Capítulo 17

17K 1.2K 703
                                    

Damon Lombardi

Golpeo con mis nudillos la mesa de cristal que tengo frente a mí, soltando un leve suspiro al ver a uno de mis hermanos llegar. No me sorprende que después de ver a esa chica marchar venga a preguntarme qué tengo con ella. Saco un cigarro de la cajetilla, llevándolo a mis labios y prendiéndole fuego con el mechero que tengo en el bolsillo. Duncan se detiene, sentándose en la silla que hay delante. Me acompaña aquí, en el exterior de nuestro gran jardín trasero.

—¿Qué te traes con esa chica? —cuestiona Duncan.

—Nada, no me buscará más. Dejémoslo ahí.

—Se fue enfadada, ¿qué le hiciste?

—Lo que ella quería —respondo con simpleza.

—Mejoro mi pregunta. ¿Qué le dijiste?

—¿Y a ti qué coño te importa? ¿Acaso te pregunto yo qué te traes tú con esas escapadas nocturnas? ¿Por qué eres novio de Marlene? ¿Por qué le mentiste a Anya hace diez años? Métete en tu vida, resuelve tus putos problemas y déjame a mí con los míos. Porque de nosotros dos, tú eres el más jodido. Estás metido en asuntos de mafias, tanto la alemana como la rusa. Eres el enemigo de Anya Petrova, el novio de Marlene Dietrich y te juntas con una chica a escondidas de tu novia. ¿Acaso me entrometo yo en tus asuntos de mierda? No, porque no me importan.

—Damon, relájate —me aconseja.

Lo que no sabe es que estoy relajado. Si no lo estuviera le habría reventado la cabeza contra la mesa de cristal que tenemos en frente.

—Estaré relajado cuando todos dejéis de entrometeros en mi vida. Lo que haga o deje de hacer con esa chica, es mi problema.

—Lo sé. Tan solo se me hizo raro que la dejaras con vida —comenta.

—No mato por matar, como hace tu querido mellizo Darek—le aclaro.

Le doy otra calada al cigarro, aspirando todo el humo, reteniéndolo en mi boca antes de expulsarlo. No le digo nada más a Duncan, espero a que él se vaya con mi silencio. Yo tampoco sé por qué la dejo con vida. Ni siquiera sé por qué me acosté con ella. ¿Simplemente para que me dejara en paz? ¿O para encontrar la paz en mí mismo?

Besarla, descargar toda mi ira contra ella de una forma no agresiva, me ha tranquilizado lo suficiente para no pensar en la discusión de minutos antes.

Lo peor es que fue ella quien despertó a mis demonios más internos, aun sabiendo que podía salir lastimada. Se pudo quemar con las llamas de mi infierno, pero pareció no importarle cuando estaba conmigo.

No puedo arrebatarle una cordura que ya no tiene. Sabe los peligros que corre al acercarse a mí, pero parece importarle una mierda. Sigue buscándome, sigue provocándome. Y eso no sé hasta qué punto puede ser bueno para ella, o para mí.

—No la cagues —comenta Duncan.

Desvío mi vista hacia él.

—¿Qué?

—Si tienes a una persona detrás de ti que tuvo el atrevimiento de tocar el timbre de esta casa y preguntar por ti, sabiendo que no estás del todo cuerdo, no la dejes ir —me aconseja.

—Don experto en el amor —digo con sarcasmo—. ¿Pensar en eso te ayudó a que tu exnovia Anya no se follara a Darek hace diez años? Pues no te funcionó, hermanito —sonrío.

Su mini venganza contra Darek fue follarse a Darah para joderlo. Patético, pero efectivo.

—Para de tomarlo todo como si fuera un ataque, Damon —advierte con seriedad.

La oscuridad de Damon [+21] ✓Where stories live. Discover now