XLV

13 5 10
                                    

La única palabra que tengo en mi cabeza en estos momentos es familiar. Todo en este momento se siente familiar, pero de una forma extraña. No como si lo hubiera vivido antes, sino, no lo sé, no estoy seguro, daría por hecho que me lo he imaginado. Como si hubiera estado soñando con este momento, lo cual es absurdo, porque nunca había pensado de ninguna forma llegar a este suceso.

Aclaro la garganta. Kit aún me rodea con sus brazos y aunque la escena no me molesta, me estoy empezando a sentir incómodo.

—Lo siento, lo siento tanto —empieza a decir al separarse de golpe, como si hasta ahora fuera consciente de lo que estaba haciendo. Su cara desde luego está completamente sonrojada.

—Está bien, Kit —murmuro con una leve sonrisa en mis labios antes darle unas palmadas en el hombro.

Él se encoge de hombros.

—Iré a descansar, te veo mañana —dejo salir. Mi cabeza sigue siendo un caos y ahora mismo luego de lo que viví hace un par de segundos, me siento en un circo.

—Protector de las almas, guerrero de hueso y ángel de la destrucción, felicidades por cumplir con sus misiones. Sus informes ya han sido enviados al comando central, por lo pronto pueden ir a descansar —anuncia el jefe Sett juego de aplaudir. Por el rabillo del ojo Isis le ha pinchado los ojos a Nero lo que la ayuda a liberarse.

—¿Dónde está la musa celestial? —pregunta Paul.

—Descansa, el cuartel dos enviará transporte para ustedes mañana, por lo que, te recomiendo que hagas lo mismo, después de todo, eres nuestro invitado de honor —le responde el jefe acercándose a mí cuando ya había comenzado a alejararme, aún así, no me detengo, lo que lo obliga a acelerar el paso.

—Aquí esta mi primera generación favorito —suelta Sett rodeándome con su hombro para acercarme a él.

A diferencia de Kit, a este si lo empujo, pero es inútil.

—Parece que todavía tienes energía para seguir peleando —murmura Sett— solo quería hablar contigo de algo.

Por su rápido cambio de tono de voz dejo de intentar alejarlo y me concentro en lo que tenga que decir.

—¿Viste algo extraño en tu compañero Kit? —pregunta con la mirada fija.

Tengo imágenes de las sombras que lo rodearon en ciertos momentos y luego sus manos sobre mi cuello.

—No —respondo con firmeza—Pensé que Eris había respondido esa pregunta.

Él se ríe con fuerza.

—Quería oírlo de ti, después de todo, se nota que se han vuelto muy cercanos —deja salir con un tono presuntuoso.

Por su mirada fija espera una reacción que no llega de mi parte. Sé que hay algo raro en Kit, pero ese es mi problema, yo me encargaré de él. No quiero que nadie más intervenga.

—Muy bien, no tomes mucho tiempo de descanso, ahora que has vuelto se te han asignado más misiones en el exterior —comenta Sett mientras se aleja.

Lo observo. Él sabe o sospecha algo, de no ser así, no sería tan persistente con el tema. No puedo hacer nada al respecto. Tendré que manejar la información con cuidado, algo me dice que Kit no estaría totalmente seguro si les contará lo que he visto.

Retorno el camino a mi habitación. Intento sacarme mis recuerdos de mi cabeza, pero hasta que no confirme que la silueta y voz de mis recuerdos sean las de Daisy no estaré tranquilo.

Tomo aire al cerrar la puerta detrás de mí.

Solo son ideas mías. Solo son ideas mías.

—Bienvenido Ned, es un placer para mí tenerte de regreso —es la voz del parlante. La chica se escucha particularmente emocionada para mi estado de ánimo agotado.

FORSAKENOù les histoires vivent. Découvrez maintenant