XXXIX

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El lago de los lamentos no puede opacar en grandeza al árbol del comienzo, pero sí en belleza. Sus pilares de agua que salen a la superficie como tornados que esparcen gotas de agua que al reflejarse con luz del sol crean arcos caleidoscopios de tonos rojos. El lago es enorme, tanto que desde este ángulo no podemos ver el otro extremo.

El lugar como toda la zona cercana está rodeada de monstruos, pero la única diferencia es el olor a muerte. Hay cadáveres humanos mezclados con los de criaturas no sólo cerca al lago sino sobre la superficie del agua. La vista es tan atroz que tengo una ganas profundas de vomitar.

—Hemos podido retirarnos hasta aquí. La zona de batalla es un vertedero —murmura la chica al lado de Eris. Desde esta perspectiva sólo puedo ver su cabello rosado.

Si esta parte del lago parece un cementerio de cadáveres no me quiero imaginar el lugar que ella describe. Trago saliva intentando reprimir todas las imágenes bélicas que tuve los primeros días posteriores a despertar. Sabía que eran reales, pero no esperaba revivirlas.

—Más invasores —dice esa voz retorcida. Busco el origen de la voz para encontrar una criatura humanoide de color totalmente blanco no lleva nada puesto, su cuerpo es alargado y huesudo. Es la primera criatura que tiene ojos a excepción de los Nu, aunque la de estas dos criaturas parecen huecos blancos que emiten una leve luz.

—La señora sólo mencionó dos elevados, no siete —protesta el otro que se levanta cerca de Nero.

—¿Solo son dos Zeros? —pregunta Eris a la chica que poco a poco comienza a incorporarse.

—Sí, el resto se dispersó cuando la princesa abandonó la zona —comenta la chica.

—¡Vengan! —grita uno de ellos haciendo que Nero corra hacia el que había golpeado al llegar. Este vuelve a recibir su golpe de lleno, pero se queda estático a pesar de la fuerza del golpe antes de reírse.

—Nero —lo llama Isis por el comunicador haciendo que este de un salto hacia atrás lejos del Zero para que un rayo lo golpee. El ataque impacta, pero este sigue parado como si nada.

Nos acercamos a los primera generación del cuartel dos. El chico de cabello verde ha perdido la armadura e incluso parte del traje, dejando ver su cuerpo fornido, tiene una mirada agotada. Este jadea mientras se aferra de rodillas a un martillo de un material blanco extraño.

—Es del tipo resistente —murmura el chico— no puede derribarlo.

—¿Qué esperan? —grita el otro estirando sus brazos hacia nosotros. Amy se prepara para bloquearlo con un escudo, pero son repelidos por una onda de aire.

Muevo mi mano hacia la dirección del ataque para ver a la chica flotar en el aire mientras sostiene unos auriculares gigantes sobre sus orejas. Es muy hermosa y rodeada de esas ondas coloridas a su alrededor le da un toque de divinidad.

—Y el otro de tipo elástico —comenta Isis al ponerse por delante del chico de pelo pierde— yo me encargo.

—Solo necesito recuperar el aliento, un verdadero hombre no permitiría que una mujer pelé por él —deja salir el chico.

—Sigues con tus ideas sexistas, Paul —murmura Isis— aunque has cambiado, cuando eras mi compañero eras mucho más resistente e impulsivo.

—Cuando informaron que vendrían ustedes, supuse que sería lo primero que dirías cuando me vieras de nuevo —se burla Paul incorporándose completamente— ya sabes que no soy rencoroso, pero pase por muchas dificultades por tu culpa.

—¿En serio? —deja salir Isis cargando rayos en su bastón— Bueno, déjame recompensarlo.

Los rayos van directos al Zero elástico, pero el duro se pone en medio bloqueando todo el ataque.

—¿Estás herido? —le pregunta a Amy cuando se acerca a Paul conmigo.

—Llevamos una semana aquí ¿Qué crees? —le responde con un suspiro. No sé si le ha entendido mal, pero lo que dice no tiene sentido considerando que no tiene ninguna herida visible y eso que parte de su traje está roto.

Él mira hacia nosotros.

—Tú —murmura mirándome de arriba a abajo— así que es cierto lo que dicen, el ángel de la destrucción ha regresado.

Lo ignoro. Ya he tenido esta conversación un montón de veces para este punto. Mi atención regresa a Nero quien ha comenzado a darle un montón de golpes al Zero que aguanta que protege al otro que golpea a Nero en la distancia sin ningún efecto también.

Son dos tipos que aguantan mucho y ninguno de los dos es capaz de bajarse al otro, aunque Nero se está enfrentando a los dos prácticamente ya que Eris se ha girado hacia los monstruos que nos seguían y es apoyada por la chica a la distancia.

—No tardará el resto en alcanzarnos —comenta Isis cuando me paro a su lado.

—Y ellos solo están intentando ganar tiempo —agrego al ver cómo el enfrentamiento no progresa, y aunque ayudemos, ese tipo es muy resistente.

Normalmente no me siento cansado, pero últimamente desde que usó ese poder el agotamiento es muy presente. Lo que significa que no puedo realizar muchos más ataques con sangre.

Podemos pelear y luego escapar, o escapar directamente, solo tenemos esas dos opciones y en ambas tenemos que huir de aquí. Si Eris quisiera pelear contra ellos, ya se hubiera lanzado por el elástico sin problemas aprovechando que Nero funciona de distracción con el otro.

Por lo que el plan es escapar de este lugar, pero no podemos regresar por donde vinimos o nos toparemos con el montón de enemigos que dejamos atrás, y a menos que volvamos a abrirnos paso entre ellos, no tendríamos oportunidad de avanzar. Si yo estoy cansado, significa que los demás deben estarlo desde hace bastante tiempo.

—¿Cómo planeas salir de aquí? —le pregunto a Eris por el comunicador privado.

—Había pensado rodear el lago e ir al sur en dirección a ese asqueroso pantano, pero sólo sería cuestión de tiempo para que nos vuelvan a alcanzar, tenemos que volver al auto —responde Eris agitada sin dejar de acabar con los monstruos que entran en su rango de visión.

No podemos dar media vuelta, tampoco avanzar y de quedarnos aquí solo retrasaremos lo inevitable.

—Tengo un plan —dejo salir.

—No quiero oírlo —protesta Eris, pero luego suspira— al menos deja que Nero te acompañe.

Sé que no estoy en situación de protestar.

—Nero —lo llamo por el comunicador— voy a necesitar tu ayuda.

—Sí es lo que creo que es, me apunto —anuncia Nero dándole un golpe tan fuerte al Zero que lo envía contra el otro.

—Veo que eres como yo, que interesante —comenta el Zero aún sobre su compañero. ¿A qué se refiere con eso? Y ¿por qué me da la sensación de que no se refiere solamente a su resistencia?

—Isis, ahora —le ordena Eris para que libere los rayos del bastón en una nueva centella que sirva de distracción para que puedan escapar mientras Nero y yo damos media vuelta y nos dirigimos de cara hacia las hordas enemigas. 

FORSAKENWhere stories live. Discover now