensificaran aún más. No obstante, y por obvias razones, Gerald no iba a irse de ahí solo porque sí

"Jo... Mary... ¿No nos podemos quedar aquí un poco más? Porfi..."

Pidió el niño con los ojos cristalinos, usando la habitual cara de ojos tiernos que en muchas ocasiones le había servido. Pero esta vez fue un caso MUY especial, porque ni siquiera con esos ojitos tiernos consiguió persuadir a Mary para que se quedasen ahí un ratito más

"No, ya se nos está haciendo tarde. Y además, este sitio me da muy mala espina... Tenemos que irnos ahora mismo"

Respondió ella dejándose de tonterías y obligando al chiquillo a irse de ahí por más que no quisiera hacerlo. Pero, cuando la joven Schmitz se dio la vuelta, se encontró con su más terrible pesadilla de frente...

"Mary..."

Susurró Vinnie observándola fijamente a los ojos, con una mirada que reflejaba el odio más puro y absoluto que un ser vivo le puede tener a otro. Mary, nada más verlo, reaccionó rápido y le pegó un fuerte golpe en la cara para alejarlo. Tanta potencia usó en este mismo, que su mano estuvo a punto de quebrarse debido al duro impacto

"¡Mary! ¡Mary! ¿¡Qué has hecho!? ¡Mary!"

De repente, todo se puso confuso. Todo a su alrededor se oscureció, su cuerpo comenzó a temblar y, por qué no, también comenzó a marearse...

Lo único que podía escuchar era la voz de su hermano resonando en su cabeza... Hasta que, tras unos segundos, finalmente salió de su estado de trance y abrió los ojos... Dándose cuenta de que lo que había golpeado no era Vinnie...

"¡Mary! ¡Has golpeado a Puppet! ¿¡Por qué has hecho eso!?"

Preguntó Gerald enojado por la terrible blasfemia que su hermana había cometido. Golpear a Puppet era como golpear a Santa Claus... Ambos repartían regalos y felicidad a los niños, ¿Como alguien podría golpear a algo tan puro cómo eso?

"Yo... Eh... Lo siento... ¡Lo siento! Por alguna razón lo vi de otra manera y me puse nerviosa... Yo no... ¡No quería golpearlo!"

Explicó la adolescente poniéndose nerviosa al ver lo que había causado por culpa de su malévola imaginación, que le hizo ver cosas que en ese momento ni siquiera existían. Y por si la situación no se podía poner peor, todo lo sucedido fue observado por uno de los fundadores del local...

"¡Hey! ¡¿Se puede saber qué haces?! ¡Ese animatrónicos vale más que toda tu casa, probablemente! ¡No lo vuelvas a golpear así!"

Gritó el señor Afton interviniendo en la situación para regañar a la fémina por lo que había hecho

El multiverso de FNAFOnde histórias criam vida. Descubra agora