Capítulo 12

13.4K 1K 279
                                    

SKYLER:

Minutos antes del secuestro: 

—¿Enserio tu conciencia te dejará vivir sabiendo que estás siendo parte de un secuestro?— acuso a uno de los guardias con los que he hablado en los últimos minutos.

—Y-yo lo siento mucho, me encantaría ayudar pero...

—Pero valoras tu vida— lo interrumpe Mark mirándolo con desprecio— ¿Qué parte de "no hablar con ella'' no entendiste? Desaparece de aquí, chico.

Gino o como sea que se llamase mi nuevo amigo sale prácticamente corriendo de la sala sin siquiera mirar atrás. Que maleducado, ni siquiera sé despidió.

—Deja de intentar manipularlos— me acusa Mark.

—No es mi culpa que a penas se puedan resistir a mis encantos— me encojo de hombros indiferente.

—Solo vas a causar que Nicola los mate en cuanto vuelva— advierte.

Conociendo al lunático definitivamente no dudo de sus palabras. Ya lo dije, es un maldito loco. Aún no puedo creer que me prohibiera ir con mi amiga y mi sobrino, pero me las va a pagar, esto no puede quedar así.

—¿Puedo siquiera salir al patio o también está prohibido?

—Hay cámaras y la cerca es eléctrica— es lo único que dice en respuesta.

Ruedo los ojos y suelto una risa incrédula, al parecer Nicola anda contagiando su locura. Recorro el jardín y unos segundos después Draco aparece con una pelota así que juego con él un buen rato intentando distraerme.

—¡No!— río cuando me tira en el césped y luego sale corriendo para que lo siga.

Estoy por hacerlo pero de pronto escucho una serie de disparos. Miro alarmada a todos lados buscando a Draco pero no lo veo por ninguna parte. Siento una mano tomar mi brazo y mi codo sale disparado hacia atrás.

—¡Señorita, tenemos que ponerla a salvo!— me relajo cuando reconozco a uno de los guardias, Leo. Me tomó del antebrazo nuevamente y me guió a la entrada trasera de la casa.

—¿Qué está pasando?

—Varios vehículos irrumpieron disparando a todas partes, nos tomaron totalmente desprevenidos— espetó enojado— Ya hemos perdido a la mitad.

—Oh Dios mío...

—Hay una habitación subterránea, el señor nos dio órdenes de llevarla allí en caso de cualquier cosa. Si somos capaces de llegar todo estará bien.

Los disparos se escuchan cada vez con más frecuencia y me quedo tan aturdida que ni siquiera me doy cuenta de que él empieza a tirar de mí.

La casa está totalmente destruida y cada vez que avanzamos más cuerpos tirados aparecen. 

—Estamos por lle...— empieza pero no alcanza a terminar ya que una bala le atraviesa el cráneo.

—Creo que no van a poder llegar a ninguna parte— dice una voz detrás de mí.

Ni siquiera me giro y suelto a correr, pero no llego muy lejos ya que me toma del pelo y me arrastra detrás de él. Lágrimas empapan mi cara y las arcadas también me invaden cuando veo los resultados de la masacre.

—¡Retirada!— grita el tipo que aún me tiene sujeta por el pelo— ¡Ya la tengo!

Me guían hacia la salida y quiero intentar gritar o poner algún tipo de resistencia pero mi cuerpo se queda inmóvil. Solo siento las lágrimas correr por mis mejillas pero no puedo moverme.

Atrévete a QuerermeWhere stories live. Discover now