UN LAZO A TRAVÉS DEL TIEMPO

LANA

ANYRA

6 meses. Así es, han pasado 6 largos meses desde que mi viejo auto chocó con el deportivo rojo de Derek. ¡Medio año! ¿Pueden creerlo? El tiempo realmente pasa volando y no nos damos cuenta.

—Karen, buenos días.

Frente al edificio donde se ubica el bufete de Derek, me topé con su secretaria, quien valga la redundancia, me odia enormemente.

Es un amor, ojalá nunca cambie.

—No entiendo como sigues aquí. ¿Qué brujería usaste?

Bueno, me acaba de decir bruja, pero me ha llamado de formas peores, por lo que haré de la vista gorda en esta ocasión.

—Usé una pisca de dulzura, una pisca de ternura y otras cosas más —le respondí.

Por obvias razones no le diré que esas otras cosas que uso son mi boca, vagina y hábiles manos. Estoy orgullosa de eso último, soy muy buena usando mis manos, siempre hago que Derek jadeé como un bebe.

—Ya me imagino esas cosas —murmuró Karen—. Estos 6 meses contigo aquí han sido un infierno para mí.

—Karen, recordaste nuestro aniversario —me burlé—. No te hubieras molestado.

—¡Cierra el pico! —me gritó muy roja—. Vamos a entrar al trabajo. No te seguiré más el juego.

—Lastima —sacudí los hombros—. Yo adoro jugar contigo.

Burlarme diariamente de Karen es algo que no quiero que cambie, ya se volvió una rutina en mi vida.

—¿Y el señor Derek?

—Ni idea.

—¿No lo sabes?

—¿Por qué lo sabría?

—Eres su asistente personal, niña.

—Exacto. Soy su asistente, no su niñera.

—¿Solo eso?

—Karen, fingiré que no estás poniendo en duda mi virtud como una doncella.

Los ojos de Karen me escanearon de arriba hacia abajo.

—¿Doncella? Eso ni tú misma te lo crees.

—Que cruel eres conmigo, Karen. Tengo el corazón de una doncella inocente, tus crueles palabras crean grietas en mi alma que nunca podrán ser reparadas.

—Dios mío, realmente el señor Derek te sacó de un jardín de niños.

Sacudí los hombros, soy más joven que ella, por lo que su comentario no me ofende.

—Deberías sonreír más, Karen —dije—. Así tu piel no se secaría tanto.

—Para tu información, mi vida es muy feliz —afirmó—. Tengo un buen trabajo y vivo en un buen apartamento con...

—Con tus 5 gatos —me burlé de ella.

—Sí, con mis 5 ga... —a mitad de oración, Karen cayó en cuenta de las palabras que estaba por repetir—. En serio te odio.

Mientras reía por la desdicha de Karen, me llegó un mensaje y proseguí a leerlo.

"Tomate el día libre. Hoy no voy a la oficina"

-Señor Gruñón-

¿Qué es eso?

¿Derek Reed se está tomando un día libre? Ni pensarlo. Derek jamás se toma un día libre, el gruñón es un adicto al trabajo. Esto es curioso, ¿estará pasando algo malo?