Personaje polifacético y consciente de su potencial artístico comenzó escribiendo su apellido de manera harto curiosa. Si para algunos pudiese quedarle poco claro que perteneció a la masonería, casi con la representación de la "G", que nos recuerda el compás, el cincel y el aparataje que un arquitecto de su altura precisaba, ya se nos sacaría de dudas.
Pero si de altura hablamos, no podemos pasar por alto el punto de la "i" que queda en un plano muy inferior a la parte central de esta letra. Es más que evidente que su autor tenía la mente en algún lugar inaccesible para nosotros, pues su visión del mundo se le hacía sucia y terriblemente banal (pastosidades en la "i" y en el trazo descendente de la mayúscula).
De hecho, tendía a redondear en exceso la zona superior, la "a", "d" y la "G" que encerró sobre sí misma como si guardase un magnífico tesoro en su interior. Esa apertura espaciosa de la primera vocal nos indica que gozaba de todo lo que suponía transformar los elementos para crear arte. Se dejaba influir por las ideas convencionales para más tarde modificarlas a su voluntad. Al cerrar el bucle de esta letra celosamente hacia la izquierda, sólo pretendía salvaguardar esas ideas propias para que en un futuro incierto otros terminasen de realizarlas.
Del 25 de junio de 1852 al 10 de junio de 1926
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Análisis grafológicos de personajes históricos (I)
Non-Fiction¿Qué desvela nuestra firma y nuestra caligrafía de nuestra personalidad? Aquí averiguarás lo que supuso la existencia de celebridades, a través de sus autógrafos y escritos.