TE AMO

367 39 51
                                    

ANYRA

La cálida y salada brisa de mar baña mi rostro y hace bailar mis largos cabellos.

Me encuentro disfrutando de un momento de paz y tranquilidad, sentada en una gran roca, cerca del risco más grande, mirando embelesada el extenso mar y la puesta de sol en frente de mí.

Ser capaz de admirar este hermoso paisaje ya es un sueño hecho realidad, un privilegio que pocas personas puede disfrutar.

—Oh, veo que también te gusta el paisaje —llevo mi mano derecha hacia mi abultado vientre y lo acaricio dulcemente.

Hace ya unos meses que comencé a usar estos vestidos de maternidad. No soy fanática de la ropa holgada, siempre me gustó presumir mi figura. La ropa de maternidad es grande y poco agraciada, pero tengo suerte de tener a mi entera disposición la mejor costurera del reino, quien diseñó para mí una gran variedad de vestidos sueltos en el vientre, pero ajustados en el pecho.

Mi cuerpo es privilegiado. Mi vientre crece y se abulta, algo obvio porque cargo un bebe en mi interior, pero mis brazos y piernas se mantienen sin mucho cambio, la única zona de mi cuerpo que ha crecido desde que empezó el embarazo han sido mis senos, y bueno, no creo que a mi esposo le moleste eso ultimo.

Esto es relajante, muy relajante.

—Serás una princesa muy consentida —le dije a mi bebe—. Tienes a toda tu familia ansiosa esperando tu nacimiento.

A veces pienso en lo que fue. Pienso en todo lo que tuve que vivir para poder estar donde estoy justo ahora. Desobedecí a mi padre al casarme con el hombre que amo, no con el hombre que mi padre eligió. Eso ocasionó que una alianza que se iba a formar con ese matrimonio fuera destruida antes de siquiera crearse. Mi papá se molestó durante meses, pero hace solo 1 mes me escribió diciéndome que esperaba ansioso la llegada de su primer nieto.

Pobre de mí amargada madrastra. No importa cuantos hijos le dé a mi padre, yo soy su hija favorita y nunca podrá estar durante mucho tiempo enojado conmigo. Debe ser triste para mi horrorosa madrastra darse cuenta día tras día que, no importa cuantos príncipes de a luz, yo siempre será los ojos de mi padre.

Su primera hija.

La hija que tuvo con su verdadero amor. Soy el fruto del amor de mis padres, no soy un bebe que nació por obligación, mis padres se amaron y de ese amor nací yo.

Suspiré y cerré los ojos en un intento de volverme uno mismo con el ambiente.

—Debes darte prisa, mi amor. Tu papá y yo estamos esperándote.

-0-0-0-

Me pesa el cuerpo.

Incluso mis parpados parecer pesar 5 kilos cada uno.

¿Dónde estoy? Lo último que recuerdo es quedar inconsciente en medio de un callejón, y también... también...

—¡Derek! —saqué fuerzas de mi interior y grité su nombre.

Una mano grande toma la mía, la sujeta con fuerza, pero también con dulzura.

—Estoy aquí, Anyra.

Abro mis ojos y lo primero que veo es el rostro de mi salvador.

—Derek —repetí su nombre en un susurro, con mis ojos comenzando a llenarse de lágrimas—. Derek, él quería... él iba a...

Ni siquiera puedo decirlo, siento que, si me atrevo y digo que estuvo a punto de hacerme Cristian, eso terminaría volviéndose una realidad.

—No lo digas —Derek suelta mi mano y me envuelve en un abrazo—. Jamás te pasará nada mientras yo viva, ¿lo entiendes?

UN LAZO A TRAVÉS DEL TIEMPOKde žijí příběhy. Začni objevovat