¡JODETE!

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ANYRA

Siempre supe que había algo raro en mí. ¿Por qué lo digo? Digamos que no es muy normal que una niña de 10 años se la pase viendo videos de mordeduras de serpientes, accidentes de motocicletas, caídas mortales y choques de automóviles, y en vez de asustarme... yo me emocionaba.

Pero eso no quiere decir que le deseo mal a nadie. Bueno... quizás a la zorra de Sofia por cogerse a mi padre, pero ella no es un ser humano, sino una sanguijuela chupa sangre.

Actualmente me siento extasiada, y también... ¿excitada? Estoy de pie y las piernas me tiemblan, debe ser el alcohol. Sí. Debe ser eso.

Derek me trajo la cerveza que le pedí, pero luego el muy idiota se marchó. ¿Por qué se fue? No conozco a nadie a parte de él en este lugar. Ah, pero claro, el tarado no tuvo una mejor idea que irse y dejarme sola en medio de la nada.

Sin embargo, ¡al carajo! Tengo una cerveza fría en mi mano y estoy viendo hombres chocar autos y conducir como enfermos mentales. En serio, ¿le puedo pedir algo mejor a la vida?

Presto mejor atención porque está a punto de iniciar una nueva carrera. La última que vi terminó porque ambos autos chocaron entre ellos en una curva. Esto es muy emocionante, pero un simple error te puede costar la vida.

Uno de los nuevos conductores maneja un automóvil deportivo rojo con negro y es aquí donde debo ser honesta, aunque mi color preferido es el amarillo, debo admitir que ese rojo sangre no está nada mal, más aún porque competirá con un auto color verde vómico, aborrezco ese color desde que tengo memoria, me da nauseas.

Disparan un arma. ¡Un arma de verdad! Para anunciar el inicio de la nueva carrera, cuando el arma fue disparada, ambos autos aceleraron, dejando las marcas de los neumáticos en el suelo de la calle. Esta carrera se ve excelente. ¿Quién ganará? Ojalá gane el auto rojo y el verde choque. Sí, lo dije. Quiero que choque y responsabilizo al alcohol por mis raros instintos asesinos.

—¡Vamos auto color rojo! —exclamé con mucha fuerza—. ¡Destruye al verde!

Dios mío, en serio me estoy divirtiendo como nunca. Mal por Derek que se largó, pero bueno, siempre puedo pedir un taxi, o quizás tenga suerte y un buen samaritano quiera darme un aventón. Aunque pensándolo mejor, posiblemente a cambio de ese aventón quiera que me acueste con él, por lo que mejor pediré un taxi cuando todo esto finalice.

Le doy un nuevo trago a mi bebida y veo como el auto rojo giró de forma inhumana la curva en donde los anteriores competidores chocaron.

Wow, ese piloto debe ser un maestro, un verdadero genio.

—¡Púdrete auto verde! —festejé al ver como el piloto del auto verde intentó imitar al rojo y terminó volcándose.

Quiero ver al piloto, debe ser una persona increíble si conduce de ese modo.

Espero pacientemente que se baje del auto, lo cual hace lentamente y ahí mi mundo queda en shock. Porque a quien he estado apoyando como una fangirl loca, es nadie menos que a mi propio jefe.

—Mierda... —murmuré.

Ni siquiera pasaron 10 minutos cuando tenía en frente de mi a Derek.

—¿Entonces? —me miró con arrogancia—. ¿Cómo estuvo?

—Quería que ganara el verde —mentí, mirando hacia un lado—. Pero qué bueno que no te pasó nada.

—Oh, vaya —silbó—. ¿La señorita perfecta se preocupa por mí?

—Por supuesto —sonreí con descaro—. Después de todo, Derek. ¿Qué me espera si el que firma mis cheques se lastima?

Vi como su ceja tembló, al fin logré ganarle una. Te lo mereces tonto.

UN LAZO A TRAVÉS DEL TIEMPOWhere stories live. Discover now