FORSAKEN

XXVI

Todavía me pregunto quién es esa persona. No tengo ningún detalle en particular que no sea esa sonrisa, porque hasta la voz es tan distorsionada que no logro encontrar algo particular en ella.

Solo hay una cosa segura y es que esa persona lo significa todo para mí. Pienso en Daisy, de ser ella, significa que lo he perdido todo. Entonces recorro un camino sin ningún objetivo. ¿Acabar con la princesa?

No me siento lo suficiente motivado para ello, de hecho no me siento motivado a algo en particular en lo absoluto. Es como si caminara sin rumbo, sólo siguiendo lo que me dicen que haga. Me pregunto si en algún punto tendría sueños o aspiraciones, quiero recuperar esos recuerdos, quiero volver a sentir que tengo algo por lo que vivir.

Kit se pone en mi zona de visión que estaba ocupada mirando el techo.

—Intenta aferrarte a mi —me pide cuando alguien levanta mi cuerpo y lo pone sobre la espalda de Kit. Él sostiene mis piernas con sus manos por lo que todo mi peso está sobre sus hombros.

El aroma a esta distancia es más penetrante.

—¿Listo? —pregunta Eris. Debe ser ella quien lo ayudó a levantarme.

Todavía no siento mis músculos, mucho menos moverlos.

—Bruja, lleva esta mochila —le ordena Iris tirándole mi mochila, la cual tiene sujeta la guadaña a su costado.

Eris lleva el bolso de Kit con el escudo, por el rabillo del ojo veo que sigue destrozado en el borde donde recibió todo el impacto, aunque el resto parece estar bien.

—¿Cuánto tiempo crees que dure el efecto? —le pregunta Isis a Eris cuando salimos del edificio.

—La última vez solo duró un par de horas —responde Eris con un suspiro propio de ella.

—La escuchaste ¿No? ¿Podrás con ello? —le pregunta Isis a Kit.

—Estaré bien —le dice con tono amable. Me da un rápido vistazo, debo parecer un imbécil a punto de morir porque me da esas miradas que detesto— solo descansa Ned, yo te mantendré a salvo.

Sigue siendo un idiota, acaso no se da cuenta que no necesito que me protejan, aunque es irónico, puesto que en este preciso momento soy vulnerable, pero dudo que puedan acabar conmigo de cualquier manera.

El Nu salta de la cabeza de Kit a la mía. Este hace un par de saltitos hasta acomodarse en mi pelo y echarse a dormir. La lluvia no se ha detenido, pero es mucho menos densa y constante, aún así el trayecto es más complicado por las condiciones del terreno.

—¿Kit? —lo llamo en voz baja cuando he recuperado las energías para hablar.

Él inclina un poco la cabeza en mi dirección.

—¿Sí Ned? —me pregunta en voz baja.

La vegetación vuelve a ser densa, incluso desde esta posición no puedo ver a Eris o Isis, sólo puedo escuchar sus pasos más adelante.

—Protege a Isis por favor, no importa lo que me suceda a mi —dejo salir recordando la promesa que le hice a Nero. Si tengo que ser el que luche no podré protegerla. No puedo permitir que le suceda nada.

—Pero... —intenta protestar.

—Es una orden Kit —sentencio con tanta fuerza como puedo. Él no responde y vuelve a concentrarse en el camino.

Cierro los ojos con la esperanza de no quedarme dormido, aunque está un poco jorobado para evitar que me caiga si eso sucede. Ese estúpido piensa en todo.

—¿Algo de este lugar te ha ayudado con tu memoria? —es la voz de Eris.

Por un momento me da la sensación que se refiere a mi, pero recuerdo que no soy el único en esa situación, y a diferencia de él, ellos no lo saben.

—No —la voz de Kit suena demasiado triste, incluso el Nu lo nota y se despierta para saltar a su cabeza.

—Pensé que volver a un lugar familiar sería bueno para tu memoria —comenta Eris.

—No estoy seguro de que haya vivido aquí —deja salir Kit. Eris no pregunta nada, lo cual me molesta, yo tampoco lo habría hecho, pero realmente tenía curiosidad. Se supone que lo encontraron en este lugar, por lo que es la única información que se tiene de su pasado, aunque bajo mi experiencia, quizás ya haya recuperado ciertos recuerdos. Me pregunto si se le han mezclado con su imaginación como a mi, aunque no dejo de pensar en ese cielo azul.

—Aunque no parezca, te entendemos Kit —es Isis esta vez— no tengo recuerdos anteriores a que me asignaran al cuartel tres, de hecho ningún soldado los tiene. Por eso Eris te lo ha cuestionado, tú no fuiste asignado, por eso tiene curiosidad sobre lo que puedas recordar, ya que ningún de nosotros podemos hacerlo.

En este tipo de momentos olvido que a pesar de su apariencia y emociones, Isis es bastante madura.

Hace un rato Eris mencionó que el otro cuartel, creo que era el cuatro, iba por la misma misión que nosotros. Podría asumir que pertenecemos al cuartel tres por lo que Isis dijo, aunque parecíamos interesados en el lago de los lamentos que estaba siendo defendido por el cuartel dos. A pesar de que parece que están unidos por la misma entidad tienen como intereses individuales. La verdad es que no me he cuestionado mucho como funciona nuestro sistema, aparentemente hacemos misiones para el bienestar de nuestra comunidad, pero ni siquiera puedo estar seguro de ello. La falta de recuerdos me juega en contra y no puedo hacer un cuadro sin pintura ni pinceles.

La vegetación comienza a ser menos abundante al tiempo que rayos de luz empiezan a aparecer a través de los árboles. La lluvia prácticamente ha terminado. Puedo sentir mi cuerpo tanto como para poder acomodarme sobre la espalda de Kit quién deja de estar jorobado para evitar que me caiga. Mi cabeza aún se siente levemente mareada, por lo que, seguiré lo que queda de trayecto de esa forma, no me gustaría bajarme y luego admitir que necesito que vuelva a cargarme.

—Solo un poco más —murmuro en su oído. Esta vez puedo ver por encima de su hombro a Eris e Isis correr frente a nosotros.

Kit asiente con una sonrisa en sus labios.

—¡Bruja del caos, armadura completa! —anuncia Isis haciendo que varias cápsulas salgan de su bolso. El casco cubre su cabeza, pero una armadura metálica de color azul oscuro mate cubre todo su cuerpo.

—¡Soberana de la aniquilación, armadura completa! —exclama Eris, a diferencia de Isis la armadura que en vez cubrir todo su cuerpo, sólo cubre puntos vitales importantes, además es de un color violeta oscuro.

La vegetación termina dejando al descubierto una amplia zona árida llena de rocas cubierta por una montaña plana que nos deja sin salidas a menos que queramos regresar por el bosque.

Así que, este es el lugar de la misión, llamado último suspiro.