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Llevábamos ya dos días en Mónaco, me despierto antes que los chicos y decido preparar algo de desayuno, sabía que si lo hacía Max probablemente nos quedaríamos sin cocina, o peor, sin comida.

Y los otros no estaban muy espabilados después de la fiesta de ayer, yo decidí no pasarme mucho con la bebida, así que básicamente me tocó llevármelos a todos a casa, lo cuál, fue un auténtico caos.

Preparo tostadas, huevos revueltos, aguacate, tortitas y café, mucho café. Los primeros en bajar son Lewis, George, Alex y Mick, quienes prácticamente se lanzan en el sofá. Suelto una carcajada al verles a lo que ellos me responden con una mala mirada.

Sonrío agarrando una botella de zumo y les sirvo en unos vasos, eso solía ayudar un poco para la resaca, se los tiendo y ellos los aceptan encantados, bebiéndose el contenido de un trago.

El resto no tardan en bajar, todos con la misma cara de muertos y un humor de perros, diablos, si ayer no bebí apenas hoy me tomaría todo un pub para soportarles.

Se sientan a comer, peleándose para pasarse el sirope de chocolate, todos menos Lewis, quien disfrutaba de aguacate y pan en silencio. Por eso me cae bien, no da por el culo.

-Callaos de una vez o juro que pongo los altavoces al máximo -amenazo frotando mi frente, se callan de golpe sacándome una sonrisa. Bien, nos íbamos entendiendo-. Charles, pásale el sirope a Pierre, y Alex, deja en paz el pelo de George.

-Laylaaa -Max apoya su mejilla en mi hombro arrastrando las letras-. ¿Me echas café?

Dejo caer mi cabeza en la mesa y me levanto.

-¿Vas a por más café? -miro a mi hermano y niego.

-Voy a por vodka.

Salgo de allí y agarro una botella que teníamos guardada, regreso y me echo en el café, pero al final lo mando a la mierda bebiendo de ahí.

-¿No es muy pronto para beber, Norris? -miro a Carlos y me encojo de hombros.

-Mejor que aguantaros sobria -doy otro trago y voy a por más café, dejándolo en el centro de la mesa-. Servios.

Empiezan a quejarse, por cosas así no quiero tener hijos. Me pongo los cascos y escucho música, ignorando la nueva pelea de los chicos por no sé qué cosa.

Al terminar de desayunar, después de una larga hora, les dejo que recojan, y creo que se iban a sacar los ojos. Mick discutía con Yuki por dónde iban los tenedores, Dani estaba tendido en el suelo haciendo que un dormido Carlos tropiece con él y casi caiga al suelo. Lewis y Seb observaban todo carcajeando desde el sofá conmigo.

-¿No los queréis adoptar? -me miran con una sonrisa y niegan-. Enserio, os los podéis llevar gratis.

-Creo que no, a Roscoe no le agradaría que ocupasen su sitio -se excusa Lewis.

-Yo viajo mucho por trabajo -la respuesta de Seb me saca una risa-. Pero te puedes venir conmigo.

-Por favor Seb -sonrie y regresa su vista a los chicos, murmurando un: no entiendo como esos pueden ser buenos pilotos.

Yo tampoco Seb, yo tampoco.

Veo a Max intentar subir las escaleras, pero al final desiste y se acuesta sobre estas. Sí, definitivamente necesito un aumento.

Hablo con los dos chicos junto a mí, que estaban menos afectados por la resaca y los tres sonreímos antes de levantarnos. Llevamos a los otros al patio y los lanzamos al agua, escuchandoles gritar, pero al menos estaban despiertos.

Salen quejándose y se acercan a nosotros, pero entramos rápidamente a la casa y cerramos la puerta de la terraza, dejándoles fuera maldiciendo.

-Espera -Seb saca el móvil y hace una foto-. Esto había que inmortalizarlo.

FEELINGS || CARLOS SAINZ Where stories live. Discover now