ALIANZAS PARA LA GUERRA

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ANYRA

Estamos actualmente en nuestra habitación.

Derek está recostado en el espaldar de la cama, mientras que yo estoy acostada con mi cabeza en sus piernas y, él usa su mano para acariciar suavemente el cabello.

No hemos hablado mucho luego de salir del hospital. El camino de regreso fue silencioso. Él no quería hablar y yo preferí guardar silencio, ya que, por obvias razones, la noticia que el doctor nos dio fue, usando un término simple, sorpresiva.

—Derek —murmuré su nombre.

—¿Qué te gustaría cenar? —preguntó, esquivando el tema que obviamente quería tocar.

—Por favor, Derek —insistí sin subir mi tono de voz.

—Me gustaría pollo —divagó cínicamente—. Aunque una pizza tampoco estaría mal.

—¡Di algo, maldita sea! —exploté levantándome de la cama.

Me siento en el borde del colchón y lo miro con ojos de súplica.

—¿Qué quieres que diga?

—No te hagas el tonto conmigo, Derek Reed.

—Anyra...

—¡Basta!

No jugaré al gato y el ratón con Derek.

—Bien —asintió Derek—. Quieres hablar, ¿no? Hablemos.

—Empieza tú, por favor —señalé.

—Ese bebe... —señaló mi vientre con su dedo—. Yo... no lo sé.

—¿Lo odias? —pregunté llena de miedo.

—¡Claro que no! —exclamó ofendido—. Es mi hijo, Anyra. Primero se congela el infierno antes de que yo lo odie.

Debo confesar que escuchar esas palabras me tranquilizan el corazón.

—Derek, yo tampoco estoy bailando de gozo, ¿sabes? —confesé apenada.

—Nos cuidamos, Anyra —dijo—. Fuimos precavidos o eso pensaba.

—Los accidentes pasan —señalé—. Solo ocurren y ya.

Derek soltó un enorme suspiro.

—Un hijo no es un juego, Anyra —Derek se sentó en un borde de la cama—. Esto es serio.

Yo sé que es serio, no soy una niña estúpida.

—Lo dices por los Hess, ¿no es así?

—Intentaron matarte, no tengo pruebas, pero es obvio que fueron ellos. Si descubren que estás embarazada, no quiero ni imaginar que intentarán hacerte.

—No tiene por qué saberse.

—Estas cosas se saben, Anyra.

Veo claramente que Derek está preocupado, muy preocupado. Sin embargo, así como sé eso, también sé que esa enorme preocupación se debe en parte a otra cosa.

—¿Algo más?

—No.

—Dime la verdad, Derek. Sin secretos entre nosotros, ¿recuerdas?

Derek Reed es un hombre que hace temblar a sus enemigos, ese lado salvaje de él me vuelve loca y deseosa de hacerle el amor. Pero, hay un lado cálido que solo yo puedo ver en Derek, y ese lado cálido viene con un semblante amable en su mirada que estoy viendo en este preciso momento.

Suavemente, Derek tomó mi mano y me atrajo lentamente hacia su pecho, yo disfruté su gesto y me abracé a él, dejándome envolver por su calor protector.

UN LAZO A TRAVÉS DEL TIEMPOWhere stories live. Discover now