Capítulo 56: Manada Memberry

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Stalin.

Han pasado unas horas después de la pelea, o eso me dijo Even.

— Como había dicho, Sylvia y Ariel estarán con nosotros— digo después de levantarme. Todos se ríen y asienten.

— Con Ariel y Sylvia Memberry somos 11— dice Scarlet con su portátil.

— Sylvia, Ariel y yo hoy vamos a coordinar el entrenamiento— digo después de Scarlet. — Hoy vamos a ver las habilidades que tenéis cada uno, para eso tenemos que ir a un circuito en el que entreno. Como yo no puedo correr Tyler os enseñara donde es, y vamos a comenzar con una carrera, cuando lleguemos os explico, nosotros iremos en coche con Scarlet y cuando Tyler comience a correr lo seguís.

Tras 5 minutos en el coche de mi madre llegamos a donde estaba mi circuito cerca de la cueva, ya que Tyler los llevará a la cueva porque no sabe exactamente donde está el circuito.

Tras 30 minutos llegan, primero veo a Tyler, detrás, con gran distancia, le sigue uno de los Amigos de Drakon, de ahi Drakon, después veo a Even, los tres van casis igualados, suben y bajan de posiciones entre los 3 primeros, Tyler me ve y si dirige a mi.
— ¡El puesto será cuando me toquéis!— grito al verlos cerca

— Even escucha esto y aumenta de velocidad, traspasa a Drakon y a su amigo, pero Drakon se enfada y aumenta la velocidad ganando a Even, el amigo adelanta a Even y ahora si se nota la diferencia, cuando está cerca levanto la mano para que me toque, Drakon, su amigo y ultimo Even, asi son las posiciones que quedaron.

— Muy bien, ¿como te llamas? — le digo al amigo de Drakon.

— Me llamo Steve, señor.

— No me llames señor, que tengo tu edad.

Uno a uno iban llegando los demás.

— Ahora aguantar la respiración y solar poco a poco para controlarla— digo y todos mantienen la respiración sin dudarlo. — Tenéis que mantener el ritmo de respiración para poder recuperaros. Habéis recorrido algo más de 30 kilómetros ya que Tyler os llevó por una ruta más larga y más difícil, y con esta carrera no solo hemos calculado la velocidad, sino también la agilidad, la vision del entorno y la familiarización con un nuevo terreno...

Sharlet.

— Sharlet, conocemos a nuestro hijo, Stalin a parte de como es, él no nació con el fin de seguir a alguien, sino de liderar y llevarnos a un destino que solo él puede llegar— me dice Ewaan.

— Ya lo sé, pero tiene 15 años, no debe de tener ninguna responsabilidad, todavía sigue conociendo el mundo de hombres lobos, y no sabemos lo que ha echo en el viaje que se auto-obligó a hacer. Todavía tiene que madurar, y saber quien es.

— Stalin ya ha echo muchas cosas que nosotros ni nos imaginamos, no necesita madurar, ni poder, ni experiencia...

— Yo sé que no necesita nada de eso, que pero ambos sabemos que aún no está preparado para cargar con tantas vidas en su espalda, Stalin daría la vida si tuviese esa responsabilidad, ¿por qué crees que no está con sus hermanos desde que volvió del viaje? porque él ya sabe que el alfa soy yo de esta familia, y él no quiere que sus hermanos le sigan porque estoy yo, y en el fondo tampoco quiere seguir con sus amigos, pero se echa la culpa de que sus amigos se hayan convertido en hombres lobos, ya ha aceptado vivir con ello y ya es parte de él.

— Madre, Stalin ha reunido a sus amigos para entrenarlos, pero no sé que va a hacer— me dice Been agitado.

— ¿Como lo sabes?

— Vi a Sylvia y Ariel llendo al granero y escuché que iban a obligar a Stalin que acepte su ayuda.

— Sharlet, Sylvia se puede descontrolar y perder el control— me dice Ewaan.

— Lo sé, ellos han pasado por muchas cosas la última década. Been llama a tus hermanos y nos vemos en el camino del bosque que lleva a la granja. Yo y tu padre iremos a ver a Ingrit y Ander.

Vamos corriendo a buscar al pueblo a mi hermana. Acabo de recordar que Tyler estará con Stalin, y sé que no permitirá que hagan daño a Stalin, pero el número de enemigos que han tenido mi hermana y sus hijos no se compara a nada que Stalin imagine.

— No te preocupes Sharlet, Stalin tiene su manada para defenderlo— me dice Ewaan mediante el vínculo.

— Sabes que no puedo dejar que Stalin sea alfa todavía.

— Lo sé, y también sé que tarde o temprano comenzará una guerra contra el reino, y debemos estar preparados.

Llegamos al pueblo y al hacernos visibles comenzamos a caminar para no llamar la atención.

Vemos a mi hermana comprar. Ewaan se acerca a Ander y le cuenta lo de Sylvia, Ingrit lo escucha y tira un jarrón que sujetaba.

— Perdoname Megan— le digo a la anciana dueña de la tienda. — Ahora no puedo pero te lo pagaré cuando lleve a mis hijos a la escuela.

— Tranquila Sharlet, no pasa nada, ya nos veremos.

El palpito se le acelera a Ingrit, rugidos se le escapa y me la llevo al baño.

— Ewaan ve a por un coche a la comisaria— le digo y Ander le acompaña.

— Ingrit, tienes que tranquilizarte, todo estará bien.

— Sharlet— me gruñe. — Traje a mis hijos pensando que por fin estarían bien, no para que vuelvan a pasar por lo que ya han vivido ni mucho menos a enfrentarnos a un reino.

— Ingrit, tus hijos estarán bien, hemos estado en paz, pero la familia Memberry sigue siendo escuchada.

— Pues ha llegado la hora de disolver el apellido y que sea historia.

— Sabes que no puedo hacer eso.

— Yo sí, en comparación con mis hijos, el apellido Memberry me importa una mierda— se pone de pie.

— Te entiendo, pero sabes que cuando nuestros hijos conozcan la historia de nuestra madre no habrá marcha atrás.

— Mi hija, Sylvia ya tiene ese sentimiento, por mi culpa le importa más el significado del reino Memberry que su propia familia, y por eso se convierte en un mounstro.

— Aunque te la lleves al fin del mundo, tus hijos son Memberry y eso no se cambia ni después de la muerte— me levanto y me voy. —Si vas a apoyar a esta familia vamos a ver a tu hija, y sino, esta es la oportunidad que tanto quieres, vete y olvida este apellido.

El Alfa Divino: La Leyenda Del Hombre LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora