Capítulo 33 (Final)

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Skyler:

Siento que si lo suelto despertaré de algún sueño muy lúcido en el que estoy. Son tantas las emociones que tengo en este momento que no sé en cual enfocarme.

Siento, enojo, tristeza pero a la vez felicidad... Tanta felicidad de tenerlo aquí conmigo.

El llanto de Matteo es lo que me saca del estado de ensoñación, me separo rápidamente de él y sin darle una segunda mirada entro nuevamente en la casa para ver qué necesita mi bebé, escucho como él me sigue pero no le doy otra mirada.

Cuando mandé a ese hombre a que siguiera al tal Alexey no esperaba que me llegaran fotografías de un hombre que fácilmente podría ser su gemelo. Por un momento me quedé en shock, ese hombre de las fotografías era igual a Nicola si no tomaba en cuenta su cabello rubio.

Estaba tan confundida hasta que el investigador me dijo que el mismo hombre le había pagado para que me hiciera llegar las imágenes, con un simple mensaje:

Corre.

No sé que me llevó a hacerle caso, no sé que me llevó a confiar pero simplemente lo hice

Tiempo después de empezar a poner atención en las propiedades que supuestamente nos había dejado Nicola me di cuenta de que el lunático había comprado la isla a la que habíamos ido hace un tiempo atrás, supe en ese momento que era el único lugar al que podría ir y nadie excepto él me podría encontrar.

Me siento en uno de los sofás mientras veo de reojo como acaricia a Draco, parece que pasa una eternidad hasta que es él quien decide poner fin al silencio.

-Sky...

-¿Por qué lo hiciste? -susurro, intentando calmarme para no inquietar a Matteo- ¿Fue divertido ver cómo llorábamos por ti? ¿Fue divertido este juego de los acertijos?

-Lo hice por nuestro bien.

-¿Se puede saber en qué nos beneficiaba a nosotros el que te hicieras pasar por muerto? -espeto, al parecer demasiado fuerte ya que Matteo se revuelve incómodo en mis brazos.

Con un suspiro tembloroso me levanto para llevarlo a su cuna pero él me detiene.

-¿Puedo verlo? -dice con tono suplicante.

Estoy tentada a decirle que se vaya a la mierda pero me resisto. Matteo no tiene la culpa de sus acciones y merece conocerlo.

-No es bueno con los desconocidos -le advierto.

-Creo que podré manejarlo -dice con una sonrisa misteriosa.

Se acerca con cuidado a mi lado y cuando por "casualidad" roza mi brazo me estremezco, pero me distraigo cuando toma con suavidad la pequeña mano de Matteo que para mi sorpresa tiene los ojos bien abiertos.

-¿Cómo estás, piccolo? -susurra.

El bebé solo hace sonidos y flexiona sus brazos como si quisiera alcanzar algo, Nicola estira los brazos y entiendo enseguida lo que quiere. Con cuidado dejo a mi hijo en sus brazos y sorprendente lo sostiene a la perfección, Matteo ni se inmuta al estar en las manos de lo que sería un desconocido para él, a menos que... no sea un desconocido.

-Ya lo habías visto -afirmo y luego una idea se me viene a la cabeza- ¿Tú lo cuidabas por las noches?

-Si -murmura teniendo el descaro de parecer avergonzado- Solo quería que pudieras descansar un poco, también quería conocerlo.

No digo nada pero siento como mis murallas van cayendo peligrosamente, no puede decir esas cosas cuando estoy furiosa con él. Lo dejo un rato con Matteo y aprovecho para salir a la playa, nunca me había dado cuenta lo mucho que disfrutaba del silencio y la tranquilidad hasta ahora.

Atrévete a QuerermeWhere stories live. Discover now