CÁNTAME ALGO BONITO

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DEREK

Le dije a esa chica que estuviera el día lunes a primera hora en mi oficia. ¿Cumplirá con su palabra o se hará la tonta? Mi experiencia me dice que ella no vendrá y tendré que buscarla. Pero mis instintos me afirman que dará la cara y se hará responsable por lo sucedido.

¿A cuál le hago caso? Es difícil decidir.

—¡Le dije que tengo una cita aquí!

—¡Le ordeno que se retire!

—¡Fui citada por el dueño!

—¡El señor Reed jamás citaría a una niña como usted!

Una sonrisa emergió en mi rostro. Puedo oír perfectamente la voz de mi secretaria Karen discutir con Anyra. Mis instintos le ganaron a mi experiencia, la niña cumplió su palabra.

Salí de la oficina y fijé mi vista en Karen.

—¿Ocurre algo? —pregunté, haciendo notar mi presencia.

—Señor —dijo Karen, separándose de Anyra—. No pasa nada. En estos momentos me hago cargo que saquen a esta intrusa.

Miro de reojo a Anyra, está igual de guapa que aquella noche. Incluso viste un conjunto formal de camisa blanca y falda negra, no vino vistiendo ropa de paseo, un punto a tomar en cuenta.

—Derek, dígale a su secretaria que yo no soy ninguna intrusa —dijo Anyra—. Usted me citó aquí el día de hoy. Adelante, dígaselo.

Veo una leve suplica en sus ojos, seguramente tiene varios minutos discutiendo con Karen.

En esta clase de situación, fácilmente puedo apoyar a Anyra y dejarle en claro a Karen que ciertamente, yo la cité el día de hoy a mi oficina. Pero, pensándolo mejor, es una buena oportunidad para evaluar el carácter de Anyra. Ya la estudié brevemente el día que la conocí, pero en ese momento aún tenía secuelas de alcohol en su cuerpo, quiero ver cómo reacciona estando 100% sobria en una situación problemática.

—Disculpa —me hice el sorprendido—. ¿Te conozco?

Karen se cruzó los brazos en señal de triunfo.

¿Qué harás, Anyra?

¿Llorarás suplicando ayuda o simplemente te irás corriendo?

Mientras pensaba que decisión tomaría Anyra, fui sorprendido cuando la palma abierta de la mano derecha de Anyra me golpeó la mejilla izquierda.

¿Me golpeó? No. Me cacheteó... Anyra me cacheteó.

—No soy un maldito juguete para que te rías a gusto, Derek —declaró Anyra con voz molesta.

Veo fuego en sus ojos azules. Esta furiosa y eso la hace lucir mejor.

—Cómo te atreves a golpear al señor Derek —habló Karen—. ¡Seguridad!

Sin darme cuenta, dejo escapar una delgada risa de entre mis labios, risa que fue aumentando hasta llegar a convertirse en una gran carcajada.

—¿Eh? —Anyra me miró confundida—. ¿Estás loco o qué?

—No. No es eso —respondí—. Es que nunca nadie se había atrevido a levantarme la mano.

Mi mirada se afiló y la miré serio. Quiero retarla y ver si retrocede.

—No me pienso disculpar —afirmó Anyra—. ¿Está claro?

—Jamás te pedí que lo hicieras —respondí.

Confundida, Karen tocó mi hombro.

—¿Señor? —me preguntó.

—Fue una broma, Karen —le respondí—. Yo cité a la señorita el día de hoy.

UN LAZO A TRAVÉS DEL TIEMPOWhere stories live. Discover now