Carente de respeto

28 0 1
                                    

Había una vez... Un joven chico de tez blanca, que siempre llevaba un chaleco negro puesto, su cuerpo era fornido y tenía una estatura alta. Este chico, que vivía una vida feliz dentro de un pequeño pueblo estadounidense llamado Hurricane, tenía unos 10 años de edad más o menos, y era bastante travieso y rebelde... Mismas cualidades las cuales lo llevaban a realizar incontables travesuras y gamberradas. Hasta que un día... Todo cambió por completo...

La aparición repentina de una chica nueva a su clase hizo que las cosas dieran un giro de 180°. Lo perdió todo: Su reputación, su respeto... Este niño pasó de ser alguien respetado y temido, a ser un Don Nadie que no recibía respeto por parte de ninguna otra persona que no fuese su propia madre...

Y en la actualidad, había caído tan pero tan bajo, que no le quedó de otra más que ir arrastrándose con la culpable de todo para reprocharle todo lo que le había hecho

"Y por todo esto y mucho más... ¡Tú tienes la culpa de todo!"

Exclamó él apuntando con el dedo a la chica de pelo negro que provocó todas sus desgracias... La cual, más que indignarse o entristecerse por su afirmación... Simplemente se confundió

"Eh... ¿Qué? ¿Pero como que {Y por todo esto y mucho más}? Si no me has dicho nada... Literalmente has aparecido aquí, me has señalado con el dedo, y me has dicho que yo tengo la culpa de todo. ¿Se puede saber qué quieres decir con todo esto, Alan?"

Preguntó la asiática sin entender en lo más mínimo qué rayos estaba pasando. Fue entonces cuando el chico, de nombre Alan, se percató de que no le había dado contexto previo de la situación. Fue por ello que decidió explicarle todo lo que le había pasado desde que ella llegó a su vida, y el por qué la causante de todas sus desgracias era ella y nadie más

"Mira, Cassidy, escúchame bien... ¿Tú sabes cómo era mi vida antes de que tú llegases? ¡Era perfecta! ¡La gente me respetaba! ¡Los débiles me temían! ¡Y los fuertes confiaban en mí! Pero cuando tú llegaste, las cosas cambiaron... ¡La gente ya no me teme! ¡Ni siquiera me respetan! ¡Me tratan como una simple broma mal hecha! ¡Un chiste! ¡Un Don Nadie que solamente sirve para hacer reír a los demás! ¡Soy el maldito bufón del barrio! ¿¡Sabes todo lo que tengo que sufrir diariamente por culpa de las demás personas que no me respetan!? ¡¿Eh?!"

Explicó el muchacho resolviendo así todas las dudas de la fémina. Y ahora que ella ya sabía de qué iba el tema, dejó de lado su confusión y en lugar de eso, comenzó a burlarse del fracasado que en ese momento tenía delante

"Ow... Pobrecito... Al principito Alan lo molesta todo el mundo... Awww... Denle unos pañuelos para que se pueda secar las lágrimas y los mocos, pobre víctima... Aunque, yo tengo uno mejor..."

Y repentinamente, la chica tomó de ambos hombros al chico y lo acercó hacia su cara para mirarlo fijamente a los ojos, intimidándolo muchísimo en el proceso

"¿Por qué no le preguntas a Evan todo lo que tiene que sufrir día tras día a causa de su miedo irracional por los animatrónicos? ¿Eh? O mejor aún... ¿Por qué no vas con él y le preguntas CUÁNTAS VECES le hiciste alguna broma de mal gusto, soltaste algún comentario hiriente sobre su persona, o directamente lo molestaste a propósito solo para divertirte. Vamos, lo tienes justo ahí, pregúntaselo, a ver qué te responde"

Dijo Cassidy haciéndole ver a su compañero de clase que definitivamente, él era la persona que menos derecho tenía a quejarse de esas cosas

"Eh... A ver... Em... Yo hacía todo eso en forma de juegos... T-Tú misma lo has dicho, lo hacía para divertirme... N-No buscaba hacerle sentir mal ni mucho menos... Y-Yo lo apreciaba mucho... ¿Verdad que sí, Evan?"

El multiverso de FNAFWhere stories live. Discover now