Capítulo 38

12.5K 1K 297
                                    

Myleen Collins

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

Myleen Collins

Abby me acompañó a recoger unas cuantas cosas en mi piso. Cosas básicas como ropa y accesorios que me hacen falta para mi día a día. Volvimos a la habitación de hotel donde me quedaré estos días. Guardo toda la ropa en el armario, colgándola en las perchas y doblándola en algunos de los cajones. Abby me ayuda para terminar rápido y hablar de las nuevas cosas que pasaron.

—Tu vida es de película por lo que parece, nena —comenta ella, sentándose en la cama. Enseguida se levanta de un salto, mirándola—. ¿Esas mantas estarán limpias, no?

Me río por su absurda pregunta.

—Sí, las cambiaron esta mañana, no te alarmes —la despreocupo, logrando que se vuelva a sentar a mi lado—. Han pasado tantas cosas de ayer a hoy, que sigo sin asimilar todo —comienzo a contarle, mirándola a los ojos.

Ella me agarra de ambas manos, dándome un fuerte apretón. No le he contado apenas nada de lo que ha sucedido este último día, le dije que hablaríamos una vez llegáramos al hotel donde me estoy quedando.

—Sabes que cuentas conmigo, nena —sonríe Abby—. Dime, ¿qué sucedió? ¿Por qué te tuviste que ir de tu casa?

—Ayer fui a ver a Hank y Sean, todo normal, se están recuperando poco a poco de la adicción a las drogas. Cuando volví a casa Damon me llamó, diciéndome que saliera del edificio porque había alguien esperándome en la casa. Me avisó demasiado tarde y, no me quedó de otra que defenderme. En resumen, le quité el arma a ese chaval y Damon se ocupó de él, llevándolo aquí.

—¿Aquí? —cuestiona, frunciendo el ceño.

—Es una larga historia. El chico al final confesó que trabajaba para Denver y que fue él quien le ordenó que hiciera eso, para llevarme con él. Aunque luego Damon se quedó a solas con ese chico y no sé qué más pudo pasar.

—Joder, nena. ¿No te hirió? ¿Estás bien?

—Lo del chico y Denver es algo que, ahora mismo me despreocupa —confieso, manteniendo mi mente en lo que sucedió esta mañana, con mi madre—. A mi madre le llegaron un par de mensajes anónimos informándole que trabajo en el club y que me estoy relacionando con Damon.

—Oh, vaya mierda. ¿Crees que fue Denver?

Asiento.

—Querrá dañar todo lo que tengo a mi alrededor, empezando por mi madre para que me desprecie. Me obligó a que dejara de juntarme con Damon y a abandonar el club. Cuando me enfrenté a ella diciéndole todas las cosas que he estado callando durante años, me pegó. Le ofendió toda la verdad. Y, ante no tener más argumentos, recurrió a la violencia física —lo recuerdo con cierto rencor.

—Mi niña... —me acerca a ella, brindándome de un corto abrazo—. No sé muy bien qué decirte en estos casos, porque apenas conozco a tu madre. Te diré lo típico: a veces nacemos en la familia equivocada.

La oscuridad de Damon [+21] ✓Onde histórias criam vida. Descubra agora