Después de pasar aproximadamente media hora hablando sentadas en uno de los escalones de madera, Dani y yo nos despedimos de Richard cuando llegan el resto de los chicos y salgo de la casa detrás de Dani.

-¿Y tu qué tienes con Max?- pregunta Dani mientras caminamos por la calle.

-Somos buenos amigos.- me encogo de hombros y Dani me mira.

-A mi no me podéis engañar.- dice riendo.

Suelto una carcajada.- ¿Y tú tienes novia?- pregunto intentando cambiar de tema.

-Supongo que puedo confiar en ti así que... Si.- suspira mientras una sonrisa aparece en su rostro.

-¿Por qué el secretismo?

-Nadie lo sabe, excepto tu. Mi madre siempre intenta emparejarme con hijas de sus amigas que tienen matrículas y Peach traba en un bar para poder pagar su plaza en la Universidad y el alquiler del piso en el que vive con s mejor amiga.- hace una mueca y siento que su madre sea tan injusta sobre ese tema.

¿Qué importa como sea la novia de su hijo si es feliz junto a ella? No hace falta tener un máster como para saber que el chico que camina a mi lado está enamorado de esa chica y es feliz a su lado.

-Supuestamente en estas vacaciones mi madre conocería a Tom pero, terminamos y mi madre no paraba de hechármelo en cara o en decir que acabaría sola así que volví a Barcelona y me fui a New York con Max la semana pasada.- sonrío al hablar de la semana pasada y siento con Dani me mira.- Me hubiese gustado pasar las Navidades con ella como he echo siempre y me gustaría llamarla, pero creo que esta vez es ella quien debería pedirme disculpas.- suspiro y saco mi móvil del bolsillo trasero del pantalón.

-Ya veo que no es solamente mi madre...- dice divertido.

Suelto una carcajada y me quedo quieta delante de una casa blanca algo más grande que la de Maite y Pedro.

-¿Timbro?- pregunto cuando me doy cuenta de que Dani parece que no encuentra las llaves.

¿Por qué nadie sale de casa con las llaves como hacemos parte del planeta?

-Si, seguramente me las haya cogido otra vez mi hermana.- dice divertido.

-¡No le heches las culpas a tu hermana!- digo riendo antes de pulsar el botón del timbre.

Dani suelta una carcajada y una mujer no muy alta, de pelo castaño y bien vestida, nos abre la puerta.

-Hola, mamá. Esta es Bella, la amiga de Max que ha venido a pasar esta semana en casa de Maite y Pedro.- dice Dani con una sonrisa. Coloca una de sus manos detrás de mi espalda para que entre en la casa y le hago caso.

-Encantada, soy Beatriz pero puedes llamarme Bea.- dice la mujer antes de darme dos besos.

-Igualmente.- digo mientras le devuelvo los dos besos.- Tiene una casa preciosa.- digo cuando nos separamos.

-Gracias. Háblame de tu, parece que tengo 80 años si me hablas de usted.- dice con una sonrisa.

-Está bien.- le devuelvo la sonrisa y Bea mira a su hijo.

-Si quereis podeis subir a la habitación de Angy mientras le preparo la mochila.

-Vale, vamos.- dice Dani antes de que su madre entre en la que parece la cocina de la casa.

Sigo al chico de pelo castaño hasta unas escaleras de madera y subo detrás suya.

-Enana...- dice Dani mientras abre una puerta en la que hay escritoÁngela en rosa y está pintada con huellas de manos de colores.

-¡Dani!- dice la voz de una niña antes de que yo termine de abrir la puerta de la habitación.

Entro en la habitación de color turquesa y sonrío al ver a la pequeña que sujeta Dani con uno de sus brazos en su colo. El pelo castaño de la niña está recogido en una coleta sujeta por una goma con un lazo rosa y sus ojos verdes son preciosos.

-¡Hola, me llamo Bella! ¿Y tú?- digo con una sonrisa a la niña.

-Ángela.- la niña sonríe dejando ver sus dos dientes del centro y me mira.- Eres muy guapa.

-Gracias. Tienes unos ojos preciosos.- Ángela esconde su cabeza en el cuello de su hermano y sonrío.

-¿Quieres que Bella pinte su mano en la puerta?- dice Dani a Ángela.- A Bella le gusta el morado.

¿Qué? ¿Como lo sabe?

Ángela se baja del colo de su hermano y pocos segundos después, aparece con un bote de pintura morado.

-¿Tengo que levantar la manga?- pregunto a Ángela mientras Alicia sostiene un el típico pincel con el que todos hemos pintado cuando eramos niños pequeños.

-Si.- dice Ángela antes de abrir el bote de pintura morada.

Obedezco a la niña y levanto la manga de la camisa y del jersey. Retiro el anillo que llevo en la mano desde los 5 años y dejo que la niña pinte la palma de mi mano con la pintura morada.

-¿Y tu como es que sabes que mi color favorito es el morado?- pregunto a Dani mientras busco un lugar vació de la puerta donde pegar mi mano.

-La parte de arriba del anillo que llevas, tiene piedras moradas y Max nos dijo que te gustaba el morado.- Dani se encoge de hombros y pega mi mano a la puerta para que termine lo antes posible.

Suelto una carcajada por la reacción del chico y me levanto del suelo de madera del pasillo para lavar mi mano.

Viviendo Con Mi Ex.Where stories live. Discover now