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Los dos primeros días pasan, y aunque aún fuese raro, seguía teniendo algo con Pierre, meramente sexual, pero era algo.

Salgo de su driver room intentando evitar las cámaras y regreso a mi instalación, hoy era el día de caminar por el circuito, hablar con el equipo, y demás. Regreso a la instalación de Red Bull, pero de camino me encuentro a Charles y Carlos.

-Layla -me llama el monegasco, me acerco a él, quién me lanza una mirada interrogante-. ¿Estás con Pierre?

-Vaya, que directo Leclerc -sonrio ladinamente regresando mi mirada atrás por un momento-. No, es sin compromiso.

-¿Segura?

-Sí, ambos lo sabemos, no te preocupes.

Asiente no muy convencido.

-Ibamos para nuestra instalación, te acompañamos -Carlos iba callado, la verdad es que desde lo de Bélgica no habíamos hablado. Y aunque aún no le perdonaba, pues había muchas cosas, me preocupaba.

Charles se despide, siendo el primero en entrar, agarro a Carlos del brazo, frenandole, y me mira confuso.

-Sé que esto es cosa tuya, lo de frenarme -digo, logrando sacarle una pequeña sonrisa-. Pero estás distante, ¿qué te pasa?

-No es nada, solo, me preocupa mi futuro con Ferrari, no están al cien por cien, y eso puede no solo costar mi carrera, si no también la de Charles.

Muerdo mi mejilla, acariciando el dorso de su mano con mi pulgar.

-Está siendo una temporada difícil, pero ambos sois grandes pilotos, aunque me duela admitirlo, y sé que, incluso si el equipo la caga, seguiréis arriba del todo.

-Gracias Norris, necesitaba a alguien que me escuchase.

-No es nada, Sainz -le doy una sonrisa y suelto su mano-. Te veo en la cena.

-Espera -me giro a mirarle-. ¿Podemos hablar luego?

-Eh, sí claro, ¿antes de la cena?

Asiente, diciéndome que se pasaría por mi cuarto, entra a su instalación tras despedirse y yo voy a la mía. Aún no me aclaraba sobre nada de lo que sucedía con Carlos, pero se sentía bien no pelearse cada vez que nos veíamos.

Acabamos las reuniones y el estudio de las estrategias, y tras despedirnos del equipo, nos vamos al hotel. Me doy una ducha tratando de relajarme, quedaba poco para el final de la temporada y por ende, para el final del campeonato.

Me pongo un pantalón corto y una camisa para estar en la habitación, y me lanzo al sofá, revisando mis redes sociales. No tardan mucho en llamar a mi puerta, lanzo el móvil y voy a abrir, encontrándome al español que me miraba con una pequeña sonrisa y el pelo mojado. Me hago a un lado dejándole pasar.

-¿De qué querías hablar? -pregunto sentándome junto a él.

-De todo, creo que tenemos muchos problemas, y, quiero que lo arreglemos todo.

Pasamos más de una hora y media hablando, tratando de resolver nuestros problemas, y eran muchos, tal vez demasiados. Pero al final lo logramos.

-Bien, si tú lo sientes por todas la veces que me jodiste las carreras, y la vida en general, yo lo siento por todos los puñetazos que te he dado -suelta una risa apoyando la nuca en el sofá.

-Me dejaste unos moratones grandes -admite.

-¿Te apetece ver algo antes de bajar?

Pasamos lo que restaba de tarde juntos, viendo la televisión, hablando y riendo. Se sentía bien acabar con la enemistad de tantos años. Agarro ropa y me cambio para la cena, después acompaño al chico a su dormitorio a que se cambie.

FEELINGS || CARLOS SAINZ Where stories live. Discover now