Capítulo 32

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Maratón 4/4

Su última cita, una cita que Namjoon ya tenía planeado hace días, después de la cita en el parque de atracciones las cosas se habían puesto mejores para ellos los dos, siendo más románticos, los despertares de Jimin eran los mejores, ya que cada mañana entraba su alfa a repartir besos en su cara para levantarlo y al bajar se encontraba con el delicioso desayuno, esto era más de lo que alguna vez había pedido.

Así que esa mañana se levantó temprano para ser el, el que sorprendiera a su lindo alfa, así que después de hacer sus necesidades bajo a la cocina para preparar un delicioso desayuno, poniendo manos a la obra. Empezó a hacer la masa de panqueques, para cocinarlos, después empezo a picar un poco de fruta y por último café, cosa que no podía faltar en el desayuno del alfa, así que con todo ya preparado subió con una bandeja hasta la habitación.
Dónde su alfa todavía estaba durmiendo, dejo la bandeja en la mesa de noche y se acercó al cuerpo de este para empezar a repartir tiernos besos en su rostro.

– Cielo – siguió repartiendo besos – prepare el desayuno – acarició la espalda desnuda del alfa, para luego seguir besándolo hasta que despertó – buenos días.

– Buenos días, amor – se levantó con cuidado para luego dar un beso en los labios del rubio – ¿Y está hermosa sorpresa a qué se debe?

– A qué eres el mejor alfa – lo beso – prepare el desayuno.

– Gracias, mi bello Omega.

Con eso el alfa beso de nuevo a Jimin, tomándolo de la cintura para sentarlo en sus piernas, para empezar a repartir pequeños besos en su rostro y cuello, jamás pensó que sería así de cariñoso con alguien, pero es que el Omega había robado su corazón y hacia querer hacer de todo con el.
Con eso ambos tomaron el desayuno para comerlo, hasta que despertó Jungmin y tuvieron que ir por su hijo consentido.

(...)

La manta estaba lista, también las cosas que había preparado, las rosas que había comprado igual estaban junto a la comida, así que lo único que faltaba era el bello Omega, está vez traería a su hijo con ellos. Con todo preparado, fue en busca de sus dos amores para pasar una linda tarde de picnic y con eso culminaba la última cita.
Dónde sería el paso siguiente para por fin crear el lazo que los uniría para el resto de sus vidas, así que con el corazón latiendole a mil fue a buscar a las dos personitas que más amaba en el mundo, a la cual los protegería de todo.

Al llegar pudo ver al Omega junto a su hijo esperándolos en la entrada de la casa, así que bajo del auto para saludarlos a los dos con un beso en la mejilla, para después guiarlos al auto donde emptenderian la hermosa cita que tenía.
El viaje fue agradable como siempre, con Jungmin tratando de tararear alguna de las canciones que ponía su padre y tomando la mano de su madre, hasta que llegaron al destino donde Jimin sonreía al ver todo lo que su alfa hacia para él.

– No creo que me merezca todo esto – se sentó en uno de los cojines junto a su cachorrito.

– Claro que sí, te mereces el mundo entero, cariño – Namjoon se sentó junto a él.

Con eso comieron todo lo que Namjoon había preparado, viendo como Jungmin intentaba ponerse de pie cayendo una que otra vez, después de cansarse empezó a gatear por todo el lugar tomando algunas frutas para empezar a chuparlas y embarrarse toda la cara, una de ellas era la fresa que de tanto apretarla con sus pequeñas manitas termino todo embarrado, manchando así su boca junto a la linda ropa que traía.

– Eres el monstruo de fresa, corazón – Jimin se le acercó para cambiarlo de ropa – mira como volviste la linda ropa que prepare para ti, aunque te ves bastante adorable mi lindo cachorrito – beso sus mejillas haciendo que el bebé se riera.

– mmma mmm – trataba de hablar – mammmi – Jimin quedó sorprendido al igual que Namjoon – mami.

– No puede ser – en eso las lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas – mi lindo bebé dijo sus primeras palabras.

– No es justo, debió decir papi – decía Namjoon indignado, acercándose a su bebé para besar sus mejillas.

– Mami, mamiiii, mami – decía para levantar los brazos hacia Jimin.

– Eres un pequeño traídor – lo volvía a besar Namjoon – ve con tu madre.

– Oh, bebé – Jimin lo tomo en sus brazos – eres la cosita más hermosa que existe, mi pequeño bebé.

Y con eso los dos adultos se sintieron más que felices en ese día de picnic, jamás pensaron que su lindo bebé fuera a decir sus primeras palabras ese día, pero había sido uno de los mejores días para ellos los dos.
Al llegar la noche fue cuando decidieron volver a casa, dónde ambos acostaron a su bebé, contándole un lindo cuento y Namjoon cantándole una canción hasta que quedará dormido.

Jimin decidió ir a tomar una ducha mientras que Namjoon preparaba la cama para irse a dormir, lo que jamás espero fue ver a su bello Omega con una bata de seda color crema medio cerrar, dejando ver su pecho junto a su calvicula, su cabello estaba humedo y sus hermosas piernas contorneadas.
Jimin se acercó lentamente a su alfa pasando sus brazos alrededor del cuello de este, atrayendolo hacia el para empezar un delicioso beso subido de tono, Namjoon sujeto de sus piernas para levantarlo y así el Omega enrollara sus piernas en la cintura de este.

Namjoon empezó a repartir besos en su cuello dejando una que otra marca, caminando lentamente hasta recostarlo en la cama quedando encima de él.

– Creo que ya es momento de que me marqués, alfa.

– Estaría encantado de hacerlo, Omega.

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Y con eso termina el maratón, espero lo hayan disfrutado.

Pequeño Cachorro [NamMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora