El Destructor de Mundos

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"existen dos posibilidades: que estemos solos en el universo o que no lo estemos. Ambas son igualmente estremecedoras"

-Arthur C. Clarke

En algún lugar del multiverso, dentro de algún universo aleatorio, en el interior de algún cúmulo galáctico, en alguna galaxia de las muchas que hay, y en algún sistema solar aún desconocido para el ser humano, yace lo que se podría catalogar como "vida inteligente". Una sociedad alienígena de gran inteligencia que consiguió evolucionar exponencialmente en los últimos 2 millones de años, aprovechando al máximo los recursos que su planeta les ofrecía. Un planeta distanciado de la tierra por varios millones de años luz de distancia, un territorio desconocido cuya tecnología y avances en cuanto a biología y mecánica dejaban en ridículo todo lo alcanzado en la historia de la humanidad. No obstante, esta civilización de extraterrestres futuristas que perfectamente encajaría en el nivel 1 de la escala de Kardashov, sufriría un destino atroz en manos de un mal invencible que jamás podría ser detenido por ningún invento suyo, por más avanzado tecnológicamente que fuese...

Todo comenzó una mañana tranquila, los habitantes de aquel mundo paseaban por sus ciudades con normalidad. Hasta que de pronto, toda esa mañana que parecía ser tan normal como cualquier otra, sufrió un cambio de 180° que cambiaría aquel mundo para siempre...

Repentinamente, el cielo se oscureció. La luz proveniente de su sol, que era de un tamaño mayor al del sistema solar en donde se encuentra el planeta tierra, fue interceptada por un objeto que cubría decenas y decenas de kilómetros con su sombra. Cuando todos los habitantes alzaron la mirada para ver el causante de aquel problema, vieron con expresiones de horror y asombro la abominable criatura que se alzaba sobre ellos. Era una monstruosidad salida del mismísimo averno, un ente con una apariencia que parecía no provenir de este mundo. Era una especie nunca antes vista para ellos, en lugar de boca, tenía una especie de cono circular puntiagudo de color anaranjado, en el lugar donde debía de tener sus brazos, tenía dos masas de carne bizarras que parecían no tener una forma lógica, sus dos piernas eran largas y flacas, además de solo tener 3 dedos en cada uno de sus pies. Era algo tan misterioso... Tan bizarro... ¿De donde provenía esa criatura que carecía de pelaje y su cuerpo amorfo desprendía un color rojizo carmesí tan abrumador y horripilante? No lo sabían. Quizás de otro planeta, quizás de otro universo... Todo eran "quizás", pero ninguna respuesta era del todo clara. De igual forma, tampoco necesitarían investigar a profundidad dicho evento sobrenatural, pues la vida de todo ese mundo terminaría ese mismo día...

El ente diabólico (el cual, por si hay alguien que aún no se ha dado cuenta, es un pollo gigante sin plumas), se lanzó directamente contra el planeta y aterrizó sobre este, destruyendo varias ciudades y comunidades con su misero aterrizaje. Acto seguido, alzó su pico para darle un fuerte picotazo al suelo, desprendiendo de su ataque una onda enérgica morada que cubrió toda la superficie del planeta en solo unos segundos, desintegrando todo a su paso y extinguiendo toda la vida en tan solo unos instantes. Aquel mundo había muerto, aquella civilización había caído ante el inconmensurable poder de una criatura que no conocían y que aún eran incapaces de comprender. Después de eso, pasaron meses y meses de pura destrucción en aquel planeta, aquella gallina cósmica devoraba la enorme estructura del cuerpo celeste hasta finalmente consumirlo por completo, saciando de esta manera su (irónicamente) insaciable hambre. Solo para segundos después, ser rodeado por un aura azul y teletransportarse a otro lugar del cosmos para continuar consumiendo alimento y así saciar su apetito voraz. Sin embargo, ese ciclo de muerte planetaria no se volvería a repetir jamás, pues esa iba a ser la última vez que ese monstruo sobrenatural causaba caos y destrucción por el universo...

...

"¿Scott? ¿¡Scoooott!?"

Exclamé yo tratando de llamar la atención del mencionado para así explicarle la situación y recibir su ayuda

"¿¡Que pasa!?"

Preguntó él viniendo conmigo, agobiado por los constantes llamados que yo le hacía para invocarlo en mi dimensión

"¿Te acuerdas de esa variante de Henry Emily que te ayudó a derrotar a Afton Infinito junto con el resto de guardianes del multiverso? Bueno... Ha tenido un hijo... Y no, no es Sammy, ese idiota no le importa a nadie. Es algo mucho peor que eso...

Resulta que, al chasquear los dedos y desprender tanta energía proveniente de los huevos del infinito cerca suyo, su cuerpo terminó deformándose y recibiendo mutaciones biológicas imposibles, que provocaron el nacimiento de un pequeño polluelo cósmico con poderes abominables... Sí, es una fumada enorme... Y también parece sacado de alguna historia terrible de Wattpad hecha por algún enfermito con sueño en su habitación, pero te prometo que pasó de verdad, yo lo vi.

El caso es que ese pequeño polluelo ha... Crecido un poco, y ahora mismo su dieta se basa en consumir planetas. Pero el problema principal viene cuando esta criatura tiene, por alguna razón, habilidades cósmicas relacionadas a los huevos del infinito. Por ahora solo lo he visto teletransportándose y generando choques de energía morada con sus picotazos, pero me da miedo que esto pueda llegar a mayores y comience a usar los poderes de los otros huevos... Imagínate el caos que desataría si se pusiera a manipular la realidad del universo a su antojo, o peor aún, a manipular los acontecimientos de la historia como si de un juego de niños se tratase. Hay que acabar con él y hacer un caldo de pollo con su cuerpo antes de que algo malo pase"

Respondí siendo lo más claro posible, haciéndole ver a Scott el gran peligro que podían correr algunos universos con aquella cosa suelta por ahí. Sin embargo, y al contrario de lo que me esperaba, la reacción de Scott fue una completamente diferente y antinatural

"¿Sabes? Siempre soy yo el que soluciona esta clase de cosas... Tanto pelear con piezas de Flumpty ya está comenzando a cansarme... Tú no tienes un poder tan distanciado del mío, solo eres 56 veces inferior a mí. Seguro que podrías detenerlo por tu cuenta"

Respondió él restándole importancia a la situación e incitándome para que fuera yo quien solucionara el problema. Cosa que, lógicamente, no podía hacer

"¿¡Qué!? ¡No! No puedo hacer eso. Dios me castigará borrándome de la existencia si intervengo en este problema... Pero... Si tú no quieres intervenir... ¡¿Que demonios vamos a hacer?!"

Al ver la negativa respuesta de mi compañero, me puse nervioso y comencé a preguntarme que podíamos hacer para solucionarlo. Afortunadamente, y antes de que nos viéramos obligados a mover un dedo para solucionar el problema, todo terminó solucionándose solo por cuenta propia...

"Hey, mira. ¡El universo ese está desapareciendo!"

Exclamó la deidad de color croma señalando el universo en donde aquel pollo había cometido sus incontables fechorías, el cual, estaba siendo borrado de la existencia hasta no dejar absolutamente nada. Borrando en el proceso hasta al pequeño pollo que se encontraba viviendo en él

"Vaya... Parece que ha borrado un factor distintivo de ese universo involuntariamente... Y ha provocado que el universo, al no tener nada que lo distinga del resto, colapse espacio-temporalmente, borrándose a sí mismo de la existencia"

Comenté yo analizando a profundidad la situación y llegando a esa misma resolución tras pensarlo un poco. Scott, al escuchar mi explicación, se lavó las manos y se dio la vuelta para marcharse

"Bueno... Problema resuelto. ¡Ja! Adoro los finales felices... Esa cosa ha muerto y solo nos ha costado un universo entero..."

Fue lo último que dijo antes de desaparecer de mi vista, marchándose así del bosque carmesí. Dejándome ahí, solo, y al mismo tiempo pensativo...

"¿Por qué ignoramos tanto las plegarias de los mortales? Nosotros tenemos derecho a vivir, pero... ¿Por que ellos no? ¿Por qué no nos importan sus muertes? ¿Acaso es porque su población es infinita, mientras que nosotros, las deidades, solo somos tres o cuatro? Agh... Cuanto más lo pienso, más me duele la cabeza..."

Pensé yo dándome cuenta de lo mal que tratábamos a los mortales de los universos, y a los universos en general... Recién por ese momento me di cuenta de por qué YBB era tan "empatico" con los mortales, definitivamente lo había sacado de mí.

De igual forma, tampoco le daría tantas vueltas. Total, eran mortales, ni que su existencia fuera tan importante para el multiverso...

El multiverso de FNAFOnde histórias criam vida. Descubra agora