Capítulo 34

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La alarma empezó a soñar levantando a Namjoon, eran las siete de la mañana lo que significa que ya casi tiene que ir a trabajar, miro a su Omega desnudo durmiendo, reluciendo la marca en su cuello. Se acercó para empezar a besarlo, con las yemas de sus manos recorrió la espalda de Jimin, tan suave, acercó sus labios a ese lugar empezando a dar besos húmedos.
Hasta que escucho un llanto provenir de la otra habitación, buen momento para que su hijo despertara.

– ¡Mami! – grito entre llanto, lo que hizo a Jimin le antarse de golpe, quejándose por el dolor de espalda.

– ¿Que me hiciste, Namjoon? – lo miro molesto.

– Ayer no decías lo mismo cuando me pedías más – se acercó para besarlo lentamente – buenos días, cariño.

– Buenos días – intento levantarse otra vez, siendo imposible.

Namjoon paso su mano para masajear la parte baja de su espalda, después se levantó para ir por su pequeño llorón que no dejaba de llorar y gritar "mami"
Al tomarlo en brazos, guiandolo hacía el cuarto, él bebé no tardo en removerse en los brazos de su padre.

– Tranquilo – le dijo Namjoon, mientras se lo entragaba a Jimin – esta muy mimado, deberíamos dejar de consentirlo tanto – Jungmin empezó a buscar el pezón de Jimin, cuando lo encontró no dudo ni un segundo en succionarlo – ahora tengo un contrincante.

Namjoon se acercó abrazando a Jimin por la espalda, rozando sus dedos en el otro pezón del Omega, lo que hizo enojar a Jungmin que le pegó con su pequeña manita.

– Déjalo, Nam – soltó una pequeña carcajada – son de él.

– Claro que no, ahora son mías y tiene que aprender a compartir – al parecer Jungmin entendió cada palabra de su padre, lo que hizo que gritara enojado – tienes que compartir, pequeño mimado.

– M-mami – comenzó a llorar.

– Fue suficiente, Namjoon – le dijo molesto – déjalo tranquilo.

– Bien – rodo los ojos enojado.

(...)

La fiesta de cumpleaños de Jungmin se acercaba, así que Jimin corría de aquí para allá buscando los adornos perfectos, estaba pensando de que personaje lo haría, así que la idea de los superhéroes no sería mala idea, su hijo ahora pedía ver videos de muchos de ellos.
Se hayaba en la sección de los globos, escojiendo varios de colores, hasta que se encontró con Seokjin y su pequeña hija.

– Hola, Hyung – lo saludo a lo que este se acercó para abrazarlo – la pequeña Jiwoo está demasiado grande – se inclino para estar a la altura de la pequeña – hola, princesa.

– H-hola, tío – la niña se acercó al rubio para besar sus mejillas.

– Tú estás bastante radiante, Jimin – halagó el castaño – ¿Cómo has estado? Desde la última vez que almorzamos no nos volvimos a ver ¿Cómo está, Hobi?

– He estado muy bien y hablando de Hobi, el decidió irse a Japón por trabajo – Seokjin lo miro confundido.

– ¿A Japón? ¿Por qué?

– Es una larga historia, se que el trabajo fue una oportunidad que le brindo Yugyeom pero – suspiro – yo creo que decidió irse por otra cosa – Seokjin le hizo una seña para que siguiera ya que no estaba entendiendo nada – marco un Omega ya hace mucho, el chico no lo tomo nada bien así que decidió romper el lazo, lo que ocasionó que Hoseok casi muriera y ahora ese Omega está embarazado, se fue de la casa a quien sabe dónde.

– Espera, Dios esto es muy difícil de procesar.

– Lo sé, fue algo muy complicado.

– ¿A quien le vas hacer fiesta? – pregunto curioso – ¿Ahora trabajas organizando fiestas? Creí que seguirías en la pastelería, horneas los mejores postres.

– Tengo un hijo, Jin – ahora si Jin no podía de la sorpresa, sus ojos casi se salen de sus cuencas – y ya no trabajo en ese lugar, estoy pensando en abrir mi propia pastelería.

– Dios, Jimin – seguía en shock – termina tus compras, yo terminaré las mías y nos vemos para almorzar, tienes mucho que contarme.

Jimin siguió con lo suyo, encontrando un disfraz de Iron Man y Capitán América, eso sería bastante perfecto.
Ya con todo listo se dirigió a pagar todo lo que había comprado, para después encontrarse con Seokjin en uno de los puestos de comida de aquel centro comercial.

– Ahora si, me vas a decir todo esto – Jin se sentó después de pedir la comida – tú con un hijo, Hoseok marcando a un Omega ¿Que carajos paso? – luego miro el cuello del Omega – ¡Dios, Jimin! Ahora tienes una marca – el Omega enrojeció.

Jimin no sabía cómo decirle, hasta que empezó por todo, desde el día en que Jungmin lo encontró en el supermercado, hasta cuando Hoseok marco al hermano de Namjoon ocasionando un caos que lo mando al hospital, la casi violación que casi tuvo, hasta que Namjoon empezó a cortejarlo, después la partida de Hobi, hasta la marca que tuvo el día anterior con una propuesta de matrimonio.

– Vaya, esto es demasiado repentino – siguió comiendo, tratando de procesar todo – ¿Y tú madre ya sabe de todo esto?

– Sabes muy bien que mi madre se alejo de nosotros desde que papá murió, además no he tenido nada de contacto con ella y si fuera poco la última vez solo llamo a Hoseok por dinero – bajo la cabeza triste – siempre pensamos que estaría para nosotros, pero ya ves que no.

– Oh, Mimi. Sabes muy bien que yo siempre estaré para ustedes – tomo sus manos – aunque siempre me digan las cosas demasiado tarde.

– Por eso te amo, Jin Hyung – saco de su mochila una invitación – por supuesto tú, Jackson y la pequeña Jiwoo están invitados a la fiesta de mi bebé.

– Hay estaremos, no te preocupes.

El día transcurrio con ellos dos hablando, luego llevaron a Jiwoo a los juegos hasta que Jimin decidió que ya era hora de volver a casa. Con todas las cosas preparadas, entro a su hogar encontrándose con el alfa que lo recibió con un apasionado beso.

– Hola, amor – le sonrió volviendo sus ojos medias lunas.

– Mi hermoso Omega, te ves muy cansado – lo ayudo con las bolsas – ¿Quieres un masaje?

– Eso me encantaría, estuve caminando por todos lados buscando todo lo que necesitaba para la fiesta de cumpleaños de nuestro bebé.

– Va a ser perfecto, cariño – se acercó para besar su frente – eso no lo dudes, eres el mejor Omega.

– Además, mira lo que compre – le mostró los disfraces – preparado para ser mi capitán américa, cariño – le dijo coquetamente.

– Ya sé quién podría ser Iron Man – le sonrió.

Estaban a punto de besarse de nuevo, hasta que escucharon un pequeño llanto.

– ¡Mami! – grito Jungmin desde su habitación, eso quería decir que se había levantado de su siesta.

Desde que había dicho esa palabra, ahora no paraba de decirla, la usaba para todo. Así que Jimin subió hacia la habitación encontrando a su bebé llorando pidiendo por él, estuvo casi todo el día por fuera así que era normal que su bebé lo extrañará, lo tomo en brazos arrullandolo hasta que se calmo y pidió ser bajado para jugar con alguno de sus juguetes.
Jimin le sonrió, su bebé tendría la mejor fiesta de este mundo.

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Ya casi nos vamos acercando al final, espero les guste este capítulo y perdón por la tardanza.

Pequeño Cachorro [NamMin]Where stories live. Discover now