¿Raquel le ha contado todo a Sam? La verdad es que estoy impresionada. Nunca he visto como Raquel quería a alguien de la misma forma que quiere a Sam. Nicol, Raquel y yo siempre hemos sido muy buenas amigas desde que las tres nos conocimos, aunque con el tiempo nos fuimos separando, siempre volvíamos las unas a las otras cuando pasaba algo malo y con el tiempo, aprendimos que siempre estaríamos las unas para las otras. Nicol y yo salíamos con chicos de nuestro instituto mientras ella nunca había salido con nadie y, ahora cuando veo como es su relación con Sam, me impresiona ver lo que puede llegar a hacer por su pareja. Siempre supe que en aquella temporada haría cualquier cosa por Nicol y por mi como nosotras la haríamos por ella, pero ver como cuida de Sam, como se preocupa y como con tan solo una mirada, ya sabe lo que necesita Sam, me impresiona.

Con esto no quiero decir que Raquel haya sido una mala persona, pero si ve como Nicol se comporta con Mickey o como yo me comportaría con el novio que no tengo, no le sorprendería ya que ya nos ha visto saliendo con otras personas.

Suelto una carcajada y miro el oso de peluche que hay al lado de un ramo de rosas azules.

-¿Te gustan las rosas azules?

-Si. Sé que son raras pero que sean diferentes las hacen especiales.- dice mientras mira el ramo de rosas azules.

-Ya sé porque eres la novia de Raquel.- digo divertida.- A las dos os gusta lo diferente.

***

Después de más de media hora jugando a las mil preguntas con Sam en la habitación para conocernos mejor, Raquel apareció en la habitación con dos enfermeras que sentaron a Sam en la silla de ruedas.

Mientras meto las llaves en el contacto para encender el motor del coche, siento como algo vibra debajo de mi culo y me muevo hacia un lado para coger lo que hay debajo. Suelto una carcajada al ver que se trata de mi móvil y contesto a la llamada.

-Hola, Bella.- dice una voz familiar. Aparto el móvil de la oreja y abro la boca formando una O al ver que se trata de mi madre.- ¿Qué tal?

-Hola, mamá.- conecto el altavoz del móvil y lo dejo en el asiento del copiloto.- Bien, ¿y tú? Tenía pensado llamarte pero estos días he estado ocupada...- miento. Sí que tenía pensado llamarla sino me llamaba esta semana pero había tenido tiempo si quisiese haberla llamado.

-Me alegro de que estés bien.- puedo apostar a que al otro lado del teléfono está sonriendo.- Louis me contó que habías pasado las Navidades en Nueva York.

-Si. Quería ir y le comenté la idea de ir una semana a Max y pagamos el viaje con nuestros ahorros.- sonrío al recordar esa semana y busco con la mirada a Raquel y a Sam.- Te llamo cuando llegue a casa, ¿vale? Chao.

Doy la vuelta al aparcamiento del hospital y en cuanto llego a la entrada del hospital, salgo del coche.

Espero que no venga ninguna persona que se haya levantado con el pie izquierdo porque sino...

Guardo la mochila con la ropa y el neceser de Sam en la parte trasera del coche junto el oso de peluche y el ramo de rosas azules que estaban en la habitación.

Una de las enfermeras que sentaron en la silla de ruedas a Sam nos explicaron como cerrar y abrir la silla de ruedas pero, ahora, cuando lo tenemos que hacer Raquel y yo, no resulta tan fácil como parecía.

-¿Por qué no tomas bien las medidas?- pregunta divertida Sam desde la parte trasera del coche mientras pasa su mano por una esquina de la frente.

Raquel suelta una carcajada y deposita un pequeño beso en los labios de la chica, aunque poco a poco el beso se vuelve más intenso.

En mi coche solo puedo hacer guarrerías yo.- pienso mientras toso un par de veces divertida.

-¿Puedes ayudarme con la silla de ruedas?- miro la silla de ruedas todavía sin cerrar y, Sam y Raquel ríen.

-Claro.- dice divertida.- Creo que había que sujetarla y hacer fuerza aquí.

Después de cinco minutos haciendo fuerza para que la silla de rueda se cerrase, conseguimos que se cerrase y la guardamos en el maletero del coche.

-¿Quereis ir a algún sitio? Ya he perdido tres clases así que...- digo divertida mientras pongo mi cinturón de seguridad.- Podemos ir a un centro comercial si queréis, no hay mucha gente y hasta después de comer no tengo que ir a trabajar.

Sam y Raquel se miran la una a la otra y Raquel asiente con la cabeza.

-Claro, será divertido.- dice Raquel.- A ti te gusta ir de compras más que a cualquiera de nosotras y desconectarás de todo esto.

-Ya las has escuchado.- dice divertida Sam.

-¿En serio que te gusta comprar más que a nosotras?- pregunto a Sam ya que me parecía algo imposible.

Sam suelta una carcajada.- Ya sé porque sois amigas.- dice divertida.

Viviendo Con Mi Ex.Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα