Capítulo 11

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El lunes llegó demasiado lento, Jimin había durado todo el domingo sin ninguna interacción con su lobo, se sentía enojado por lo sucedido el sábado. Hoseok no pudo hacer nada, así que decidió salir de fiesta esa noche pero el rubio no tenía nada de ganas de salir, así que se había encerrado en su antiguo cuarto y de ahí no había salido.

Al estar en frente de la puerta de la gran mansión, estaba meditando si tocar o no, se sentía bastante ansioso de que su bebé siguiera enojado con él por culpa de aquel Alfa que no podía dejar las cosas como estaban. Tardo uno diez minutos meditando hasta que por fin toco, lo que hizo que la señora Lee le abriera la puerta.
Al entrar un olor a caramelo amargo lo invadió, se cubrió la nariz ya que el olor era demasiado fuerte, intento mantenerse de pie, pero la realidad era que el olor lo estaba mareando y al parecer no era al único que le pasaba, ya que escucho un fuerte llanto provenir del segundo piso.

Hizo una reverencia a la mujer para subir rápidamente las escaleras, al entrar a aquella habitación el bebé se quedó mirándolo, su llanto se detuvo pero lo miraba tratando de inspeccionarlo, al acercarse y que él bebé lo olfateara desde lejos, no sintiendo el aroma a tierra mojada, fue cuando extendió los brazos a su mami para que lo cubriera con su olor a uva y dejar de sentir ese olor a caramelo.

- ¡Taehyung, ya basta! - se escuchó un grito venir de afuera - haz estado encerrado ahí desde el sábado por la noche que regresaste, detén ese olor de una vez.

- ¡Déjame en paz! - ahora se escuchó un sollozo - ¡¿Podrías dejarme tranquilo?!

- ¡No, hasta que detengas ese olor! - decía el moreno bastante enojado - no quiero usar mi voz de mando en ti, hermanito - ahora decía con calma - dime ¿Que pasa? ¿Qué es lo que te tiene así?

- N-nada - decía entrecortado - déjame en paz, Namjoon.

Y de un momento a otro el olor se detuvo, no sabía que estaba pasando pero al parecer era algo demasiado grave.

Salió de la habitación con Jungmin en sus brazos pegado como lapa, encontrándose al platinado recostado con la frente en aquella puerta tratando de tranquilizarse, al percibir el olor a uva fresca giro para sonreírle a Jimin.

- Por favor, dime qué no escuchaste lo de hace un rato - se acercó al rubio.

- Si te digo que no ¿Estarías más tranquilo? - este asintió - bien, entonces no escuché nada - soltó una pequeña risa - ¿Que paso?

- No tengo ni idea, el sábado regreso a media noche encerrandose en su habitación y el domingo no quiso salir ni siquiera para comer - tocó su rostro con desesperación - y está mañana empezó a desprender esas horribles feromonas, no entiendo que es lo que le pasa y me tiene bastante preocupado.

- Dale tiempo, tal vez paso algo del cuál se sienta preocupado - estiro su brazo para tocar el musculoso brazo del moreno - verás que pronto te lo dirá.

(...)

Claro que ese pronto jamás llegó, habían pasado tres días, tres días desde que Taehyung no salía de su cuarto, solo se limitaba a abrir la puerta para que la señora Lee le pasará la comida y nada más de ahí. Él bebé se sentía bastante inquieto en las noches cuando el chico empezaba a desprender su aroma a caramelo agrio, lo que llevaba a Namjoon y Jimin a cubrirlo con sus feromonas para que Jungmin se calmara.

Jimin se encontraba en aquel laberinto del jardín, alejado de todo, hasta que sintió su celular vibrar, era el tono que usaba cuando su hermano llamaba, él pelirrojo también había estado demasiado extraño desde el sábado y tampoco sabía el porque.

- ¿Que pasa, Hoseok? - se escuchó un sollozo, lo que hizo al rubio alertarse - Hobi ¿Que tienes?

- J-Jimin, yo no quería, t-te juro que yo no quería - los sollozos se hacían más fuertes - mi lobo tomo el control y no supe que hacer.

- Hoseok, cálmate - dijo Jimin bastante preocupado - no entiendo de que hablas, explícate por favor.

- Marque a un Omega - en ese momento Jimin sintió como si su corazón se hubiera detenido, el aire le empezó a faltar en sus pulmones - no se cómo pasó, te juro que no quería hacerlo.

- ¿Cómo me dices que no querías hacerlo? ¡¿Cómo dices eso?! - ya se había alterado - ¿Inconscientemente aparecieron tus colmillos y marcaste a alguien? ¿Hoseok, que fue lo que hiciste?

-¡No lo sé! - el llanto siguió más desgarrador - no tengo idea que fue lo que hice, salí el sábado para divertirme un rato, pero de un momento a otro sentí un olor que hizo que mi lobo tomara el control y te juro Jimin que no estaba cuerdo. Al despertar me di cuenta la cagada que había hecho y decidí huir.

- ¿Huir? ¡¿Aparte de que marcas a un pobre Omega se te ocurre huir?! - ahora él que comenzó a llorar fue Jungmin - ya, bebé. Mami está aquí - empezó a arrullarlo - ¿Siquiera sabes quién es? Hoseok, ese Omega debe estar por ahí asustado, tratando de comprender todo esto y también sintiendo tus malditas emociones.

- Lo sé, lo sé, pero no sé que hacer - ahora gritaba desesperado - no tengo idea de quién era.

- Hobi - trato de tranquilizarlo - Hobi ¿T-tu lo anudaste? ¿El Omega estaba en celo? - hablo preocupado.

- No lo sé, Jimin. Eso es lo que más me preocupa ahora, porque siento las emociones triste que está sintiendo el Omega y mi lobo me pide encontrarlo - se oía triste - no se que hacer, Jimin.

- Lo primero es calmarnos, ya después empezaremos a pensar quien podría ser ese Omega.

Lo que ninguno de los dos sabía, era que ese Omega estaba más cerca de lo que creían y que ese sería el detonante de una fuerte discusión.

Pequeño Cachorro [NamMin]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu