UN LAZO A TRAVÉS DEL TIEMPO

ANYRA, LANA Y DEREK

ANYRA

Me causa algo de diversión ver a Derek jugar a ser James Bond.

Hoy salió vistiendo un atuendo poco usual en él y, según sus propias palabras, lo hace para pasar desapercibido en la calle. Esto es de no creer. Salgo con una especie de agente secreto 007, una de mis fantasías de pequeña. Nadie puede criticarme. Díganme, ¿Quién no fantaseó que el apuesto y letal James Bond las raptaba y llevaba a un crucero lleno de un frenesí sexual? Al menos yo sí lo hice. Mi novio es guapo, alto, musculoso y de ascendencia británica, por lo que no estoy muy lejos de la realidad.

—Anyra —escuché mi nombre—. ¿En qué piensas?

—Nada importante —negué moviendo la cabeza—. Disculpa, Lana.

Sí. Me encuentro de compras en el centro comercial con mi amiga Lana Villareal, ¡La supermodelo! Es divertido, los encargados de las tiendas la conocen y le dejan todo gratis, y a mí por ser su amiga me hacen un descuento, incluso hubo uno que otro que me reconoció por el desfile de moda. Me siento muy emocionada.

—Me alegra que mi suplente esa noche hayas sido tú. Aunque estoy algo dolida, no me dijiste que trabajabas para Justin.

—Mi error. Pero en mi defensa, eso sucedió después de conocernos.

—Justin tiene un gran complejo de diva, espero puedas soportarlo.

—Es algo altanero, pero cuando comienza a gritar como loco finjo que lo oigo y pienso en The Crown.

—¿The Crown? La serie de Netflix.

—Sí.

—Anyra, ¿Por qué piensas en eso?

—Curiosidad. ¿La continuarán o brincarán de golpe a la muerte de la Reina Isabel?

—Tu mente sin duda alguna es algo que solo entiendes tú.

—Gracias... creo.

No estoy segura si me halagó u ofendió, por lo que no comentaré nada.

—Me siento muy apenada contigo, Anyra. Me estuviste llamando y escribiendo durante días, pero yo no respondí.

—Tranquila, Lana. Tu hermano me explicó que tu galán, o bueno, el desgraciado de tu ex galán te terminó.

—Aún no lo supero, Anyra. Lo amo, ¿sabes? Suena loco, ¿Cómo puedo amar a alguien que me despreció? Pero lo hago. Lo amo con locura.

Ese hombre tiene que ser muy bueno en la cama si tiene a Lana suspirando por él aun después de que la dejó.

—Si me lo encuentro en la calle voy a golpearlo.

—Mejor no. Él tiene muy buenos contactos en los tribunales.

—¿En serio?

—Sí. Es abogado, uno muy bueno.

Oh, vaya. Lana y yo tenemos un gusto parecido, nos enamoramos de un abogado, quien lo diría, ¿cierto?

—Soy buena actriz. Me pararé frente al jurado y lloraré angustiada.

—¿Crees que te funcionará eso?

—Soy linda y rubia. Créeme, nadie le puede decir que no a una chica linda y rubia.

—Eso es clasista, Anyra.

—Pero es verdad. Viste Legalmente Rubia, ¿cierto?

—¿En serio estás basando tu hipotética defensa en una película de inicios del nuevo milenio.

—Error. Estoy basando mi hipotética defensa en una de las mejores películas de inicios del nuevo milenio. No exagero cuando digo que es de las mejores. ¿Dónde más ves a una barbie rubia de traje rosado ganar en la suprema corte?