Capítulo 33

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Porqué tus comentarios me alegran el día jajaja y todas tus ocurrencias, así que este capítulo es para ti BereniceJassoRuiz
Espero lo disfrutes.

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Las manos del Omega acariciaban el pecho del alfa, con suaves caricias, mientras que sus labios se fundían en un beso bastante intenso, dónde sus cuerpos sintieron el calor. Namjoon desató el nudo de la bata que traía el Omega, recorriendo con sus yemas aquel pecho suave, pasando sus labios en besos bastante húmedos que hacían delirar a Jimin.
Bajando lentamente, besando así su estómago bajando un poco más, llegando a su muy goteante miembro que sin previo aviso lo metió a su boca.

– Mmm, Nam – jadeo arqueando su espalda.

Pero claro que eso no detendria al alfa de seguir chupando el pene del Omega, ahora dirigiendo sus dedos a la entrada que ya estaba lo bastante humeda, pero necesitaba prepararlo, así que cuando fue adentrando el primer dedo Jimin abrió más sus piernas dándole mejor acceso. Con toda la delicadeza empezó a prepararlo escuchando esa sinfonía de gemidos que llenaban la habitación y ni hablar de aquel aroma a uva, cuando sintió que el Omega se iba a correr fue cuando se detuvo, arrodillándose en la cama para empezar a desvestirse, observando como los ojos del Omega lo miraban con deseo, lo miraban con anhelo.

Así que se desvistió lentamente, apreciando cada mirada, cada gesto, hasta que quedó completamente desnudo y se acercó para besarlo de nuevo, tomando sus piernas para enrollarlas en su cintura, alineando su miembro en la entrada ya preparada del rubio.

– Mirame – sus ojos se conectaron, Namjoon se fue adentrando lentamente hasta que vio la cara de dolor del Omega – está bien, amor. Pronto pasará, solo mírame – beso con ternura su frente, luego paso a besar sus mejillas para adentrarse más – eso es, precioso – cuando ya estuvo completamente dentro de Jimin, espero unos momentos para que se acostumbrara a él – ¿Estás listo?

Al ver el asentimiento de su Omega lo tomo de las manos para entrelazarlas, empezando un vaivén lento, moviendo sus caderas con amor, sintiendo cada parte de ellos fundirse en un calor cálido, en algo tan hermoso.

– Ah~ Alfa – las uñas de Jimin se clavaron en las manos de Namjoon, moviendo igual sus caderas junto a Namjoon – bésame.

Namjoon no se opuso y unió sus labios, chupando la lengua de su Omega que lo único que hacía era gemir maravillosamente, bajo sus labios hasta tomar uno de los pezones del rubio, sintiendo un poco el sabor de la leche, mordió con delicadeza. Ahora podía entender a su hijo, vaya que los pezones de Jimin eran la gloria.

– Creo que ahora voy a competir con Jungmin – eso hizo reír al rubio que gimió alto cuando Namjoon empezó a ir más rápido – eres mío, todo mío.

– Soy tuyo, mi alfa – arqueaba su espalda, gimiendo aún más alto – te amo, Nam.

Eso hizo que el alfa se detuviera unos segundos, tratando de procesar aquella situación, jamás pensó que el primero en decir esas palabras fuera el Omega, siempre pensó que él sería el que las diría, así que le dió la sonrisa más sincera para besarlo con amor, tratando de transmitirle que también sentía lo mismo, que desde que llegó a su vida todo había cambiado para bien. Que se había enamorado perdidamente de él en el momento que sintió su olor a uva, solo que no quería aceptarlo por honrar a su difunta esposa.

Gracias, gracias por traer a este hermoso Omega a mi vida.

Le decía mentalmente a la diosa luna, apreciando este momento, este hermoso momento dónde lo tenía debajo de el, apreciando la forma en que gemía su nombre, en la forma que sus piernas se aferraban a su cuerpo para que durarán así para siempre, como sus manos apretaban más el agarre junto a las suyas y ver esos ojos, esos hermosos ojos que lo miraban como si fuera lo único que necesitará en la vida.

– Oh, Jimin – ahora tenía unas cuantas lágrimas bajando por sus mejillas – no tendría como agradecerte de haber llegado a mi vida, no sabes lo feliz que me siento cuando estoy contigo – beso su frente – quédate conmigo para siempre.

– Me quedaré contigo toda la vida, Namjoon – le sonrió – ahora márcame, alfa.

Namjoon siguió moviendo sus caderas, tocando el pequeño punto del rubio que no tardo en correrse gritando del nombre del alfa, hasta que Namjoon siguió hasta sentir que estaba a punto de correrse sacando sus colmillos y ya cuando estuvo listo marco al Omega, sintiendo el nudo formándose.
Formando su lazo, sintiendo ahora los sentimientos del otro, sintiendo la calidez de sus corazones.

Y con las respiraciones agitadas, Namjoon se acomodo para no lastimar al Omega con su nudo.
Era suyo, ahora esto era verdaderamente oficial, podía sentir todo lo que sentía su Omega, desde la angustia, hasta la felicidad, así que se acercó para empezar a besarlo delicadamente.

– Eres hermoso – besaba sus mejillas, luego pasando hasta su nariz – el Omega más hermoso que he visto, eres mi Omega. Mi bello y precioso Omega.

– Alfa – Jimin lloraba de felicidad – eres la mayor felicidad que pudo llegar a mi vida, tu y tú precioso hijo.

– Nuestro precioso hijo – siguió besándolo – cásate conmigo.

Claro que eso había sido repentino para Jimin, su corazón empezó a bombear más rápido de lo normal, sintiendo como el aire le faltaba.

– No tienes que darme una respuesta ahora – cuando sintió su nudo desaparecer, salió del cuerpo del Omega – puedo esperar, esperaría por ti toda la vida, esperaría las vidas que tenga que tomar tu respuesta. Nada más quiero que tengas presente que quiero todo contigo, porque te amo como nunca había amado a nadie, porque te elegiría a ti en todas las vidas.

– Namjoon – con sus pequeñas manos acarició las suaves mejillas de su alfa, de su bello alfa – te amo tanto.

– Yo igual, te amare hasta que mi lobo deje de existir, mi Omega.

Con eso culminó su noche, con palabras de amor y una pedía de matrimonio que aún no había sido respondida, pero que pronto se podría hacer realidad.

(...)

Su cuerpo lleno de cables, mientras sentía el dolor aún más profundo, sus ojos estaban llenos de lágrimas, sus brazos estaban llenos de cicatrices de mordidas. Su alma se sentía vacía, mirando aquella casa tan solitaria se dió cuenta que estaba solo en esto, que estaría solo hasta que el bebé naciera y tenía que seguir solo.
Su corazón estaba fallando, su cuerpo igual, solo esperaba sobrevivir, tocó suavemente su vientre, sintiendo el dolor recorrerlo de nuevo.

– Vamos a salir de esta – se retorcía de dolor – lo prometo y estaremos juntos pequeño bebé. Aguantaré por ti, solo por ti.

Lloraba aún más, pidiéndole al cielo que lo escuchará para que calmara un poco su dolor, tratando de comunicarse con su lobo siendo imposible, solo esperaba no morir, no podía morir.


Pequeño Cachorro [NamMin]Where stories live. Discover now