Atrévete a Quererme

Capítulo 14

SKYLER:

Nicola toma el teléfono rápidamente y contesta la llamada sin apartar la vista de mí, un malestar se instala cuando pienso en que puede ser una de sus amiguitas. La voz no se oía como de alguien mayor y cuando pregunté quién era solo dijo que quería hablar con "Nico".

-¿Qué quieres, Andrea?- dice sin mostrar emoción alguna, escucha lo que le dicen y continúa- Me da igual, estoy ocupado. Me importa una mierda si es el socio mayoritario, dile que no estoy disponible hasta nuevo aviso. Y no llames de nuevo a menos de que sea algo de vida o muerte.

Corta la llamada rápidamente y tira su teléfono a la cama.

-¿Quién era?- inquiero intentando aparentar indiferencia.

-Mi secretaría- se encoge de hombros pero lo noto algo tenso aunque lo intenta ocultar con una expresión despreocupada- Tenía que firmar unos papeles pero estoy pasando tiempo con mi mujer así que tendrá que esperar.

Asiento con una sonrisa sin querer darle mayor importancia al tema, después de todo no tiene porque mentirme ¿verdad?

-¿Ahora podemos tomar nuestro baño juntos?- me alza un poco haciendo que enrolle mis piernas en su cadera, mientras sale en dirección al baño.

-¿De verdad no irás a trabajar?

-No- me da un beso en el cuello- Estos incompetentes no supieron cuidarte bien y si la única manera de que estés a salvo es estar siempre a mi lado, pues que así sea.

Pasamos un buen rato en la bañera, tanto que nuestros dedos están arrugados, Nicola toma mi mano entre las suyas y la contempla pensativo.

-¿Qué miras tanto?- río.

-Solo imagino cómo seremos cuando ya estemos mayores- lo miro sorprendida y él solo sonríe- Hablo enserio cuando digo que estoy listo para pasar el resto de mi vida contigo, Skyler.

-¿Y si yo ya no lo estoy?- susurro.

-Pues haré que lo estés- creo ver un destello de dolor en su mirada pero rápidamente es sustituido por una mirada engreída- Nada me detendrá, ni siquiera tu, pequeño duende.

Trago con dificultad ante su mirada decidida, preguntándome si podré seguir poniendo tanta resistencia a este hombre.

Antes de que alguno de los dos diga algo unos fuertes golpes en la puerta nos interrumpen, Nicola se pone rígido enseguida y se levanta para tomar su pistola mientras yo rápidamente envuelvo en una toalla.

-Soy yo, señor- la voz de Mark hace que nos relajemos enseguida.

-Maldita sea, casi te pego un maldito tiro- espeta- ¿Qué pasa?

-Tenemos noticias de Niklas.

-Espera en el salón, salgo enseguida- ordena, aunque luego me mira en la diminuta toalla y frunce el ceño- De hecho espera fuera, yo te aviso cuando puedas entrar.

-Por supuesto, señor- dice y aunque está del otro lado de la puerta sé que está sonriendo.

Estoy por salir pero me detiene, lo miro interrogante pero cuando escuchamos una puerta cerrarse me permite salir como si nada. Maldito neandertal.

-Quiero saber lo que está pasando.

-No- dice con rotundidad- No quiero que te involucres más en esta mierda.

-Es mi derecho- refuto, pero luego suavizo mi expresión y hago un ridículo puchero- ¿Por favor?

Maldice en voz baja y evita mirarme pero luego de unos segundos de rinde y gime en voz alta cuando me ve.