OLVIDADOS EN EL GERIÁTRICO

TRASPASANDO LA LÍNEA

Ya en mi casa, noté que mi pareja aún no había llegado del trabajo, así que me fui directo a tomar mi respectiva ducha, y a relajarme. Siempre suelo colocar música desde mi teléfono celular mientras me baño, como parte de mi rutina. Alguna melodía suave, meditaciones, etc.

Mientras estaba tomando mi rico baño, escuché que la canción cambió. Al momento no le presté la debida atención, pero en segundos, me percaté que se trataba de una música antigua. Cuando terminé mi rutina, tomé el teléfono celular y me apareció un video en YouTube de una mujer que llevaba por nombre: Rosita Serrano. ¡BINGO! La curiosidad característica en mí, me llevó a investigar de dónde provenía la melodía.

Rosita Serrano fue una cantante y actriz chilena de gran éxito en Alemania, durante el periodo comprendido entre 1937-1943, llegando a ser conocida como Die Chilenische Nachtigall (El Ruiseñor Chileno). Desde finales de la década de 1930, obtuvo diferentes papeles en películas alemanas, manteniendo muy buena relación con la prensa nacionalista, participando en varios recitales y ceremonias del Tercer Reich, y adquiriendo el estatus social de una diva. De hecho, se ganó el afecto de Adolfo Hitler, y fue la musa del ministro de propaganda Joseph Goebbels.

Tercer texto sacado del blog por Manuel Cerda, publicado el septiembre 19, 2013).

Mi intuición estaba en ese momento a todo dar. Me dispuse de ipso facto a tomar mi laptop e investigar más sobre ella, y el mundo que envuelve a los llamados: Tercer Reich; término en español que se usa para referirse al gobierno alemán.

Para mi sorpresa, encontré que en aquellos años, había un grupo de cantantes femeninas, consideradas como las favoritas de los Naciz. Amaban sus canciones, inclusive las trataban como unas divas.

Entre esas estaba, Marika Rokk, de origen húngaro, Zarah Leander, alemana, IIse Werner, nacida en Holanda, y la señorita Rosita Serrano de origen chileno.

Esa noche se me hizo eterna. Quería que amaneciera rápido, para llegar al otro día a mi trabajo y hablar con Eva de Jong. Necesitaba saber si había alguna relación entre Nora Wiel, Eva, y Rosita Serrano.

Sabía que nada era casualidad. Esa canción tan repentina, mientras tomaba una ducha, no me permitía conciliar el sueño. Estuve dando vueltas toda la madrugada. Cuando vi los rayitos del sol saliendo, me fui como de costumbre a tomar el bus para dirigirme al trabajo.