Capítulo 74: Leyenda

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Sharlet.

Tras el descubrimientos de los hombre tigres, tenemos una ventaja sobre el reino, algo que nos puede asegurar la victoria, pero aquí estamos, en Ecuador buscando a nuestro ultimo apoyo.

Esta vez no podemos separarnos para buscar, tenemos que estar juntos.

Nos adentramos en la frontera de Ecuador, pura selva tropical, muchos ruidos que dificultan nuestra búsqueda.

— Sharlet, tenemos que concentrarnos— dice Mark sentándose en el suelo, cruzando sus piernas y apoyando los codos en sus rodillas.

Es algo que no veo hace mucho tiempo, que Mark se concentre al cien por ciento. Acepto y me siento junto a él, también Jacob nos acompaña.

Poco a poco vamos escuchando cada sonido de la naturaleza, escuchando las aves, oliendo la esencia de la naturaleza me recuerda cuando era una niña y recorría todo Ecuador sin miedo ya que el reino Memberry era dueño de todas estas tierras, Mark y yo siempre andábamos juntos, recuerdo que él con diez años juro a mi padre que me protegería con su vida. Distingo más de veinte especies de aves, siento los mamíferos y riachuelos cercanos, varias cascadas y entre todos los animales, mi preferido siempre ha sido el papagayo, es mi símbolo de mi niñez. Pero algo me saca de mi trance y es un ser corriendo, con un aroma fuera de este entorno, con una velocidad que duplica la de un guepardo común, una cantidad de pelo que no se necesita en esta fauna. Escucho varios monos gritando, y por encima de nosotros varias especies de monos se dirigen a esa zona, escucho rugidos de osos y vemos un desfile de papagayos yendo a esa dirección.

— Vamos— le digo a Mark y me sigue.

Corremos durante unos minutos, vemos a varios animales reunidos en un mismo punto, hay tantos que no podemos ver lo que es de interés para ellos. Nos acercamos mas y vemos un lobo rodeado por osos. ¿Como ha llegado un lobo hasta aquí?

El lobo nos ve, todos los animales giran hacia nosotros, el lobo sale corriendo y le perseguimos, pero los osos hacen una barrera para evitar nuestro paso, nos convertimos en hombres lobos y con la velocidad nos escabullimos, pero al instante el rastro desaparece y no olemos más el pelaje del lobo. Mark ya está concentrado al máximo, nos lleva a un árbol el cual el olor desaparece ahí, buscamos por las ramas pero la selva entera está en silencio.

— Aquellos osos era de la especie anteojos, suelen ser independientes y nunca protegerían a ninguno fuera de su especie, están en peligro de extinción, es raro que se encuentre en medio de la Amazonía— dice Mark.

— Tambien habían como diez especies de monos, el mono saki de collar y el aullador rojo, tampoco acudirían a un revuelto como este— manifiesto para obtener más información. — Tambien habían iguanas y las ranas jambato, que tampoco andan por el medio de la selva.

— ¡Cuidado!— grita Jacob esquivando a una persona que nos ataca.

No logro verla, es demasiado veloz.

Ataca a Mark y a Jacob en las rodillas y caen, una lanza atraviesa mi hombro, quedo en un árbol inmóvil, dos flechas son lanzadas a las rodillas de Mark y vemos a una chica en taparrabo y sujetador con una espada ataca las extremidades de Jacob. Los tres inmóviles vemos como esta chica con trenzas se aleja y deja una mirada sobre mi. Al ver que se aleja los tres perdemos la transformación.

Jacob al curarse quita mi lanza del árbol y parte la punta para poder sacarla de mi hombro, hace lo mismo con las flechas de Mark. Caemos al suelo y nos recuperamos.

— Es ella— aseguro.

— Es casi imposible que volvamos a verla— expresa Mark. — Estamos en su territorio, el cual nosotros no estamos acostumbrados, nos podemos seguirla, ya que ella es una con la selva y los animales, quien sabe porque, la protegen y ocultan.

El Alfa Divino: La Leyenda Del Hombre LoboWhere stories live. Discover now