El justiciero dorado

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El castaño y la peli negra yacían acostados en aquel oscuro e infinito vacío que componía el interior del traje de Freddbear, ambos miraban a la nada, tocándose mutuamente con sus cabezas, el silencio era el único ruido hasta que el pequeño de nombre Evan decidió romperlo y pronunciar unas palabras hacia su amiga

"Cassidy, ¿nunca te has preguntado en si podríamos cambiar el mundo ahora que tenemos poderes sobre naturales?"

La peli negra se levantó y giró su cabeza para mirar directamente al castaño

"¿A que te refieres?"

Preguntó ella

"Pues... Que piénsalo, tenemos habilidades increíbles ahora que somos un ente paranormal, podemos teletransportarnos, atravesar objetos, súper fuerza, la capacidad de levitar y varias más, solo piénsalo Cassidy, podríamos salvar vidas enteras con solamente nuestras habilidades y nuestra intervención"

Explicó el castaño, aunque dicha respuesta solo hizo que su amiga perdiera total interés en la conversación

"Lo que dices es absurdo, ¿ser un superhéroe y salvar a otros? ¿Para que? No nos van a dar nada a cambio, ahora solamente dejame descansar, estar muerta es muy costoso"

Y acto seguido, la peli negra se hecho otra vez al suelo a descansar

"Bueno, pues si no lo haces tú, lo haré yo"

Dijo para después teletransportarse fuera de ese espacio en negro

...

Dos señoritas iban caminando por la calle, ambas eran personas de la alta clase y eso se denotaba por su forma de vestir y sus costosos objetos, lo cual no pasó desapercibido para unos ladrones que pasaban por ahí, los cuales planeaban robarles y si la situación lo permitía, hacerles otro tipo de cosas. Los asaltantes se pusieron cara a cara con las víctimas, sin dejarles tiempo a reaccionar, los hombres rodearon a aquellas mujeres y con navajas y pistolas comenzaron a amenazar las

"Entreguen todo lo que traigan"

Ordenó uno de los asaltantes, las mujeres asustadas simplemente cubrían sus rostros con sus manos, los hombres estaban a punto de herirlas hasta que algo pasó. Uno de los hombres se desmayó, parecía que algo o alguien lo había noqueado, de pronto, una especie de persona invisible estaba golpeando a todos, los hombres simplemente gritaban del miedo y la desesperación al ver cómo ente todos ellos eran reducidos, en un momento, uno de los asaltantes fue levantado en el aire, y mientras el justiciero lo hacia, un rayo permitió que las víctimas pudieses apreciar su apariencia, todos los asaltantes fueron encontrados por la policía atados en un poste de luz, fueron arrestados inmediatamente, las víctimas fueron interrogadas y entrevistadas en canales de televisión en los cuales ellas contaban aquella extraña anécdota que habían vivido aquella noche

"¡Esa cosa era un monstruo, era enorme y tenía una fuerza colosal! Y era un oso dorado"

Dijo una de las mujeres

"Tampoco exageremos, Martha, es posible que sea solo un hombre disfrazado, tenía que medir unos... 2 metros le cálculo"

Dijo la otra mujer

...

Los días pasaron, más y más personas dijeron haber visto a aquel oso amarillo rondando por las calles, salvando a los ciudadanos de los criminales y ayudando a la policía en su trabajo de atraparlos, y también, había veces en donde ayudaba a ciudadanos comúnes en sus problemas como muestra de humildad, aunque en uno de esos casos, el justiciero dorado descubriría algo que lo dejaría perplejo

...

Todo comenzó un día como cualquier otro, el oso dorado vigilaba la ciudad por el día, y pudo percatarse de que en una escuela había un niño sentado solo y sin amigos, el niño se parecía mucho a él cuando estaba vivo, tenía el cabello castaño, camisa de rayas blancas, ojos color almendra y su piel era color salmón, al verlo solo, una gran tristeza inundó al ente, pues le recordaba a cuando él estaba solo y sin amigos en su infancia, así que fue con él para intentar ayudarlo, el animatronico se tele transportó a su lado y le tocó el hombro con delicadeza para evitar sustos

"Chico, ¿que ocurre? ¿Por que no vas a jugar con los demás?"

Preguntó el ente dorado, el niño al verlo lo reconoció rápidamente, pues el justiciero dorado ya había conseguido ganarse una buena fama en aquella ciudad, y con confianza, le contó todo, que era un niño que había vivido la mayor parte de su vida en la calle, que había sido recientemente adoptado por una mujer, y tenía problemas para confiar en otros, pero Golden lo consoló y le contó una historia

"Había una vez, un pequeño niño de nombre Evan, ese chico tenía muy poca confianza en los demás, pero un día dejó de tenerla, y le habló a una chica, esa chica se volvió su amiga, y después esa chica le enseñó su grupo de amigos, y Evan se hizo amigo de todos, y ahora con amigos se volvió más feliz, fin"

El castaño rió un poco por la historia que le había contado el justiciero

"Es un poco corta, ¿no?"

Preguntó él riendo

"Bueno, esta un poco resumida, pero bueno, dime muchacho, ¿cual es tu nombre?"

Preguntó el oso

"Mi nombre es Gregory, Gregory *Afton* "

Al escuchar ese nombre... Ese maldito nombre... Al oso casi le da un infarto, pero como pudo siguió hablándole en su tono normal

"M-muy bien, Gregory, ahora ve con los niños"

Dijo para después desaparecer, al castaño le pareció raro que el justiciero desapareciera así como así y de repente, pero no le dio mucha importancia y siguió su orden.

El niño castaño llegó a aquel oscuro e infinito vacío para reunirse otra vez con su amiga, el chico dio unos pasos para después tropezarse y caer, su amiga fue a atenderle, pero cuando le preguntaba que le pasaba, él solo respondía una cosa

"Michael tuvo hijos, Michael tuvo hijos..."

El multiverso de FNAFWhere stories live. Discover now