La oscuridad de Damon [+21] ✓

Capítulo 12

Damon Lombardi

Darek atiende a una chica frente a nuestra casa. Ella alza la mirada, viéndome por unos segundos. Sé que no puede verme por el efecto de la luz, pero yo sí puedo verla a ella. Diviso un pequeño corte en su cuello, apenas visible desde donde estoy yo. Se queda boquiabierta por unos segundos, desviando la vista hacia Darek cuando le pregunta algo.

Me alejo de la ventana, saliendo de mi cuarto para bajar las escaleras e ir a la planta inferior. No voy a salir de mi casa para verla a ella. Sé por qué vino aquí y más le vale a Darek no abrir la boca y decirle que estoy en casa. Ayer abrí la boca de más. No debí decirle mi nombre, debí irme de allí sin decir nada o matarla.

No necesito complicaciones en mi vida y mucho menos de una desconocida a la que besé por error. Rectifico, me besó ella, pero no la aparté, no pude.

Suelto un sonoro suspiro, dejándome caer en el sofá. Paso mi mano por el cabello, escuchando unos pasos acercarse a mí.

—¿Vas a decirme quién es esa chica o tengo que averiguarlo yo solo? —la voz de Darek interrumpe mi calma.

—Averígualo tú, ya que eres tan inteligente —le digo con una falsa sonrisa.

Sus cejas se alzan, de asombro. ¿Qué le sorprende? ¿Mi tono de voz con él? ¿Que una chica haya preguntado por mí de la nada?

—No eres el único con una vida privada, Darek. La diferencia es que yo no la comparto con nadie. Ahora, lo que debes hacer, es cerrar la puta boca y no mencionar nada sobre este asunto —le advierto.

—Al parecer es lo bastante importante para que te pongas tan a la defensiva —deduce él, observando mi comportamiento—. Y tampoco es tu novia, sigue estando demasiado cuerda. Porque sé una cosa, Damon. Si llegas a tener a alguien en tu vida, la destruirías de la misma forma que yo destruyo a las personas que me rodean. No existe lo llamado amor en tu forma de ser, actuarías como yo. En el fondo, somos iguales...

Con la diferencia que él piensa antes de actuar y yo no. Sé todo su diálogo y esa frase de mierda que lo único que hace es llevar al límite mi paciencia. Él se cree el más inteligente por ir siempre un paso por delante de todos, se cree el mejor por ser el más temido.

—No soy como tú, entiéndelo de una puta vez, Darek —me pongo en pie, logrando estar a su altura—. No necesito a alguien a quien torturar y divertirme, como tú. Yo no utilizo lo del pasado para joderle la vida a alguien, con el pretexto de: soy un psicópata, mi madre me maltrataba de pequeño y mi padre era un cabrón frío y sin sentimientos —río con amargura—. Yo no voy a gastar mis energías en fingir ser una persona que no soy para follar con una chica y luego hacer que se suicide. Como tú bien has hecho.

Él sonríe, divertido.

—¿Te recuerdo quién mata a inocentes por ataques de ira? ¿Quién golpea las paredes de su cuarto para calmarse? Baja la mirada a tus nudillos, observa esas múltiples heridas que tú mismo provocas. No soy el único que usa el pasado como pretexto, tú también lo haces. ¿La diferencia? Yo aprendí a soltarlo para vivir y tú sigues aferrándote a él, matándote poco a poco. En tu mente sigue viviendo los múltiples maltratos de nuestra madre, sigue viviendo el recuerdo de Demian. Torturándote. Haciendo que cualquier cosa que te moleste, la acabes destruyendo. Ya sea a ti mismo, o a otra persona. Yo mato por diversión, tú matas por inestabilidad mental. Eso es lo único que nos diferencia. Somos monstruos, Damon. Tú eres un monstruo, tal vez, peor que yo.

Mi mandíbula se tensa y él lo nota, haciendo que su sonrisa aumente. No son sus palabras lo que enciende ese algo de mí que indica que voy a explotar. Es esa sonrisa burlona que demuestra que él lo sabe todo, que es el mejor. Ayer hizo exactamente lo mismo, por eso salí de casa en la madrugada, por eso maté a un hombre inocente. Matar o dañarme es lo único que alivia y que calma al monstruo interior que tanto retengo. Darek lo sabe y no hace nada para evitarlo. Es más, lo provoca para que sea como él. Con la diferencia de que soy un inestable de mierda.