Capítulo 4: Fuegos artificiales

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Mark estaba asustado, había sido secuestrado por un ladrón, no se quejaba, comía bien y durmió bien, lo único que le molestaba era el hecho de que había dejado a sus sirvientes quienes, probablemente, habrían perdido la cabeza buscándolo.

Era su último día juntos, donde habían acordado ir al festival que organizaba el pueblo y ver los fuegos artificiales, Mark estaba entusiasmado con el ladrón y el ladrón parecía que había hecho un mejor amigo en tan solo día y medio.

—¿Y qué se te hace más valioso? —Preguntó Haechan sin perder de vista a "Changbin". —¿La comida, las tierras, el oro, las joyas?

Mark pareció pensarlo. Los dos habían terminado de desayunar y se disponían a caminar por el mercado donde se llevaría acabo el festival. Mark se sorprendió cuando varios puestos de allí tenían replicas exactas de herramientas de todos los reinos.

Haechan se quedó viendo un collar con bordes color cobre y piedras verdes que solían ser del reino Aire, luego lo tomó entre sus manos y fingió examinarlo.

—¿Lo quieres? —preguntó Mark con curiosidad.

—No, es solo que se ve muy real. —Murmuró Haechan mientras lo tocaba.

—Es porque es real. —Dijo el vendedor y casi se lo arrebató de la vista. —No creo que pueda pagar por eso.

—Uh. —Haechan mencionó con curiosidad. —Como sea, no creo que lo pueda vender aquí, nadie tiene el dinero para comprarlo, ¿acaso lo robó?

—¡Claro que no! —el vendedor se mostró muy enojado y guardó aquel collar sin verlo. —Váyanse de aquí si no me comprarán.

Mark frunció los labios y luego observó a Haechan, el moreno se veía molesto, pero luego sonrió, tomó su mano y ambos caminaron por las concurridas calles.

—Eres un hábil ladrón, te diste cuenta de un tesoro con solo verlo. —Mark le sonrió.

—Lo sé. —Haechan sonrió. —Las ves. —Haechan le enseñó al guardia tres piedritas que tenía en sus manos.

—¿Las robaste? —Mark se notó muy preocupado.

—No, solo las tomé para una emergencia, es solo que no eran su lugar, estas piedras son valiosas, podrían mantenerte por un año, no entiendo por qué las venderían en un mercado, ¿Quién se las vendió? ¿O a quién se las robaron? —Se quedó pensando. —Pero no te sientas culpable Changbin, soy un ladrón, está en mi sangre robar. —rio.

—¡Príncipe! —Alguien gritó a lo lejos.

Mark al oír esa palabra se alertó, intentó ver a alguien del reino Fuego, pero no visibilizó a nadie.

—¡Debemos irnos! —Haechan susurró tomando la mano de Mark.

Mark observó a lo lejos, se acercaba un joven, el mismo que los había seguido anteriormente. Mark quería detenerlo o al menos pagarle lo que Haechan había robado, pero no estaba en los planes de Haechan detenerse.

—¿A dónde vamos? —preguntó Mark. Quería ir lo más lejos que pudiera para que Jaemin o Renjun o quien sea que le hubiera gritado se perdiera.

—Por aquí no. —Haechan bajó la mirada, parecía que había visto a alguien más que lo buscaba.

Mark no pudo terminar de ver, porque fue jalado entre la gente, lo que no sabían es que el sirviente del reino Aire que les seguía ya los había visto, Haechan se dio cuenta de inmediato y se metió más entre la gente y luego se metió entre unos callejones.

El callejón era tan angosto que los dos quedaron tan pegados que sentían sus corazones latir, o al menos el de Mark sonaba como un loco, cosa que hizo reír a Haechan.

REGNA (MarkHyuck/ Minsung)Where stories live. Discover now