Pequeño Cachorro [NamMin]

Capítulo 16

Claro que los días pasaron, dos semanas para ser exactos en la cual ninguno de los dos despertaba, dejando al alfa bastante desesperado. Iba todos los días a visitarlos, tratando de todos los medios que despertarán, no podía verlos así, ya no podía aguantar más.
Llegar a su casa vacía, para no poder conciliar el sueño, necesitaba tanto a su bebé, no podía ni concentrarse en él trabajo.

Todo lo estaba haciendo mal, a lo único que se limitaba era a ir al hospital, le leía unos cuantos cuentos a su hermoso bebé y después pasaba a la habitación del Omega para impregnar su olor en él, necesitaba tenerlos de vuelta, era lo único que necesitaba.

- Jisoo - se acercó a la doctora - dijeron que tenía que esperar ¿Cuánto más tengo que esperar?

- Creo que deberíamos poner a los dos en la misma cama - la miro confundido - esto paso porque los dos se separaron, debemos buscar la forma para que sus lobos sepan que están juntos de nuevo, tenerlos separados no es una opción en estos momentos, ya han pasado días, lo cuál es preocupante.

Namjoon lo único que pudo hacer fue asentir, si eso hacía que los dos volvieran a despertar entonces haría lo necesario para que lo hicieran.
Al pasar unas horas ya los dos estaban en la misma cama, dónde se esperaba que eso funcionará para que hubiera una mejora.

(...)

Mejora que nunca llegó, Namjoon se sentía morir, hace ya días que no dormía, su cuerpo se sentía bastante débil y no se atrevía a salir de aquel hospital. Una semana, paso una semana desde que los habían juntado, se suponía que todo debía cambiar, se suponía que ya deberían estar despiertos.

Había pasado día y noche en aquel hospital, entrando para cubrirlos con su aroma, hablandoles, ya no podía más, no podía seguir con esto.

– Jisoo se suponía que había una mejoría – hablo bastante alterado – ¿Cuánto más tengo que esperar? Dime – empezó a llorar.

– Namjoon – Rosé se acercó – tienes que calmarte, Jimin es el que más nos preocupa me temo que él no quiere despertar y si él no quiere – suspiro preocupada – significa que Jungmin no va a querer despertar tampoco.

Su mundo se vino abajo, sentía como todo se estaba acabando en cuestión de nada ¿Que hizo?
Se dejó llevar por sus instintos y ahora estaba pagando las consecuencias, lo estaba pagando con creces. Se dirigió a la habitación donde estaba su hijo junto al Omega, no sabía cómo hacer que volviera, necesitaba a su pequeño cachorro con él, lo necesitaba como el oxígeno para respirar.

– Por favor – tomo la mano de Jimin – despierta, por favor, por favor – beso la palma de su pequeña mano – haré lo que me pidas, haré lo que tú quieras, pero por favor despierta... N-necesito que despiertes, Jimin.

Vamos Omega, despierta.

Como si lo hubiera escuchado empezó a abrir lentamente los ojos, pero todo empeoró cuando se levantó de golpe asustando a Namjoon y empezando a llorar como un niño pequeño. Empezó a desconectar los cables de su cuerpo haciéndose daño.

– Ey – Namjoon intento acercarse, pero el rubio se alejo asustado – Jimin, soy yo – pero eso no importo, volvió a llorar cubriendo su cuerpo.

– E-el m-me tocó – lo decía bastante destrozado – ¡Me tocó! L-lo hizo – su llanto no se detenía.

Se bajó de la cama cayendo en el intento por salir, sus piernas se sentían adormecidas, pero lo único que quería era desaparecer. No quería estar en ese lugar, no sabía cuál era su diagnóstico y ni siquiera sabía si Eunwoo había abusado de él, se sentía bastante sucio, sintió como su garganta se cerraba sintiendo náuseas.
¿Por qué le estaba pasando esto? ¿Que había hecho mal? ¿A caso se lo merecía?
No podía más con esto, empezó a entrar en pánico, el aire le faltaba, sentía como si su mundo ya no fuera lo mismo.

– Jimin – Namjoon se arrodilló frente a él, acercó lentamente su mano a la mejilla del chico – estoy aquí, no dejaré que nadie más vuelva a hacerte daño, ni siquiera yo.

El rubio se acercó lentamente al moreno, se aferró a su cintura con fuerza para luego refugiarse en el pecho del alfa, estaba aterrado, muy aterrado pensando en lo que le había hecho ese maldito alfa, no podía ni pensar en que si abusaron de él.

– Alfa – lloraba desesperado, intentando encontrar refugio en aquel hombre, necesitaba sentirse seguro.

– Estoy aquí, siempre estaré aquí – Namjoon cubrió con sus brazos el cuerpo del Omega – perdóname, debí llegar un poco antes. Perdóname jamás debí sacarte de mi casa.

El moreno no podía con la culpa, no después de ver al chico así, se veía bastante mal y todo había sido su culpa. Por otro lado Jimin se sentía bastante asqueado, se sentía tan miserable intentando sentir algo de alivio. Y sintió algo de paz, sintió algo de alivio cuando pudo percibir el olor a menta fresca, entonces en ese momento ya no quería irse de la ese lugar, quería quedarse hasta que todo se sintiera bien otra vez, solo quería que todo estuviera bien.

(...)

Mientras que al otro lado del hospital se encontraba un Omega bastante asustado, sus manos temblaban intentado comprender que todo estuviera bien, rogándole a la diosa luna que todo fuera un mal entendido y que los malestares que sentía hayan sido por algo que se hubiera comido. Tras escuchar su nombre entro al consultorio, mirando aterrado hacía el doctor que lo miraba con empatía, solo necesitaba que le diera los resultados.

– Kim Taehyung – el chico empezó a temblar – felicidades, está embarazado – sus lágrimas no tardaron en salir – tienes tres semanas de gestación – iba a vomitar.

No podía estar embarazado, no quería estar embarazado así. Siempre soño en tener una relación bastante hermosa, tener una familia, no pensaba que todo eso se había acabado por una noche de fiesta.

– ¿Hay una probabilidad para interrumpir el embarazo? – su lobo empezó a rasguñar enojado, el doctor lo miro y asintió lentamente – quiero abortarlo.

El lobo de Taehyung empezó a herirlo por dentro, pero al chico no le importo no podía tener un bebé así, no podía siquiera en pensar que podría tenerlo cuando todo había sido un maldito error, cuando todo había sido porque su lobo decidió tomar el control y dejar que lo embarazaran, lo que era peor fue que permitió que lo marcarán.

Es nuestro destinado.

No importa, fuera quien fuera, no podía haber pasado así, tenía que haber sido diferente. Y con eso el chico se destrozó más.