EL INICIO DE UN VIRUS FULMINANTE

7 1 0
                                    

Enero 21 de 2020; jamás olvidaré esta fecha. Principalmente, porque es el cumpleaños de una persona que llegó a mi vida para cambiar mi manera de ver el mundo, en todos los sentidos; Tanto en una perspectiva exterior, como removiendo mis miedos internos. Sacando todo lo peor y lo mejor de mí. Mi pareja: Shafiq Ishaak; y segundo, porque mi vida y la del mundo entero, dio un giro de 180 grados. Recuerdo este día como si fuera ayer, me fui durante 1 semana de vacaciones con mi pareja a Valencia, España, para celebrar su cumpleaños. Bajamos a desayunar al hotel, entre risas y felicitaciones. Alguien encendió el televisor y nos quedamos viendo el noticiero. Lo que llamó nuestra atención y la de todos, era ver un caos en China. Hablaban de millones de muertes y un virus fulminante. Todo era súper confuso en ese momento. La gente siguió desayunando como si nada, y nosotros también. Pasamos todo el día explorando la ciudad. Al caer la noche, recuerdo que llegamos agotados a la habitación. Después de tomar una buena ducha, decidí prender el televisor, y para mi sorpresa, vi el mismo noticiero mostrando imágenes de personas llorando y desorientadas a causa de un extraño virus. Minutos después, recibí una llamada de mi papá. Se notaba preocupado.

—Hija; algo está ocurriendo en toda Asia". Estoy intranquilo.

Yo le respondí, con voz un tanto temblorosa.

—Papá; yo igual.

La mayoría de las personas para esta fecha, no le daban importancia. Pensaban que eran exageraciones de la prensa.

Transcurrieron apenas dos meses. Todo marchaba normal en mi trabajo, la rutina, las actividades del día a día; hasta que nos llegó un comunicado interno del trabajo. Este indicaba que teníamos que estar alertas ante un extraño virus procedente del continente asiático, y que nos iban a dar las indicaciones de lo que teníamos que hacer dentro del recinto. Recuerdo que salí ese día de mi trabajo, inquieta. Sabía que algo andaba mal. Algo no me cuadraba.

Al llegar a mi apartamento, y luego de cenar, me senté con mi pareja a ver las noticias más destacadas del día; y fue ahí, cuando nuestros rostros tomaron otra expresión, al ver las imágenes procedentes del norte de Italia. Un gran brote del virus que venía del continente asiático, al que le habían otorgado el nombre de: Covid 19; para muchos: Coronavirus.

Al otro día, bien tempranito, me dispuse a ir al trabajo. Observé en el bus a muchísimas personas con caras largas, preocupadas y tosiendo. Eso parecía como estar en una sinfónica de microbios. Lo vi un poco extraño, pero confieso que tampoco le di mucha importancia; porque con todo el respeto, los holandeses suelen andar por todos lados con caras como si vivieran en un país en guerra. No suelen ser muy sonrientes, y menos en las mañanas. Los buenos días los escuchas de vez en cuando, pero no es muy normal. No sé si es parte de su cultura, pero escucharlos dar los buenos días a todo el mundo por las calles, no es lo común. No me gusta hacer comparaciones, pero los latinos somos muy diferentes. No importa en qué circunstancias nos encontremos, siempre vamos por la calle con una sonrisa, o al menos hacemos el intento. Así el país se esté cayendo a pedazos, nunca se pierde la buena voluntad y la educación.

En mi trabajo, todos hablaban sobre la situación en Italia y en varios países de Europa. Algunos como expertos del tema, otros, incrédulos y con tono de burla, sin darle mucha importancia al asunto. El 27 de febrero de 2020, se hablaba del primer caso del Covid 19 en los Países Bajos, precisamente en la ciudad de Tilburg.


OLVIDADOS EN EL GERIÁTRICOWhere stories live. Discover now