XXVIII

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El tipo de la espada en llamas y armadura dorada se para enfrente de nosotros. Su espada apunta hacia mí.

—Encárguense de los demás, ¡el ángel de la destrucción es mío! —les dice antes de correr hacia mi.

—Kit, haz lo que te dije —le digo alejándome de ellos. Por el rabillo del ojo veo que el tipo me sigue.

—¿Qué sucede? Ven aquí ¡No sabes cuanto había estado esperando esto! —me grita.

Veo al de armadura azul celeste correr hacia adelante cubierto por una especie de neblina, pero un poderoso rayo cargado de Isis lo impacta. La armadura que lleva se agrieta.

—No me esperaba menos de la bruja del caos, cargando ese rayo detrás del escudo —dice el tipo de la armadura. Me fijo en que Kit está justo frente al bastón de Isis.

—No te muevas, tú eres mía —exclama la de armadura verde chocando sus cuchillas con las de Eris en el aire.

Ambas vuelven a chocar muy rápidamente esas cuchillas sin dejar de aparecer o desaparecer en el suelo o aire.

Tengo que dar un salto hacia atrás para esquivar varios golpes consecutivos de la espada en llamas. El tipo se ríe cuando bloqueo su nuevo ataque con la guadaña.

—¿Qué pasa Ned? ¿Por qué estás tan callado? ¿No te alegras de verme? —pregunta con un tono de voz menos animado y más persuasivo.

Nos separamos. No hay nada que me de una pista de quién está detrás de esa armadura, y de hecho aunque lo pudiera ver a los ojos, lo más probable es que no lo recuerde en lo absoluto.

Espera, eso quiere decir, ¿Qué yo era su compañero? Eso no tiene sentido, Eris me conoce desde pequeño y no sé refirió en plural con esa afirmación.

Cuando nuestras armas vuelven a chocar él rápidamente me da una patada que me tira al suelo por la fuerza, pero yo envió la guadaña hacia él este la repela, pero tiro de la cadena para cortar la armadura de su brazo izquierdo.

—Que divertido, de verdad eres tú —dice tan emocionado que carga hacia mi mientras me levanto. Alcanzo a cubrir su primer ataque con el mango, pero este usa con mucha rapidez su puño izquierdo sobre mi mano derecha que sostiene la guadaña. Mi agarre pierde fuerza, él levanta la espada hacia mí de nuevo, uso mi brazo para bloquearlo, pero la armadura se derrite y tengo que apartarlo de una patada.

Mi brazo sangra mientras él se ríe.

Del otro lado de la batalla llueven rayos y escarcha helada por todos lados, golpeando las rocas y el suelo. Isis y el tipo se mueven de un lado a otro para esquivar sus ataques, mientras que Kit sigue a Isis para bloquearlo cuando ella no puede esquivarlo.

La armadura de Kit se ha comenzado a cubrir de una leve capa de fragmentos de hielo, aún así, Isis ha hecho mucho más daño a su armadura que se mantiene a duras penas.

No puedo fijarme en Eris, porque debo volver a repeler otro ataque, esta vez evito intentar ganarle en fuerza puesto que mi brazo aun no se ha recuperado.

—Le protegidas tanto y al final no pudiste salvarle, nunca tuve la oportunidad de darte mis condolencias, era tan inocente —comienza a decir. Se debe referir a Daisy. ¿También está relacionada con ese cuartel al igual que yo? No estoy entendiendo nada. Esta nueva información hace que mi cabeza sea un cristal roto en miles de pedazo de nuevo. ¿No que todos mis compañeros antes de Eris estaban muertos? ¿A caso sobrevivió y quiere vengarse de mi?

—Pero Ned, no debiste incitarle a que saltará, pudo haber escapado ese día —deja salir inclinándose de hombros— lo que significa, ¡Que el culpable eres tú!

Una furia interior me hace saltar hacia delante cuando él lo hace nuestros golpes son más consecutivos y agresivos como para dejar daños en nuestras armaduras. Aunque por el fuego de su arma los suyos son más efectivos, pero sin causar ningún daño en mi.

—¡Eso! ¡Eso es! —me anima. El bloquea mi ataque con su espada lo que lo hace reír, le doy una patada que lo hace soltar su espada, levanto la guadaña para hacerle un corte, pero soy golpeado por un centenar de plumas que penetran mi armadura haciéndome retroceder.

La chica que pelea con Eris flota en el aire con sus manos cubiertas de plumas.

—¡Miri, te dije que él era mío! —le gruñe antes de lanzarle la espada hacia ella. Esta la esquiva en el aire, pero una silueta aparece detrás de ella y corta el cuello de su armadura.

—Tú pelea es conmigo, terror de los cielos, Miri —le dice Eris dándole una patada que la envía directo al suelo levantando una nube de roca de la que comienzan a salir cientos de plumas hacia Eris quien ha comenzado a cubrirse de una capa de hielo, haciendo que las plumas comiencen a golpearla al no poderse mover con rapidez para evitarlas.

Isis se gira hacia ella, pero una roca cubierta de hielo se levanta detrás de ellos dos y la golpea desde el ángulo ciego de Kit, quién se tambalea por el impacto sin entender de donde provino. La roca se destruye de inmediato dejando ver a una Isis de rodillas con el casco roto dejando ver su cabeza, por suerte su armadura solo esta agrietada. Kit la intenta ayudar a levantar, pero un rayo de luz sale del bastón mientras sigue en el suelo y se dirige hacia Eris creando un escudo protector que rápidamente bloquea el hielo y las plumas antes de estallar. Roca, plumas, ráfagas eléctricas, hielo y polvo es expulsado en todas las direcciones. Isis se gira respirando por la boca por el cansancio. No debe tener mucha energía.

Eris comienza a caer al suelo con su armadura totalmente destrozada.

—¡Tú batalla es aquí! —exclama el tipo. Ha recuperado la espada en medio del caos y ahora vuelve a atacarme cuando la vuelve a cubrir de fuego. Nos volvemos a intercambiar golpes hasta que él ejerce más presión en uno de ellos para acercar su cuerpo.

—Vamos Ned, déjame ver tu rostro otra vez —murmura. Estoy a punto de separarme, pero su otra mano pasa cerca de mí casco haciendo que se derrita al instante.

Le doy una patada para alejarlo.

—Que bueno volver a verte viejo amigo —deja salir desanimado cuando mi rostro se ha recuperado por la quemadura. 

FORSAKENWhere stories live. Discover now