XIV

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Tengo la sensación que el silencio y la soledad exponen las ideas más oscuras de tu mente. Es como si tu voz interior se liberará de las cadenas que la han mantenido en silencio. Me pregunto que sucedería si dejara que esas voces hicieran un eco tan fuerte como causar un estruendo. ¿Dejaré de ser yo mismo de nuevo? O ¿me perdería en las paredes invisibles de la habitación oscura de mi alma?

De cualquier forma, siempre hay algo que te fija a la realidad, solemos llamarlo esa luz en medio de las tinieblas. Aún así, pueden llegar a pasar días, incluso meses sin que salga el sol dejándonos en una profunda oscuridad, sin salidas, sin esperanzas como si nadie pudiera salvarte deseando regresar al punto antes del desastre donde tu vida podría significar algo.

Observo mi aspecto en el espejo, me veo con mucha más vitalidad que la última vez. Mi piel ha dejado de lucir tan pálida y es ligeramente más colorida, aunque no lo suficiente. Aunque realmente, me siento con muchísima más energía que aquella vez. Abrocho el último botón del traje antes de salir a mi habitación.

-Una hora con cuarenta y nueve minutos para el inicio de la operación -anuncia la chica desde el altavoz.

Mi cabello aún está demasiado húmedo, por lo que me siento sobre la cama a mirar la guadaña. Justo ayer el simple contacto trajo una oleada de recuerdos que al final del día tenía una llave abierta a tope sin poder controlar. Pienso en Nero, y una parte de mi se alegra de haber podido recordar esas escenas. Es un cretino agradable.

Debo proteger a Isis, le dije que lo haría. Mi mente trae a Daisy con un fuerte dolor de cabeza.

"¿Ned?" es una voz femenina que había escuchado antes en mis recuerdos.

Una risa.

"Oh cielo, ¿Qué haces Ned? Ven aquí, no seas tonto" su voz es demasiado divertida y dulce.

"Nunca te había visto sonreír, aunque eres tan dulce" suena una última vez en mi cabeza antes de que sin controlarlo una sonrisa lagrima baje por mi mejilla.

¿Por qué? Pienso mientras me limpio las lágrimas que salen sin poder impedirlo. ¿Qué sucede? ¿Por qué tengo esta necesidad de llorar?

"Yo también te amo, Ned" murmura.

Me llevo las manos a la cabeza.

-Alto, no más -dejo salir tomándome con más fuerza del pelo.

Mi respiración es tan agitada que me siento ahogado y tengo que respirar por la boca. Mi cuerpo tiembla levemente. Nunca había tenido un recuerdo tan fuerte y aunque son sólo voces, se siente como si estuviera justo a mi lado. ¿Quién era ella?

-Disculpe ángel de la muerte, pero hay alguien en la puerta -comenta la chica de forma incomoda. Dejó de agarrarme el cabello y me levanto de prisa. Necesito aire por lo que tomo grandes bocados de aire y me dirijo a la puerta limpiando mis ojos. Al abrir la puerta él está ahí. Con su cara tonta de niño que se sonrojar levemente. Es de verdad una molestia.

-Llegue en un mal momento, perdón -murmura intentando alejarse. Me debo ver fatal para que diga eso.

-Kit -lo llamo tomando su muñeca para que no se aleje- estoy bien.

Él agacha la cabeza.

-¿Seguro? -deja salir al levantar un poco su mirada. Observo sus ojos hazel mirarme fijamente.

-Sí, sólo... -empiezo, pero no sé qué responder realmente. No puedo simplemente decir "tuve un recuerdo que me hizo llorar". Suena lógico, pero no es precisamente lo adecuado.

-Que alivio -dice con una sonrisa amplia.

Me quedo como tonto sin saber que decir, pero él es el verdadero idiota, si me sucede algo, solo que no termine la oración. De cualquier forma eso me ahorra muchos problemas.

FORSAKENWhere stories live. Discover now