XLI-ERIS

10 4 2
                                    

No fue difícil escapar de las criaturas y los Zeros con la distracción que Ned y Nero provocaron. Se llevaron a prácticamente todos los monstruos, dejando a un par que son fáciles de asesinar y no pueden retrasarnos.

—Paul se ha separado de nosotros —comenta Kate agotada. Usar su poder de sonido es mucho más agotador que el poder de Eris.

—Debe haberse ido con el otro grupo —le responde Isis. Ya había pensado en esa posibilidad, de hecho había asumido que se iría con ellos desde el comienzo, pero que nos haya seguido hasta aquí es una novedad.

—Ese idiota, no entiendo que pasa por su cabeza, todos los hombres sin iguales —se queja Kate cuando recupera el aliento.

Me gustaría poder confirmarlo, pero no lo hago a pesar de que no conozco a nadie que pueda refutarlo, ni siquiera, el novato compañero de Ned. Ese chico ha cambiado a Ned de alguna manera. Cuando lo conocí solía mostrar una actitud distante, fría y antipática, ya que difícilmente es capaz de mantener una conversación, de hecho, cuando se volvió mi compañero y mostró ese lado amable fue una sorpresa enorme. Nunca me espere que el ángel de la destrucción guardará una actitud así en su interior. Junto con Daisy, éramos las únicas que conocíamos ese lado suyo, pero ahora él también lo hace y mucho más aspectos de Ned al parecer. Se estaban divirtiendo mientras corrían por el bosque y esa misma noche no le aparto la mirada hasta que se quedó dormido, como si estuviera intentando procesar algo. Me pregunto qué sucedió cuando Ned y Kit se separaron de nosotros ese mismo día. Lo he visto reírse con los labios de forma más seguida que antes.

"¡Que torpe Eris! Por supuesto que los Avox son veloces" me regaño un pequeño Ned con cara seria.

"Cállate y ayúdame a levantarme" protesté enojada aunque yo fui quien nos arrojó a una docena de Avox hambrientos aquel día. Entonces sonrió con sus labios, era la primera vez que Ned hacía un gesto agradable como ese. Me quedé anonadada, después de todo era una dulce sonrisa.

"!Eres un idiota Ned!" le exclamé como si hubiera sido Isis, aunque no puedo negar que así me sentía.

Ned había sido mi compañero por muchos años antes de que Kit llegara, por lo que, no puedo evitar sentirme de ese modo ahora que Kit comparte mucho más tiempo con él y consiga todo lo que a mi me tomó demasiado tiempo lograr. De alguna forma me siento triste al respecto, me han quitado a Ned.

Niego con la cabeza para mi misma. Es absurdo, no tengo ese tipo de sentimientos por él y Ned siempre ha estado muy unido a Daisy, pero ni siquiera con ella se comportó de esa forma. Cuando decidieron asignarle a Ned una primera generación por el problema psicótico, todos pensamos que sería Daisy la indicada, después de todo, ellos dos venían del cuartel dos, por lo que se conocían desde mucho antes de que fueran asignados al mio. Fue una sorpresa para todo el mundo que yo fuera la escogida.

"Dudo que el jefe tenga problemas en asignarte a Daisy si lo pides" le dije cuando llegué esa mañana por primera vez. Él se quedó callado, tenía la mirada perdida, aunque era algo normal en él, bueno, si lo pienso mejor, es algo todavía muy común. En ese momento pensaba que era efecto secundario por la pérdida de recuerdos de los soldados, pero no era un novato, ya debía tener tiempo trabajando en el cuartel dos, por lo que, ya debía haberse acostumbrado a ello con anticipación, aunque algunos les cuesta adaptarse como a Nero, duró dos años en aceptar que no podía recordar nada anterior a despertar en el cuartel dos.

"Estaré bien contigo" respondió esa vez haciéndome sentir incómoda. No esperaba esa respuesta de parte de él. Recuerdo que las primeras semanas tenía miedo de morir por sus manos, los rumores eran diversos y asesinar a tantos compañeros, aunque fuera un primera generación era alarmante. Por ese motivo una parte de mi estaba aterrorizada hasta que una mañana lo vi agonizando en el suelo rodeado de un charco de sangre que salía de sus poros sin control.

"ALÉJATE RÁPIDO" me gritó en medio del dolor y si no fuera lo suficiente rápida, esa sangre me hubiera vuelto una víctima más, pero por suerte solo me dejo una lesión en la pierna. Recuerdo escucharle disculparse cada vez que veía lo que provocó. Fue bastante molesto viniendo de Ned. Si no fuera por la actitud de Ned, diría que tiene más cosas en común con ese chico, quizás por eso se llevan bien. De cualquier manera, sabía porque el jefe me había asignado a mí a Ned y no a alguien con las habilidades de Daisy, o mucho mejor alguien como Nero. No necesitaban a alguien que hiciera sentir a Ned en la libertad de usar ese poder como le plazca sin tener un control, sino a alguien que pudiera recibir la menor cantidad de daños para que sienta lo suficiente culpable como para mejorar. Es totalmente absurdo, pero hablamos de la mente de Sett. Así trabaja ese retorcido.

—El auto está justo detrás de estos árboles —anuncia Isis sacándome de mis pensamientos. Hemos recorrido un largo trayecto muy rápido gracias a ellos.

Acelero mi paso para salir a la zona árida donde dejamos el auto hace un par de horas. Ya ha anochecido, pero las luces encendidas nos indican donde se encuentra. Tomo el asiento de piloto como es de costumbre, en esta ocasión isis no duda en sentarse adelante. Amy y Kate toman el asiento de atrás, esta última se deja caer totalmente exhausta, llevo semanas peleando sin descanso. Las inyecciones hacen su trabajo, pero no lo suficiente.

Solo debemos esperar a los chicos y podremos irnos. Miro hacia los árboles por donde salimos. Sí no logran separarse de esa horda de criaturas tendrán que saltar al auto en movimiento.

El comunicador suena al mismo tiempo que el auto se enciende.

—¡Tienen que irse ahora! —es la voz de Sett.

—¿Qué? No podemos irnos, Ned y los demás siguen en el lago de los lamentos —inquiero sintiendo la sangre correr por mis venas.

—Es una orden Eris, se obediente por primera vez —sentencia con fuerza.

—No nos iremos sin Nero —agrega Isis para mi sorpresa— y Ned.

Él suelta el aire.

—La princesa está regresando, sino se van ya mismo, estarán muertos —murmura. Me da un escalofrío en todo mi cuerpo que me obliga a apretar mis puños para no temblar. No podemos irnos. Quiero golpear el auto hasta destruirlo. No puedo responder nada. Miro hacia los árboles.

Ned por favor. Regresa rápido. Por favor.

El auto calienta el motor. Tengo que hacer un esfuerzo para que mis ojos no se llenen de lágrimas mientras suplico sin apartar la mirada de los árboles. No puedo abandonarlo de nuevo. ¡MALDITA VIDA! ¿Por qué me haces revivir esto otra vez?

Por favor Ned. Hazlo por favor. 

FORSAKENWhere stories live. Discover now