REGNA (MarkHyuck/ Minsung)

Capítulo 35: Agua y Aire

Los príncipes se inclinaron antes los tres reyes del reino Aire. Le dieron muy buena impresión al rey John. Todos estaban presentes excepto Donghyuck, Mark no podía evitar buscarlo en todo el salón. ¿Dónde se habría metido?

—Bienvenidos al reino de Aire. —dijo el sirviente del rey John, Jaehyun. —Ante ustedes está el rey John de Aire; el rey doncel consorte, el rey Taeil; y el rey doncel concubino, el rey Ten.

—Gracias. —Dijo el rey John. —Les agradezco mucho que pudieran venir, que quieran conocer un poco más de nuestro reino, verán que, con respecto a cultura, economía y gastronomía, somos muy especiales, espero que disfruten su estadía y aprendan lo más que puedan.

—Nuestros sirvientes les mostrarán sus habitaciones. —Taeil sonrió. —Jaehyun, Jungwoo, Doyoung, lleven a los chicos del reino Fuego y del reino Tierra a sus habitaciones.

—Jooheon, tú y Chankyun lleven a los chicos del reino Agua a la ala este del castillo, en cuanto terminen de instalarse los espero en mis aposentos. —Miró a su hijo. —A ti también.

Yangyang estaba distraído, veía a Leon. Renjun cargaba unas maletas del príncipe Mark, Changbin observaba para todos lados, quizá estaba buscando a Donghyuck. Pobre iluso si pensaba en convertirse en concubino de Donghyuck.

Minho por su parte se sorprendió. El sirviente que los guiaba se le había quedado viendo y sonreía disimuladamente, más que amabilidad, a Minho lo incomodaba, más el hecho de que los separaran del grupo, no quería hablar con el traidor.

Después de una hora y terminar de desempacar, Chenle y Hyunjin acompañaron al príncipe Yangyang y a Jeongin al salón del ala este, donde vivía el rey Ten.

Éstos entraron. Y cuando Yangyang se sentó en un enorme sillón salieron tres pequeños gatitos, maullando y corriendo. Sin querer, a Minho se le iluminaron los ojos y los sirvientes soltaron una ligera risita.

—¿Cómo están mis bebés? —Yangyang empezó a actuar muy cariñoso y a besar las cabecitas de los tres gatitos.

—¡Son muy lindos! —Minho se arrodilló y empezó a acariciarlos con ternura. —¿Cómo se llaman?

—Oh, él es Louis. —Dijo señalando al gato más grande, blanco con manchas negras. —Ésta es Dori. —Dijo al señalar a la gata rayada y oscura, luego cargó al gato rubio que mordía con suavidad a Yangyang, su gato favorito. —Y él es L...

—¿También te gustan los gatos? —el rey Ten entró a la habitación y observó a Minho.

—Sí, pero no tengo tiempo de cuidarlos. —Dijo Minho mientras cargaba a Dori y la acariciaba.

—A Minhyuk también le gustaban, aunque su animal favorito siempre fueron las ballenas. —Ten murmuró. —Sé que está enfermo, pero... ¿Cómo está él?

Minho dejó al gatito en el suelo y frunció el ceño. ¿Qué iba a decir? "Sí, bien, casi muerto, gracias por preguntar, gracias por huir."

—Enfermo. —Minho dijo con dolor en su voz.

—Minho. —Ten dijo con suavidad.

—Príncipe Minho para usted. —El hombre no iba a dejar que fueran tan informales.

Yangyang frunció el ceño. Minho también le daba la misma vibra que Donghyuck cuando se trataba de catalogar al rey Ten como un traidor.

—Príncipe Minho. —Ten aceptó el nombramiento. —¿De qué está enfermo mi hermano mayor?

Y hubo silencio. Minho sentía que podía abrirse y decirle a su tío Ten que necesitaba ayuda, pero Ten solo era un traidor, alguien que había abandonado a su reino cuando más lo necesitaba.