31

1.2K 66 12
                                    

Teníamos una semana libre antes de ir a Miami, Lando seguía sin hablarme, y aunque sabía que podía quedarme con Arthur, decidí aceptar la oferta de Max.

Debíamos hacer retos, fotos y preparar cosas de marketing para instagram, youtube y tiktok. Aprovechamos los días juntos al máximo, salimos de fiesta, saltamos en paracaídas (cosa que no le gustó mucho a nuestro equipo), hicimos buceo y evidentemente entrenamos.

Hoy teníamos que ir a Miami, y ninguno estaba en condiciones para subir a un avión, no sé cómo, pero logramos llegar al aeropuerto a tiempo para subir a nuestro vuelo. El trayecto sucedió en silencio, teníamos una resaca horrible. Era un vuelo de trece horas con una sola parada en París, parada que aprovechamos para inflarnos a café y dar una pequeña vuelta por la zona cercana al aeropuerto.

-Max, si no sales rápido perderemos el vuelo -me quejo golpeando la puerta del baño.

-Ya voy -se queja, no tarda más de dos minutos en volver a salir-. ¿Qué hora es?

-Tarde, muy tarde -mira su móvil y hace una mueca-. Ni de coña, si perdemos el vuelo nos patean el culo Max Emilian.

-Vale vale -salimos del bar corriendo para llegar al aeropuerto, quedaban cinco minutos para despegar. De nuevo, no sé cómo, pero lo logramos. Subimos al avión a tiempo-. Te dije que no era para tanto.

-Pienso sacrificarte un día de estos.

-Mhm, ven -me atrae a su pecho en un abrazo antes de taparnos con una manta y quedar dormidos.

Despertamos seis horas después para comer, momento que aprovechamos para ver Endgame y beber vodka en el momento en que Tony y Natasha morían.

Después de esa, decidimos ver Viuda Negra y Spiderman No Way Home. Creo que volvimos a estar borrachos muy pronto, por lo que, al aterrizar, decidimos pedir un taxi hasta nuestro hotel.

Los chicos que al parecer también habían llegado hace poco, al vernos bajar no pudieron contener la risa, pero tampoco dudaron en acercarse a ayudarnos con nuestras cosas.

-¿No salisteis anoche? -me engancho del brazo de Charles quién me ayuda a entrar al hotel.

-Sí, pero decidimos beber cada vez que algo de las películas nos ponía triste.

-No jodas Layla, váis a acabar en el hospital un día de estos -recogemos las tarjetas de nuestras habitaciones y subimos a nuestra planta, como siempre, compartida.

Charles me acompañó hasta mi cuarto y tras asegurarse de que estaba bien, se marchó a su habitación. No dormí, simplemente me quedé tumbada en la cama escuchando música envuelta en la colcha. Estaba, lo que viene siendo de bajón post-borrachera.

Pedí cena en el servicio de habitaciones, un poco de sushi con zumo de naranja. Cené tranquilamente y luego decidí meterme en la bañera para bajar el mareo, estuve ahí un rato largo, al salir, me puse el pijama y atendí la llamada de Arthur.

Hablamos por horas hasta que me quedé dormida, allí aún era de día, y según me había dicho tenía entrenamiento en un rato. En cuanto me desperté le mandé un mensaje para saber cómo le había ido y luego bajé a desayunar con los demás.

-¿Quieres salir? Voy a ir con Pierre a dónde siempre -miro al monegasco antes de negar.

-Creo que me voy a quedar aquí.

-¿Estás bien? -asiento pero él no parecía muy convencido-. ¿Segura?

-Sí, estoy bien, tengo resaca y eso, nada grave.

-Iré a verte cuando regresemos -besa mi frente y regresa a la conversación.

Pasé el día sin salir, Charles me había traído té así que me preparé uno para merendar, y regresé a la cama. Decidí encender la tele y buscar algo para ver, aunque fuese solo para hacer ruido.

FEELINGS || CARLOS SAINZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora