Capítulo 36

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Desde pequeño Jimin siempre había sido un niño bastante regordete, lo que hizo que los niños en el colegio lo molestarán diciéndole "cerdo" "gordo" cosas así, bastante hirientes para él, siempre llegaba llorando a casa buscando el refugio de su madre, pero ella era peor que esos niños.
Llegar a su adolescencia fue aún peor, con problemas alimenticios, sufriendo de anorexia, cosa que no lo hacía sentir orgulloso, pero verse todos los días en el espejo era su mayor tortura, los comentarios aumentaban, después el acoso de Eunwoo, su vida había sido de lo peor y el mayor golpe fue enterarse que no podía tener hijos.

Así que ver a su madre en frente de él, verla con esa sonrisa, lo hizo recordar todo eso, haciendo que empezará a llorar llamando a su alfa.
Namjoon al sentir a su Omega inquieto se levantó del lugar, acercándose viendo a una mujer que no conocía y a sus padres junto a ella.

– ¿Que hacen aquí? – dijo enojado tomando a Jimin para abrazarlo – ¿Que pasa, amor?

– ¿Este es tu alfa? – dijo la mujer con burla – ¿Cómo hiciste para que se fijará en un Omega obeso como tú? – Jimin se aferró más a los brazos de Namjoon – no puedo creerlo ¿Andas de arrastrado, hijo? ¿Abriendo tus piernas a alfas con dinero?

– Suficiente, no permitiré que hables así de mi Omega – Namjoon quería darle un buen golpe a aquella mujer – es mejor que se retiren.

– Es el cumpleaños de mi nieto – hablo su madre – así que nos quedamos ¿Quieres que se haga un escándalo? – el moreno apretó su mandíbula – eso creí.

Los tres entraron para estar con el resto de los invitados, mientras que Namjoon trataba de tranquilizar a Jimin, no sabía la maldita razón para que ellos aparecieron con esa mujer que se hacía llamar madre.

– Bebé – acariciaba con suavidad su cabeza – ya estoy aquí, no te preocupes.

– ¿Por qué está aquí? ¿Que más quiere de mi? – el cuerpo del chico temblaba – quiero que se vaya, solo quiero que no esté aquí.

Namjoon quería sacarlos a patadas, pero no quería arruinar el cumpleaños de su pequeño que con tanto esmero Jimin había preparado, así que siguió calmandolo hasta que los dos se dirigieron para partir la torta de su hijo, que ahora pedía ser cargado por Jimin, pero este al no sentirse bien decidió que fuera Namjoon quien lo cargará, repartiendo los trozos a todos, hasta que llegó el momento de comer un pedazo de aquella torta de chocolate hasta que su madre lo detuvo.

– ¿En serio, Jimin? – está lo miro incredula – cariño ¿Ya te viste en el espejo? No creo que sea conveniente que comas ese trozo de pastel, deberías seguir con la dieta que te dije – se acercó a su oído – ¿Quieres que ese alfa te deje por gordo?

Jimin sintió como su mundo se venía abajo, salió corriendo hacia el baño para devolver toda aquella comida que había comido antes de aquel trozo de pastel, se sentó en el piso de aquel baño para empezar a llorar como niño pequeño, recordando cada momento que lo marco en la vida.

"Ningun alfa te va a querer por gordo"

"Eres un cerdo"

"Solo te quiero por lastima, maldita bola de grasa"

Ya no quería más esto, se supone que ya lo había superado, ya había ido al psicólogo para que volvieran todos esos recuerdos de nuevo. No podía más con esto, ya no quería más.

– ¡Mami! – escucho los golpes en la puerta y el llanto de su bebé – mami, mami – al parecer el pequeño Jungmin había sentido las emociones de su madre a través de su lazo.

Abriendo lentamente la puerta, se encontró con su hijo siendo sostenido por los brazos de su alfa, que al verlo no tardo en correr hacia el para abrazarlo, esparciendo sus feromonas.

– No le creas, por favor, mi amor – beso sus mejillas – no le creas, yo te amo así como eres, eres el Omega más hermoso que he conocido, eres mi vida entera.

– Namjoon – siguió llorando, tratando que aquellas palabras lo recorfortaran.

Seguía aferrado a su alfa, hasta que su niño se removió en los brazos de Namjoon para aferrarse a Jimin, posando sus manitas en las mejillas húmedas de su madre, para luego acercarse y dar pequeños besos babosos que hicieron reír al rubio.

– Que bonita familia – se acercó la madre de Namjoon – no puedo creer que hasta lo marcarás, Namjoon.

– Mami – Jungmin se aferró al cuello de Jimin.

– ¿Quien le enseñó a decir eso a mi nieto? No puedo creer que considere a este Omega cualquiera como su madre – se acercó a Jungmin que sorprendentemente golpeó la mano de la mujer cuando intento separarlo de Jimin – ¿Lo pusiste en mi contra? Maldito Omega – le levantó la mano intentando golpearlo, hasta que Namjoon la sujeto fuerte de su muñeca – ¿Namjoon?

Fue suficiente – su lobo había tomado el control – te quiero lejos de aquí, de mi casa y de mi familia, Jungmin ya no es más tu nieto y de ahora en adelante de olvidas que tienes un hijo ¿Te queda claro? – la mujer lo miro enojada.

– Jamás te vas a deshacer de mi.

Pruebame, mamá – la amenazó – largo.

Con eso la tomo del brazo para sacarla de su casa, luego empujo a su padre para también sacarlo, a la otra mujer la sujeto fuerte del brazo ocasionando que se formará un moretón.

Usted llega a volver a la vida de mi Omega y sufrirá las consecuencias ¿Quedo claro? – la mujer asintió temerosa.

Con eso la fiesta se acabó.
Ya cuando todos se habían ido, Jimin fue a acostar a su bebé que ya estaba dormido para después dirigirse a su habitación, sintiendo de nuevo la tristeza apoderarse de él.

– Si quieres dejarme algún día, lo entenderé – decía llorando – creeme que lo haré, Nam.

– ¿De que hablas, mi Omega bonito? – se acercó para limpiar sus lágrimas – jamás te dejaría, sería muy tonto dejarte.

– No tienes que ser tan gentil.

– No estoy siendo gentil, estoy diciendo la verdad – lo abrazo – yo curare todas tus heridas, yo haré lo imposible para hacerte feliz, eres increíble y te mereces todos ¿Que si eres gordo? Claro que no, no lo eres – lo separó para que sus ojos se conectarán – amo todo de ti, desde tus hermosas piernas, tu apetecible trasero, hasta tu hermosa sonrisa. Pero lo que más amo, es a ti, toda tu escencia fue lo que me enamoro, eres perfecto Jimin, mi Omega perfecto.

– Si quiero casarme contigo, Nam – el alfa abrió sus ojos sorprendido.

– ¿Q-que dijiste?

– Que si me quiero casar contigo, que quiero pasar el resto de mi vida contigo y si está vida no es suficiente, entonces nos encontraremos en otra para seguir amándonos – lo beso – te amo, Kim Namjoon.

El alfa no podía ser más feliz en ese momento, estaba tan perdidamente enamorado de ese Omega.

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Andamos más cerquita del final.

Pequeño Cachorro [NamMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora