Continuación de El bucle

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"Hm... A ver... Todo esto tiene que ser mera coincidencia, ¿encontrarme en un bucle temporal en dónde repito muchas veces un mismo día? Jajaja, deberían darme un premio por la imaginación que a veces tengo"

Pensó el muchacho convenciéndose a sí mismo de que todo aquello no eran más que simples coincidencias. Y para aclarar un poco la mente y dejar todo eso ya olvidado, el chico decidió agarrar el mando a distancia de la televisión y prender esta última para ver algunos dibujos animados. No obstante, cuando la pantalla del aparato se encendió, se vio como la tele estaba puesta en el canal de noticias, y en este mismo, salía un presentador hablando sobre las noticias más recientes sobre el mundo

"Y parece que la ola de huracanes en huracanes no termina... Espera... ¿Qué he dicho? ¿He dicho huracanes en huracanes en vez de {Hurricane}? Ay, por Dios, que vergüenza... Soy una deshonra para mi familia, me van a despedir luego de esto..."

Dijo el hombre para justo después, echarse a llorar en medio de la transmisión en vivo, obligando a la cadena a cortar cámaras para evitar que la situación se pudiera peor. Y Evan, ante tal suceso, no hizo otra cosa que reaccionar con una mueca seria e inexpresiva en su rostro, sintiendo como algunas gotas de sudor caían de su cara debido al miedo y angustia que sentía al experimentar aquella serie de sucesos. Hasta ahora, se podía al menos usar la excusa de que quizás, solo quizás, eran simples coincidencias, pues todos aquellos sucesos eran cosas que podían pasar de manera casi cotidiana. Pero esto... Que en un programa en vivo, el presentador acabase colapsando emocionalmente y rompiendo en llanto, eso era algo que no pasaba casi nunca, y el simple hecho de que aquel suceso, haya transcurrido de la misma manera tanto en su sueño como en la vida real, no hacía más que empeorar todo aún más

"Todo... ¿Todo se está repitiendo?"

Se preguntó a sí mismo viendo con miedo y nerviosismo la palma de su mano, la cual, temblaba de manera agitada a causa de su fuerte miedo y nerviosismo

"Espera... Si todo ocurre igual que en mi sueño, entonces..."

Velozmente, el muchacho volteó su mirada hacia el reloj antiguo que había en la sala, dándose cuenta de la hora que era

"Entonces... Ahora debería..."

Y antes de que pudiera acabar su frase, el timbre de la puerta de su casa acabó sonando por todo el lugar, haciéndolo pegar un ligero rebote en el sofá de la sala por lo repentino más no inesperado que había sido. Con las piernas temblando, con absolutamente todo su cuerpo temblando y derrochando gotas y gotas de sudor, el muchacho se aproximó a la puerta de entrada y la abrió... Esperándose encontrar con aquella chica tras de esta misma, y, para su no muy grande sorpresa, ese fue el caso

"¡Hola, Evan! Feliz cumpleaños, amigo mío del alma"

Dijo la niña de pelo negro con alegría, pegando un salto para llegar con el castaño y darle un fuerte abrazo. Dicho abrazo no fue correspondido por el varón, cosa inusual, pues normalmente siempre correspondía los abrazos de su amiga, en este caso, lo único que hizo fue quedarse inmóvil, con la mirada perdida en la nada, sintiendo como los calurosos brazos de su amiga rodeaban todo su sudoroso cuerpo. Y dichos comportamientos inusuales y extraños, no pasaron para nada desapercibidos por la fémina

"Evan, ¿estás bien? Te noto muy pálido y sudoroso, ¿estás enfermo o algo?"

Preguntó ella preocupada por su salud, sin saber verdaderamente las causas reales de su tan mal estado tanto físico como psicológico en aquel momento. No obstante, Evan, lejos de responder sinceramente su pregunta, decidió mejor quedarse callado unos segundos, pensando en si decirle la verdad o no. Por un lado, creía que debía de ser sincero con lo que pensaba y decírselo directamente, pero, por el otro, y a pesar de todas las pruebas que tenía para afirmar dicha teoría suya, el muchacho aún no quería ir tan rápido y decir que todo aquello se trataba de un bucle temporal en el cual estaba metido, no, eso sería muy raro y friki. Además, por más coincidencias que pasasen, aún no podía confirmar al 100% que todo eso era un bucle, así que, siendo más conservador, decidió mentirle sobre lo que pensaba

"No, estoy bien, Cassidy, no te preocupes por mí, solo estoy un poco nervioso por mi cumpleaños"

Dicha respuesta hizo que la chica frunciera el ceño, sin creerse del todo dicha explicación por parte de su amigo. De igual forma, y a pesar de que estaba sudando más que español promedio un día de verano luego de comer un puchero, decidió ignorar dichos comportamientos extraños e irse directamente a lo importante, irse a jugar

...

Se podría decir que jugar con Cassidy era una actividad tan relajante como sana para Evan, no solo entrenaba su físico haciendo actividades como correr o cosas así, sino que, además, se lo pasaba bien con ella y le hacía olvidar por completo sus problemas. Eso era algo que amaba de pasar tiempo con ella, se olvidaba de todos sus problemas por aunque sea un par de minutos, luego, al volver a casa, dichos problemas regresaban. Pero el tiempo agradable al menos estuvo ahí por un rato. Y como esta vez no iba a ser la excepción, se podría decir que el chico olvidó momentáneamente lo que le ocurrió por la mañana, cosa buena para él pues lo libraba de tener alguno que otro mini ataque de ansiedad infantil. Y tras varias horas de puro juego, el momento acabó llegando... Era la hora del cumpleaños... ¡The Showtime!"

"¡Esperad, chicos! ¡No sabéis lo que acabará pasando si me seguís haciendo bromas y me metéis en Freddbear! ¡Va a ser algo muy malo, os lo juro!"

Dijo Evan al borde del llanto mientras era rodeado por aquella pandilla de macacos, quienes, lejos de escuchar sus súplicas, no hicieron otra cosa más que simplemente sorprenderse un poco por lo último y acto seguido, continuar con su bromita

"Okay... No sé cómo te enteraste de que te íbamos a hacer esa broma pero... Bah, da igual. Muchachos, llevemos a este hombrecito con Freddbear"

Dijo Michael ignorando las palabras de su hermano y llevándolo directamente con Freddbear para que el muchacho, pudiera darle un buen beso al animatronico. Y, tal y cómo ocurrió en el sueño del muchacho, Freddbear acabó mordiendo la cabeza del niño y este cayó de sus fauces, casi al borde del desmayo

"No... No puede ser..."

Dijo Evan en el suelo, con la cabeza ensangrentada y abierta. No pasó mucho hasta que comenzó a sentir los brazos de su hermano rodeándolo. Y tal cómo ocurrió la anterior vez, Michael dijo unas palabras de arrepentimiento por lo que había hecho

"Demonios... Otra vez..."

Dijo el cuerpo del muchacho sintiendo como su vista se iba desvaneciendo poco a poco, hasta finalmente, cerrar los ojos y sucumbir ante la infinita oscuridad de la muerte...

...

"..."

Esta vez no hubo grito, no hubo un levantamiento repentino, no hubo ni siquiera una reacción, simplemente se levantó de su cama, abriendo los párpados, y quedándose mirando el techo

"Okay... En definitiva... Esto no es normal"

Concluyó el chico para justo después, agarrar sus cosas e ir directamente al baño, hizo sus necesidades, se cepilló los dientes y fue otra vez a su cuarto. Esta vez, dirigiendo su mirada al armario de la habitación

"Sé que estás ahí, Michael, sal del armario ahora mismo"

Dijo el muchacho haciendo que su hermano mayor se viera obligado a salir de aquel armario, frustrado por el cómo sus planes habían fracasado de semejante forma

"¿Cómo descubriste que me encontraba escondido en el armario?"

Preguntó el adolescente con una expresión molesta e impotente en su rostro

"Oh, ya verás, cuando te lo cuente te echarás a reír, te lo aseguro..."

Le respondió Evan de manera satírica, preparándose para dar una muy buena explicación sobre qué fue lo que pasó, el cómo era que sabía lo de sus dos bromas, tanto esta como la secreta que le iba a hacer en su cumpleaños, y sobretodo, el cómo podía saber cualquier cosa, incluido la respuesta a la preguntan que Michael le haría para comprobar su veracidad...

"Bueno, verás... Todo empezó cuando..."

El multiverso de FNAFTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang