Capítulo 46: Misión Bunker (III)

27 7 0
                                    

Omnisciente.

Stalin no sabe que hacer, cae de rodillas al suelo, debido a su impotencia.

Poco a poco le llegan los recuerdos pasados con su familia desde que su familia supo que se había transformado, la lucha interna que tuvo que pasar para no matar a nadie por el instinto, las veces que su familia estuvo en problemas y las veces que Stalin fue la última manera de sobrevivir. Piensa en su hermano Zend, y en la transformación que no pudo controlar en su entrenamiento.

— Ahhh!!!— un rugido hace que todo el mundo se detenga incluso los que estaban dentro de la sala.

Todos miran a Stalin, el origen de aquel rugido. Sus ojos son de color celeste, comienza a golpear el cristal, todos le siguen, pero terminan con las muñecas partidas, pero Dennis con Stalin no se cansan, poco a poco se va abollando la puerta y el cristal que la rodea.

— ¡Termina con este de una vez!— dice el último niño vivo.

Stalin ve la lágrima del niño caer por su mejilla, y se imagina que es su hermano Zend.

Stalin se detiene y se da la vuela.

— ¿Te vas a rendir? Mira lo que le va a pasar a este niñ...

Stalin corre contra la puerta y la tumba, pero la inyección termina en el cuello de aquel niño. El niño se desmaya.

— ¡Quieto!— le grita a Dennis al ver que iba a por el chico que ordenó todo.

El chico se transforma en hombre lobo con sus ojos rojos, golpea a Stalin pero este está en un estado de furia, en el cual no siente nada de lo que recibe. Le agarra del cuello y lo estrella contra el suelo.

— Tienes mucha suerte, aunque te mereces más que la muerte, yo no te la puedo dar, pero te aseguro que desearás la muerte— le dice Stalin mientras este está en el suelo.

Stalin le indica a Dennis que le sujete el cuello.

— Que no se mueva.

Le pisa las rodillas hasta separar las partes de sus piernas, lo mismo hace con los codos.

— Si te desangras te habré matado, pero Dennis cuando estés a punto de morir te cortará el cuello y se convertirá en Alfa.

Stalin coge al niño en brazos y se marcha.

Al salir del búnker con cinco hombres lobos más, se ven rodeados por decenas de hombres lobos transformados.

Se escuchan aplausos.

Stalin.

— Me gustaría saber tu nombre­— le dice a Stalin al ver que tiene el niño en brazos. — Sé que no lo has hecho solo, pero mi Alfa me ha dicho lo que le acabas de hacer, tengo que decir que estaba seguro de que ese cristal era irrompible. Tenemos poco tiempo, ya que no he podido coger a tu lobo mensajero, y sé a que familia vais a llamar.

— Él no tiene nada que ver aquí, solo está cumpliendo órdenes— Dennis me pone detrás suyo.

— ¿Enserio? ¿No saben quien eres?­— me mira a mí.

— Claro que sabemos quien es, le hemos ayudado y nos ha ayudado desde que llegó.

— Diles como te llamas.

— Se llama Stalin.

— ¿Y su apellido?

— No nos importa. Y decidid ya, ¿nos dejáis ir o no?

— Claro podéis iros— no nos movemos.

— Pues nos vamos.

— Pero el chico se queda con nosotros.

— Por encima de mi cadáver— le digo con el chico en mis brazos.

— Pues te lo quitaremos.

Dejo al chico en el suelo apoyado detrás de mí, para comenzar a pelear.

Ellos se transforman y al frente están varios Alfas.

— Vamos a atacar con los Alfas, ya que si el perro llegó, tenemos poco tiempo.

Nosotros hacemos lo mismo, nos transformamos. Dennis muestra su nuevo poder de Alfa.

Comienzan a atacar todos los que no eran Alfas, nos despistaron porque pensábamos que iban a atacar solo los Alfas. Al instante en el que yo comienzo a moverme, Dennis corre a una velocidad que nunca había visto, y en un momento acaba con todos los hombres lobos que venían hacia nosotros. Ese es el poder de un Alfa.

— Ya me habían avisado de que tenga cuidado con el que organizó todo esto, pero pensé que eras tú Stalin, me acaba de abrir los ojos ese tal Dennis, entonces tú eres quien mató a mi Alfa, has aumentado tu poder, enhorabuena.

— No sabía que era conocido— responde Dennis.

— No te sorprendas, aún no has visto pelear a mis Alfas— da una señal y vienen a por nosotros.

Solo quedaban cinco sin contar al jefe, pero debe ser una organización de varias manadas, ya que hay muchos Alfas juntos.

Esta vez si tengo la oportunidad de pelear, ya que dos Alfas están con Dennis, uno conmigo y los otros con los demás. El jefe sonríe al ver a Dennis en apuros, tengo una pelea muy igualada con este Alfa, para ser tan grande puede seguir mis movimientos, intento concentrarme pero esto atento a Dennis, en un despiste consigue darme un golpe en el estómago, seguido de una patada a la altura de la cabeza, la esquivo, pero lee mis movimientos y me agarra y me eleva para después estrellarme contra en suelo y dejarme sin respiración durante unos segundos, los demás están inconscientes, y yo siento pesada mi vista, y Dennis también ha sido derrotado, quiero levantarme, pero mi oponente se sube encima de mí, y me parte la columna vertebral.

— Bien hecho chicos— aplaude el jefe mientras se acerca. — Ha sido entretenido, pero nos tenemos que ir, no quiero alargar más esto— se acerca al chico, lo agarra del pelo inconsciente y lo sube a su hombro.

Siento que no puedo hacer nada más, rugo con mis últimas fuerzas, noto el cambio de tono en mis ojos, pero después todo se vuelve oscuro, antes de desmayarme escucho un aullido de varios lobos.

El Alfa Divino: La Leyenda Del Hombre LoboWhere stories live. Discover now