AMO Y SIRVIENTA

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DEREK

Maldita sea mi suerte. ¿Cómo es posible que Anyra y Lana se conocen? Digo, ¿Cuantas probabilidades había de que eso ocurriese? Esto es un mal chiste, un maldito mal chiste.

Al llegar a casa, tuve que explicarte a Anyra toda mi historia con Lana, una historia que casualmente puede resumirse entre costosos almuerzos y cenas, y claro, muchas desenfrenadas noches de sexo, mucho sexo.

¿Saben que me pasó luego? Digamos que decidí seguir el cliché que todas las películas de comedia romántica poseen, admití que tuve sexo con Lana, pero juré en nombre de todos los dioses que nunca la amé y solo amo a Anyra.

Seré honesto, imaginé muchas posibilidades. La posible futura reacción de Anyra tenía muchas variables, pero en ninguna me vi durmiendo en el sofá de nuestro apartamento. Carajo, sin duda la luna de miel duró mucho tiempo, porque esta es efectivamente nuestra primera gran pelea desde que comenzamos a salir, una pelea por algo que hice mucho antes de entablar una relación seria con Anyra, incluso es algo que ocurrió antes de conocer a la propia Anyra. Pero claro, como Anyra se hizo amiga de Lana, tiene esa rara lealtad a su nueva amiga, o ex amiga, porque, aunque no sé qué pasa por la cabeza de Lana, sí puedo jurar que a mí me quiere dejar como un eunuco y no diré que podría querer hacerle a Anyra. No deseo traumar a nadie, ni a mí mismo.

Tengo muchas cosas en la cabeza, pero sobre todas esas cosas, este maldito sofá en la sala me costó 7.000$. ¿Por qué diablos es tan incómodo para dormir? Jamás lo usé para eso, digo, tengo una cama, o tenía si lo digo en tiempo presente. Mi cama fue robada por mi novia y la situación es complicada, pero al menos pensé que mi costoso sofá de cuero negro seria cómodo, cosa que no fue.

Voy a quemar este maldito sofá y demandar a la empresa que lo vende, no pueden estafar de esa forma a las personas y pensar que saldrán impunes, este país no es comunista ni practica el socialismo. Aquí sí tenemos derechos humanos.

Mi día en la oficina fue fatal, algo que había previsto por la mala noche que pasé, pero soy un hombre profesional y di mi 110%, lo hago porque me gusta mi trabajo y amo el dinero. No sigo una agenda políticamente correcta y puedo decir lo que pienso con mucha libertad de expresión.

Mírate, Derek Reed. Sí. Me estoy hablando a mí mismo.

Estoy de pie frente a la puerta de mi apartamento, miro esa puerta blanca y pienso muy en serio en darme media vuelta y dormir esta noche en un hotel. Saben, mi abuelo me advirtió de esto cuando yo tenía 10 años y claramente él aún estaba vivo. Él me afirmó con una confianza inquebrantable en su voz que, no importa si construiste tu casa tú mismo ladrillo por ladrillo, en el momento exacto que dejas entrar a una mujer y permites que guarde su ropa en el closet de la habitación principal, en ese preciso instante tu poder patriarcal sobre el hogar se extingue.

Claro, yo en mi joven inocencia me burlé del abuelo. Sin embargo, mírenme ahora, lamento tanto no haber tomado tus palabras en serio, abuelo. Aunque bueno, lamentar significaría que me arrepiento de haber conocido a Anyra y toda nuestra historia hasta ahora, por lo que realmente no me arrepiento de eso, porque bueno, la amo, y es verdad, el abuelo también me comentó otra cosa, me miró a los ojos y dijo que si esa mujer es la indicada... lo demás no importa.

—Eras un anciano muy sabio, abuelo —suspiré y decidí entrar—. Y sí, aunque es una niña malcriada y mandona... ella es la indicada.

Arreglaré todo este pleito, me tocará disculparme por cosas de las que claramente soy inocente, pero al diablo. Se mentir y actuar muy bien, después de todo soy el mejor abogado de la ciudad.

—Anyra, soy yo —dije al ingresar al apartamento—. Escucha, no quiero pelear más, quiero que sepas que yo estoy...

Son contadas las ocasiones en la que me he quedado sin palabras, en serio son muy contadas, pero esta sin duda alguna es una de ellas. ¿Por qué lo digo? Bueno, lo digo porque Anyra está delante de mí, terminando de servir la cena en la mesa del comedor. Ah, y claro... Está vistiendo un delantal blanco totalmente desnuda. Sus pezones se ven a través de la delgada tela del delantal, la prenda es tan diminuta que, si Anyra hace siquiera un pequeño salto, sus senos se saldrán y quedarán gloriosamente al descubierto. Ya amo ese delantal cuyo origen es un misterio para mí, porque aquí no había ninguno.

UN LAZO A TRAVÉS DEL TIEMPOΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα