REGRESO A CASA

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DEREK

No me molesta recibir una llamada de parte de Anyra. Siempre le digo que no importa la hora o que piense ella que estoy haciendo, si me necesita solo tiene que llamarme y yo iré en su ayuda, y eso fue lo que hizo.

Recibí una llamada de su parte donde me rogaba que fuera a buscarla al club de los elitistas. Odio ese lugar, solo asisten los ricos más influyentes a chismear puras estupideces. Créanme, no hay nada peor que niños ricos de 15 años hablando de logros personales que realmente no lograron solos, es patético y no me gusta estar al lado de gente patética sino obtendré nada a cambio. Sin embargo, sí tengo una membresía en dicho club, he ido muchas veces a cerrar contratos en ese lugar, que no me guste a mí no significa que las personas con las que hago negocio piensen lo mismo.

¿Qué hace Anyra en ese club? No me voy a preguntar como obtuvo una membresía, Anyra es una Evans, su familia es prácticamente de la realeza en esta ciudad. Lo que no entiendo es la razón de porque fue ahí.

Estaciono mi auto fuera del club, ni siquiera voy a entrar al estacionamiento. Los guardias me conocen, les indiqué que vigilaran mi vehículo y ellos aceptaron, no hay nada que una buena propina no consiga. Anyra me dijo que estaba en la alberca grande, caminé lo más rápido que pude para no llamar la atención y llegué al lugar indicado.

Mi sorpresa, es que mi mujer no estaba sola.

—Derek —una sonrisa se formó en sus labios cuando me vio llegar—. Amor, que bueno que llegaste.

—¿Ese niño quién es? —pregunté señalando al infante que Anyra tiene dormido en sus brazos—. Anyra, ese niño es idéntico a ti. A menos que tengas un hijo secreto, creo que es mejor que me expliques que está pasando.

—Derek, por amor a dios —frunció el ceño—. No es lo que crees.

—¿Entonces? —pedí respuesta.

—Es mi hermano menor —me respondió—. Yo lo salvé de morir ahogado y ahora no sé qué hacer.

Oh, así que ese mocoso es un engendro con sangre Hess en sus venas.

—¿Sabías quién era antes de salvarlo?

—No. Vine aquí por pura casualidad, luego escuché un ruido y lo siguiente que supe es que estaba nadando para salvarlo.

—Eso explica porque tu cabello está húmedo.

—¿Qué hago, Derek? No quiero llamar a nadie o se armará un alboroto. Queremos socavar a los Hess, lo menos que quiero es que me acusen por algo que no hice.

Mi chica es inteligente.

Ella ya pensó que Octavio intentaría culparla de querer asesinar a su nieto. Obviamente nada de eso pasó, pero se puede esperar lo que sea de una sabandija como Octavio Hess, y bueno, si queremos sacarlo de la Constructora Evans, la mala publicidad no puede empañar el nombre de Anyra.

—Primero que nada, hiciste bien en llamarme.

—Lamento haber interrumpido tu trabajo.

—Dejé a alguien encargado, no te preocupes.

—¿Entonces que hago?

Buena pregunta. ¿Qué vamos a hacer?

—Si tu padre estuviera en su casa podríamos ir, pero siendo el presidente debe estar en la empresa.

—No está en la empresa. Bueno, estoy casi segura que no lo está.

—¿Cómo lo sabes?

—Se de buena fuente que mi padre ya casi no dirige nada. Prácticamente quien manda es Octavio, no mi padre.

UN LAZO A TRAVÉS DEL TIEMPOWhere stories live. Discover now