The Evil Consort Above An Evil King - Spanish Version [5]

169. El Hada 3

Los terribles monstruos que perseguían al grupo en los campos de nieve en ese momento habían emergido del abismo. Había dos monstruos, cada uno de los cuales poseía una forma extraña y una monstruosidad sin igual en tamaño.

Uno se parecía a un dragón, pero en realidad era un caimán chino que tenía una estatura tan imponente como la de un dinosaurio. Los objetos escamosos y densos en capas sobre su cuerpo no eran escamas, sino manos de humanos.

El otro se parecía a un Fénix, pero de nuevo no era realmente un fénix y era más bien similar a un patrón hecho por la amalgama de partes aleatorias del cuerpo humano.

Estas dos entidades poseían figuras extremadamente imponentes y una destreza de combate extraordinaria; en el ágape de las fauces se desprendería un olor negro como la tinta a descomposición capaz de derretirlo todo; ¡en un movimiento de cola, incluso las montañas caerían!

Estas dos criaturas habían emergido del abismo después de que la multitud de zombis fuera atraída; una vez que salieron a la superficie, fue el comienzo de su carnicería sin sentido: ¡la caza y la matanza de todos los objetivos móviles y vivos!

Cuando las criaturas acababan de emerger, el grupo de Lan Waihu no estaba cerca y, en cambio, había cumplido con las órdenes de Gu Xijiu de alejar a diez li del lugar. Después de encontrar un lugar seguro para desembarcar, el grupo de personas recuperó el aliento y discutieron la posibilidad de conducir en busca del grupo de Gu Xijiu para ver si podían ofrecerle una mano.

Antes de que llegaran a una conclusión de su deliberación, escucharon un ruido extraño proveniente del camino y vieron que la tierra temblaba mucho. Desde esa misma dirección, podían escuchar las débiles voces de batalla y gritos, y describieron los ocasionales destellos de luz que iluminaban el cielo.

No sabían lo que estaba pasando y no podían distinguir la situación desde una gran distancia. Sospechaban que Gu Xijiu y su grupo debían haber tenido un enfrentamiento con el zombi nuevamente... Después de una breve discusión, pronto subieron al carro nuevamente y dejaron que el León Volador los trajera de regreso.

Planearon brindar todo el apoyo que pudieran y unirse a la lucha si Gu Xijiu y su grupo estaban allí luchando contra el zombi.

Si Gu Xijiu no estuviera allí, volarían de regreso para enterarse de la situación y evaluar si su ayuda era necesaria. El carro en el que viajaban era capaz de volar de todos modos, por lo que el zombi no podría alcanzarlos sin importar si su número aumentaba desde el subterráneo.

Estando mojados detrás de las orejas y en su adolescencia, eran fácilmente curiosos y sin miedo a correr riesgos a sangre caliente. Su plan no era malo; sin embargo, se congelaron en seco cuando vieron claramente la lucha frente a ellos.

La versión de color sombrío de la combinación del dragón y el fénix rodeaba a la mujer que montaba un dragón y a su gigante con armadura dorada en una serie de feroces ataques.

La mujer que montaba un dragón claramente no esperaba que las dos criaturas emergieran del abismo; la apariencia física de las dos monstruosidades la había repelido y había dejado su rostro pálido.

Ella era muy hábil; Rayos de relámpagos se descargaron de sus palmas y grabaron marcas negras visibles de quemaduras en sus pieles, llenando el aire con el olor de la carne asada.

El gigante con armadura dorada y su alabarda celestial bailaba como una rueda de viento y fuego; los rayos dorados que brillaban furiosamente desde la alabarda brillaban sobre los cuerpos de las criaturas, dejando cicatrices de las que fluía sangre que era tan negra como la tinta...

Pero ya fuera la mujer, su corcel o su sirviente, no pudieron asestar el golpe fatal a las criaturas y, en cambio, las llevaron a un estado más frenético; ¡las dos criaturas la envolvieron y la asediaron en un eructo de humo y niebla!

Justo cuando estaba en una situación difícil, Lan Waihu y el carro de leones de su grupo aparecieron no muy lejos.

Con un pensamiento rápido, la mujer hizo un gesto hacia su sirviente e hizo un gesto de debilidad, ¡luego cargó sin rodeos a través del sótano en dirección al carro del león!