UN PUENTE CANALIZADOR

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Cada inicio del otoño, siempre lo comienzo..., o mejor dicho, todos los empleados lo iniciamos con cierto recelo. Porque aunque jamás lo decimos con palabras textuales, entre todos sabemos que estas muertes repentinas, desde principios de octubre hasta finales de noviembre, siempre seguirán siendo un misterios inmerso entre estas paredes.

De mi parte, ya no toco el tema de aquella enfermera. Jamás pronunciaré su nombre real. Mantengo en pie la promesa que le hice a Indah Wati. Tampoco conoceré el lazo que tenía aquella enfermera Nazi con Eva De Jong, y la cantante Rosita Serrano, en relación a su música. Posiblemente sigue más viva que nunca. La historia jamás podrá borrar los hechos atroces sucedidos en este recinto, entre los años 1945 y 1946.

Es posible que sigamos teniendo en el recinto estas muertes repentinas. Jamás sabremos con certeza, el misterio que arropa el geriátrico, referente a cada uno de los pacientes fallecidos en el transcurso de estos meses; pero si hay algo de lo que estoy segura, es que no debo cruzar nuevamente esa línea espiritual. Hay cosas en la vida que es mejor dejar tal y como están, por nuestro bien, y el de nuestros seres queridos.

Hoy más que nunca tengo la certeza de que estas personas entraron a mi mundo por una razón. Fui un puente. Un canal para ellos y viceversa. Fueron ese vehículo que me hizo recapacitar y darme cuenta que era el momento, el día y la hora exacta, para conocernos. Que yo también formé parte de sus historias, así como ellos de la mía.

Gracias Indah Wati, Eva DeJong, Felicia Bakker y Wolfgang Müller. Que brille siempre para ustedes la luzperpetua, y espero que sepan, que este libro jamás habría existido, si no fuerapor ustedes. 

OLVIDADOS EN EL GERIÁTRICOWhere stories live. Discover now